martes, noviembre 15, 2005

Adquiriendo el monopolio del insulto

Resulta un poco preocupante ver la actitud de la Cope, Libertad Digital y Federico Jiménez-Losantos ante cada crítica que reciben, la verdad. Se pasan la vida enviando a parir a todo el mundo, tirando mierda a la izquierda con un ventilador a todas horas, difamando, insultando, crucificando, amenazando y acusando de traición a todo aquel que les place.

Eso sí, en el momento que alguien les critica, es persecución, totalitarismo y son unas pobres víctimas.

Mira, me parece muy bien que Jiménez-Losantos diga las burradas que quiera. Está en su derecho el insultar, amenazar, llamar a la rebelión, decir que todo Dios está equivocado y tratar de agitar a las masas. Lo que no es de recibo es pasarse el día criticando y no aceptar ni una crítica, por estúpida que sea.

Esta arrogancia, esta actitud de poder condenar a la hoguera de forma impune, es una doble vara de medir escandalosa. Y una muestra del extremo desprecio por el debate y la discusión de cierta derecha, todo hay que decirlo.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Este tipo de gente (por llamarlo de alguna manera) que incita al odio y al enfrentamiento, hace mucho daño a la convivencia del conjunto de los españoles.
Yo lo definiría como un terrorista verbal, y por ello creo los españoles de bien, deberían aislarle, cercarle y si acaso, ponerle bozal.

Lasombra dijo...

Sinceramente, creo que vivíamos mejor antes de que empezara esta batalla mediática. El mejor favor que se les puede hacer a Fedeguico y sus adláteres es darles la oportunidad de parecer víctimas de una conspiración.

Respecto a las soflamas de la COPE y similares, lo mejor que se puede hacer es obviarlas o, en su defecto, reirse de ellas. Meterse en el fango para contestarles es un tremendo error...

Anónimo dijo...

lo mejor que puedes hacer es ni escucharlo, ni leer su web, lo unico que consigues es que suban los precios de sus banners y ir con mala uva todo el dia.
A mi me gustaba JM Garcia cuando arreaba contra nuñez o Mendoza pero una cosa es futbol y la otra es trasladar esto a las cosas de comer.