Entre noticias que Estados Unidos lanza de nuevo la refinitiva ofensiva contra los malvados terroristas, parece que en Irak la situación del gobierno y su capacidad de mantener el orden va aclarándose un poco.
Ahora mismo el gobierno iraquí tiene dos armas para mantener el orden. Por un lado el ministerio del interior tiene bajo su mando una policia leal, disciplinada y que acostumbra a cumplir órdenes. El "pequeño" problema, claro está, es que si siguen órdenes es porque están encantados que quien las da sea un ministro integrista chií, que se dedica a inflingir violencia sectaria contra suníes y kurdos con alegría. Básicamente una milicia islámica opresora de minorías del nuevo orden.
La otra arma del gobierno está bajo el control del ministerio de defensa, y por fortuna es menos sectaria. El nuevo ejercito iraquí recluta gente de todas las etnias, no se comporta como una milicia opresiva, y es generalmente poco sectario. El pequeño problema es que que está infiltrado de terroristas e insurgentes hasta las cejas, colaborando con ellos alegremente, desertando a menudo, no siguiendo órdenes y ayudando al enemigo tanto como al propio gobierno.
Bonito panorama. El nuevo gobierno podrá escoger entre maníacos sectarios homicidas, o gente que no sabe quién es el enemigo. Estupendo. Así cualquiera gana una guerra civil... el problema es saber quién son los buenos.
1 comentario:
No queda duda de quien son los buenos: ¡¡¡¡Los Estados Unidos!!!!, que los salvaron de Saddam Hussein.
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