A los que critican la maldad, injusticia y horror que les produce esto que Cataluña y España negocien "de igual a igual", no estaría mal que se miraran los textos del Estatuto actual y la Constitución que tan primorosamente intocables defienden. Más concretamente, que echen una ojeada a los procedimientos de reforma previstos.
Como verán para su sorpresa, la negociación para un proceso de reforma estatutaria se hace ente iguales. La comisión que negociará las enmiendas al texto tendrá el mismo número de diputados de ambos parlamentos, el catalán y el español, que actuarán con los mismos derechos. Ambos lados pueden romper la baraja, por cierto; el presidente de la comisión (Alfonso Guerra) puede elevar el texto cuando quiera al plenario, si ve que las cosas van mal dadas, y la delegación catalana puede retirarlo en cualquier momento, si el parlamento catalán cree que la reforma es mala.
No sólo eso; cuando se aprueba el proyecto de reforma, aún falta otra votación para su aprobación: un referéndum. Sólo vota Cataluña. Sí, eso está en la constitución y el estatuto actuales. Votan como si tuvieran soberanía y todo. Increíble.
Lo más probable es que el concepto de "soberanía nacional" que tanto esgrime la derecha estos días está más bien obsoleto desde hace cincuenta años, vaya. No votan naciones, votan individuos. Lo que significaba "nación" en 1812, dicho en oposición a "nobleza" o "privilegio" no es ni de lejos lo mismo que ahora. Será cuestión que se acostumbre a un mundo con legitimidades democráticas múltiples.
3 comentarios:
Me parece que escribes posts muy buenos "cuando te quitas la gorra del equipo", como el de "Arde París". No puedo estar más en desacuerdo cuando escribes sobre cuestiones en litigio que dirimen en coincidencia o disensión con el gobierno.
Como supongo que mi opinión te la traerá al pairo, dejo aquí un
enlace de quien sí se ha molestado en escribir lo que tantos pensamos mientras se desgobierna, por parte de gobierno y oposición, el país. No voy a opinar, discutir, variar sobre el tema porque no merece mi tiempo, con todos los respetos.
Mientras veo a todo quisqui (ama de casa, arquitecto o ingeniero... como decía la canción) opinando furibundamente en uno u otro sentido sobre el Estatut, me parto el culo pensando en el traje nuevo del emperador y en "¿quién maneja mi barca, quién?" entre tanto.
[Me acaban de contar que un niño de 11 años puede formar parte de un "Consejo Escolar" con la nueva ley. ¿Eso no va en contra de los derechos del niño?]
Aquí no hablo con la gorra sociata para nada, simplemente describo el proceso de reforma que recogen constitución y estatuto. Nada más.
"Me acaban de contar que un niño de 11 años puede formar parte de un "Consejo Escolar" con la nueva ley. ¿Eso no va en contra de los derechos del niño?"
Ya hace mucho, oiga. Yo mismo fui representante de los alumnos en el Consejo Escolar, lo que implicaba ir a reuniones bimensuales junto con los representantes de los profesores y de los padres. Y eso entre 6º y 8º de EGB, es decir, con 10-11 años.
Publicar un comentario