Es curioso, pero La Razón ha entendido bien lo que significa la bomba de ayer en Getxo. No como el melón de Jimenez Losantos, para variar.
Básicamente, ETA señala con esta bomba que aún puede, si quiere, hacer mucho daño. Pero no lo hace. Está acorralada y dividida, pero todavía puede dejar en mal lugar a un gobierno que se pase con sus proclamas de victoria. Si, victoria. La sensación que tengo es que esta vez, si nadie hace el capullo, ETA se acaba.
La cuestión es, cómo. No quieren una rendición humillante, aunque saben que el estado no les dará nada realmente importante. Como mucho, pueden aspirar a una amnistía, y una apertura del PSOE hacia una mayor autonomía, con la promesa que algún día la vía Quebecois quede abierta. Para que eso sea posible, alguna capacidad de amenaza necesitan. No pueden ganar (estan solos, hasta el PNV va a por ellos -bueno, a capturar su electorado), pero al menos pueden amenazar con provocar daño electoral al PSOE... matando gente en un proceso de paz más largo de la cuenta.
La bomba de Getxo, creo yo, es el aviso que la rendición no será a cambio de absolutamente nada. Pero, me parece a mí ,que la fiesta acabará pronto.
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