A veces uno lee cosas, y no puede más que rascarse la cabeza.
Primero, Rolling Stone tiene una larga tradición de publicar artículos de peso de vez en cuando; el hecho que publiquen algo un tanto lunático prediciendo un futuro estilo Mad Max y pidiendo espiritualidad es un poco preocupante.
Segundo, porque aunque hay bastantes cosas del artículo que tienen sentido (por ejemplo, que el hidrógeno, si no construimos nucleares a mansalva, no es el futuro), todo él es una exageración tremebunda. Si algo sabemos seguro es que el mercado funciona rápido, si los incentivos son correctos; no veo porque tiene que ser esto distinto con la producción de energía. No hace demasiado hablaba de los movimientos aquí en Estados Unidos para conseguir una mayor eficiencia energética por parte de las propias empresas, pero esto no es lo único. Muchas petroleras hablan de sí mismas como compañías energéticas ultimamente, precisamente porque están gastando mucho dinero en investigar sobre energías renovables. Saben que el petroleo a $50 no es algo de lo que puedan vivir para siempre, vamos. Si sube más, estarán listas.
Bueno, echadle un ojo. James Howard Kuntsler, sobre el fin del petroleo (barato) y el apocalípsis energético que se nos avecina. Yo me iría comprando un rifle.
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