De trenes y malos periodistas

A ver, por mucho que digan algunos periodistas de tercera, los ferrocarriles en España no se privatizan, ni nada por el estilo. Se liberalizan.

No es una cuestión de matiz, así que no tienen disculpa. Básicamente, a partir de ya, las infraestructuras ferroviarias (vias, estaciones, catenarias) ya no son propiedad de Renfe, sino del nuevo administrador de infraestructuras ferroviarias (no se sabé si ADIF o no, ya que las siglas ya están registradas). Este administrador es una empresa pública, propiedad de fomento (aunque bastante autónoma), y trabajará más o menos como Aena con los aeropuertos. Ellos tienen espacio en estaciones y líneas, y lo alquilan a quien quiera operar cacharros rodantes en ellas. Renfe, que sigue siendo propiedad de fomento, ahora deberá pagar esos alquileres (canon de circulación) al administrador para mover trenes por las vías.

Eso se hace por dos motivos. Uno, por que la legislación europea obliga a hacerlo. Dos, porque de este modo, otras empresas, aparte de Renfe, podrán pagar al ADIF o como lo llamen para meter trenes por las vías. En un principio sólo podrán operar mercancías, abriéndose a pasaje el 2010, como muy tarde. Eso significa que podremos ver algún día locomotoras de IKEA llevando trenes de carga (como pasó en Suecia), por ejemplo. O trenes de FGC en las vías del AVE. O si La Caixa me da un crédito, trenes de Ego-Rail subiendo esquiadores a Andorra.

¿Funcionará? Este modelo se ha probado ya en varios sitios, como Suecia o Alemania, y ha funcionado bien, con montones de empresas privadas llevando trenes de mercancias y pasaje. El Reino Unido ahora tiene un modelo similar, después de las reformas del gobierno Blair (los conservadores habían privatizado la infraestructura), y está tirando bien, dentro de lo que cabe. Por una vez, soy optimista; y mira que la ley es del gobierno del PP (aunque los estatutos del ADIF no lo son, en mi opinión los han mejorado). Creo que las cosas mejorarán en los trenes hispánicos.