La juez O'Connor se retira. Nombrada por Reagan en 1981, Sandra Day O'Connor fue la primera mujer en alcanzar el Tribunal Supremo de Estados Unidos. Hoy, tras 24 años de servicio, deja su puesto vacante. En otras palabras, deja la política americana en vísperas de una guerra.
El Tribunal Supremo está compuesto por nueve miembros, nominados por el presidente, confirmados por el senado, y con cargo vitalicio. Es, otras palabras, un nombramiento crucial, y más considerando la cantidad de materias que el tribunal decide. Bush se paso la campaña electoral diciendo que iba e escoger antiabortistas, por ejemplo; y sí, el Supremo puede cargarse ese derecho. De momento, no habrá un nombre para el cargo hasta el 8 de julio, cuando el presidente vuelva de su viaje a la cumbre del G8; tras esto, el senado lo votará, si no hay filibusterismo de por medio. El pacto que se alcanzó en mayo es frágil, y según quien nomine el presidente, podría acabarse rápido...
Veremos. De momento, decir que la dimisión le ha llegado en un mal momento. La popularidad de Bush está en horas bajas, le llega justo antes de un viaje (y el no poder estar en Washington no le irá bien) y con el verano por delante. Además, el recuerdo de enloquecidas pifias como el caso Schiavo está reciente; si escoge un lunático habrá deserciones en las filas de los republicanos moderados. A ver qué sale.
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