lunes, mayo 22, 2006

De secesiones y errores variados

Mientras que la secesión de Montenegro obtiene el coro de aprobados nacionalistas habitual y el histérico griterío de los que claman que no es comparable con nada, etcétera, yo me voy a poner a criticar el método empleado, para variar.

Mi problema es que no, una mayoría de un 55% no me parece suficiente para justificar una secesión, y más si está aislada en el tiempo. El resultado del plebiscito ha sido influido muy probablemente con la negativa de la Unión Europea a admitir a Serbia en el club de los posibles miembros esta misma semana. El mismo voto, una semana antes, probablemente no hubiera llegado al mínimo exigido para la secesión.

Me voy a citar a mí mismo, para variar, refiriéndome a las (ligeramente draconianas) condiciones que un referéndum de secesión debería cumplir:

De hecho, soy de la opinión que serían necesarias dos impecables mayorías cualificadas (60% mínimo) en dos votaciones separadas por dos años para que estuviera justificada. Si se quiere hilar más fino, exigiría incluso mayorías simples a favor de todas las provincias en cada votación.(...)

Un cambio tan drástico como una secesión necesita no sólo una solución basada en una lógica democrática, sino una mayoría impecable y estable en el tiempo. No se puede hablar de una simple decisión mayoritaria si se crea un nuevo estado con una inmensa minoría cabreada, abandonada a su suerte por quien les echa de lo que quieren sea su país. Sospecho que esto los nacionalista mayoritarios (PNV y CiU) lo saben, y por eso se pasan la vida pidiendo organizaciones raras. Son muy conscientes que una secesión más que solucionar problemas los causaría, y prefieren autonomías amplias.
Sigo con la misma opinión, la verdad. Me temo que como de costumbre, la Unión Europea la ha pifiado en los Balcanes. Una tradición centenaria.

9 comentarios:

Jordi Arrufat dijo...

Bueno,
sabiendo como tienen costumbre de separarse por aquella parte de Europa aun me parece que no se ha metido la pata del todo, aunque parte de razon tienes con lo de las mayorias cualificadas.

Alex Guerrero dijo...

Propongo la secesión de la República de Ragusa, la Ciudad Libre de Spalatto y la recreación del Estado Dálmata, todos entidades políticas existentes por varios siglos en la zona (hace 3 o 4 siglos). Así habría más microestados en la UE.

¡Bravo bravo!

R. Senserrich dijo...

Hombre, Al Turtusi, es una mejora de la tradición anterior, sí. Aunque la verdad, me extrañaría poco que en 20 años Serbia volviera a las andadas anexionistas...

Alex, sólo si añades el Cantón de Cartagena y la Sagrada República de Poldavia me apunto a tu agenda irredentista. :_)

Augie March dijo...

De hecho, soy de la opinión que serían necesarias dos impecables mayorías cualificadas (60% mínimo) en dos votaciones separadas por dos años para que estuviera justificada. Si se quiere hilar más fino, exigiría incluso mayorías simples a favor de todas las provincias en cada votación.(...)

Muy bien, pero... ¿por qué esa arbitrariedad? ¿En qué se basan esas premisas? ¿En la zarza ardiente?

Anónimo dijo...

Hay un método muy bueno.

Se van a unas elecciones prometiendo una reforma del status político de la zona, se refresca el parlamento con esa promesa, los parlamentarios forman una comisión y se reforma por el consenso máximo posible, creando algo de todos con los instrumentos propios de una democracia representativa.

Si la cosa producida no va de "nos vamos totalmente de donde estabamos", para terminar el trabajo habrá que ir a consensuarlo con el organo en donde reside la soberania del contexto político de la susodicha zona, de manera que "¿que tal si nosotros nos encargamos de la lavadora y aspirar el suelo, y vosotros de la ropa y bajar la basura por las noches?", como buenos compañeros de piso.

Luego uno vuelve a su casa, y les pregunta a los ciudadanos en referendum algo así como "¿os mola lo que pactamos?".

Eso en España se nos ha dado bastante bien, se llaman Estatutos de Autonomía.

Tatxenko dijo...

Deduzco de tu post que es mejor tener una mayoría cabreada que tener una minoría cabreada... No me cuadra...

Fes un cop d'ull aquí:
http://ianasagasti.blogs.com/mi_blog/2006/05/el_deliriums_tr.html#more

R. Senserrich dijo...

Augie, no me baso en "la zarza ardiente". Más bien pido un par de supermayorías para estar bien seguro que si alguien quiere largarse, eso es lo que quiere de veras. No vas a retener un 60% de la población de una región con ganas de irse por que sí. No tiene sentido.

Tatxenko, no es que prefiera una mayoría descontenta. Lo que quiero es estar seguro que los independentistas son una mayoría clara y estable. Decidir el demos de un nuevo estado tiene mucho de arbitrario, así que es natural que se pidan supermayorías.

zarevitz dijo...

Para que la mayoría sea nítida, tendría que superar el 50% de los votos posibles, es decir, del número de censados. En Montenegro, sabemos que sólo desea la independencia el 27,5% (es decir, el 55% de los que votaron, que fue la mitad de los censados).

Yo pediría una mayoría absoluta.

. dijo...

El 56% suena a poco - a mí también - pero había doble condición: la participación tenía que alcanzar un nivel determinado. No recuerdo la cifra ahora.

La participación es algo que inquieta mucho a los nacionalistas vascos (perdón por la autocita: http://nochesconfusas.blogspot.com/2006/05/en-el-pas-de-las-mentiras-organizadas.html) porque han basado toda su impostura política en el argumento de que el país vasco no aprobó la constitución porque los síes no superaron el 50%.

Paradójicamente, luego exigen el 50+1 para obtener la independencia.

Quien mejor ha explicado la posibilida de secesión en democracia y los argumentos sobre como hacerla es, en mi opinión, Stephane Dion. El argumento central es sencillo: la secesión es algo muy serio que afecta mucho a las personas y su descendencia y no es sólo cosa del escindido, sino que afecta también a las vidas de de quienes se escinde. Por tanto, no pueden valer las decisiones unilaterales ni sin negociación.

Como bien dices, con doble votación. En este caso una posterior a la negociación del acuerdo de secesión.