Esta administración es cósmica.
Resulta que el departamento de educación pagó $240.0000 a un contertulio habitual en televisiones y radio (un tal Amstrong Williams) para que defendiera el programa "No child left behind" impulsado por Bush. Olé.
Bien, esto es como si un día nos enteramos que Germán Yanke, Carnicero, o Ussia decían cosas en radio y televisión a sueldo del gobierno, así a saco. Lo que encuentro inexplicable que aparte de la mofa, escarnio y vergüenza pública que le ha caido al señor Amstrong, la prensa y bitácoras no están pidiendo sangre. Un gobierno paga un periodista para que le haga propaganda ¿Es esto normal?
-pregunta retórica; con Bush se dimite menos aquí que con Aznar-
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