Uno detrás de otro, jueces y tribunales federales han dado la razón al marido. Parece que, finalmente, el caso este nos dejará en paz. La torpeza, morbosidad y falta de criterio de los medios americanos ha sido espantosa, con una predilección por el circo y la polémica aterradora. Las cadenas de televisión por cable han pasado olímpicamente de tratar de informar razonadamente sobre el asunto, dejando que expertos imparciales dijeran cuál era el estado objetivo de la pobre mujer. Al contrario, han llenado sus programas de políticos preocupados, salvadores de almas religiosos, médicos evangélicos y abogados. Mientras tanto, una y otra vez las encuestas demuestran que la mayoría de americanos están profundamente asqueados de todo el circo.
Lo más deprimente ha sido ver a Jeb Bush, el hermano del presidente, tratando de ganar puntos entre los tarados comebiblias pensando en el 2008. Equilibrismo en plan crudo, la verdad; el tipo sabe que si actua demasiado cualquier americano con dos dedos de frente lo enviará al purgatorio. El histerismo de algunos comentaristas conservadores es casi ridículo (pidiendo que envie a la guardia nacional), pero gracias a Dios, hay bastantes republicanos que también están asqueados del circo este.
La verdad es que "descanse en paz" es lo mejor que se le puede desear a Terri Schiavo. Que acabe rápido.
Actualización: Ars Technica tiene el mejor resumen que he visto sobre el tema, de lejos. Echadle un vistazo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario