Howard Dean, también conocido como el hombre que gritó "Yeaaaaghhh", vuelve a estar en las noticias. Resulta que el pobre tipo aspira al puesto de presidente del partido demócrata, pidiendo un cambio de estrategia muy necesario tras los repetidos morrazos electorales que se han ido pegando ultimamente. El cargo es importante, ya que si bien no concurre a elecciones, es el que se encarga de definir la estrategia global del partido, sobretodo coordinando y apoyando las campañas de sus candidatos.
Pues bien, la maquinaria del partido demócrata está alineando de nuevo toda su artillería contra él. Tras la espectacular masacre en las primarias (con la entusiasta colaboración de la prensa), ahora quieren impedirle la victoria de nuevo. Le ven como demasiado izquierdoso y bocazas.... ignorando, a mi parecer, el sentido del cargo al que aspira. Howard Dean era un don nadie en las primarias, pero gracias a una campaña muy ingeniosa (usando blogs, movilizando las bases y dándoles mucha autonomía, recaudando diner por internet) estuvo a punto de dar la sorpresa. Si los demócratas necesitan algo, es alguien capaz de movilizar votantes. Sí, quizás es un bocazas. Pero organizando demostró ser brillante.
El problema, claro está, es el partido demócrata, en su estado actual. Demasiados abogados, demasiado acomodo en Washington, y demasiado miedo a ofender. Han hecho de tomar decisiones y ser confusos un arte. Iría muy bien que alguien diera una patada en la puerta.
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