Como de costumbre, las noticias más importantes tienen una misérrima cobertura en la mayoría de la prensa. Gobierno, patronal y sindicatos han empezado a negociar la reforma del mercado laboral, uno de los elementos más disfuncionales de la economía española. Sobre un 30% de los empleos son temporales, una de las tasas más altas de la OCDE. Esto, aparte de crear una altísima inseguridad a los empleados, hace un daño tremendo a la economía en términos de productividad, ya que los empresarios no tienen demasiados incentivos para formar a sus trabajadores. Por añadido, aunque el paro lleva descendiendo bastantes meses, sigue siendo relativamente alto, por encima del 10%.
De momento, las negociaciones están encalladas donde siempre, en el coste del despido. Por una vez, diría que los sindicatos no tienen razón en este punto, y que sí, es necesario rebajarlo si se quiere menos temporalidad. El despido más fácil no es una opción bonita, pero en un mundo donde existe el subsidio de paro, es algo que debe aceptarse. El gobierno, en todo caso, debería ofrecer mejoras en las políticas de desempleo para amortiguar el golpe, pero confiar en que algo menos de regulación ayude un poco.
Lo que no me acaba de gustar es, de todos modos, que Caldera se lave las manos y diga que si no hay acuerdo entre sindicatos y patronal, el gobierno no aprueba nada. Bueno, votamos al gobierno para que decida estas cosas, no a los agentes sociales. Esperemos que fuerce un pacto entre ellos, al menos.
1 comentario:
Has dado en el clavo con la última frase, por mucho que haga falta el acuerdo entre sindicatos y patronal es el gobierno quien debe decidir los términos en que ese pacto se hace, sino el Ministerio está dando competencias a quien no debe.
De acuerdo también con bajar el pago por despido, en principio no suena bien, pero si contribuye a aumentar los empleos fijos la sociedad saldrá ganando.
Saludos!!! :)
Publicar un comentario