viernes, enero 27, 2006

Secuelas del pacto: los errores de ERC

Las secuelas del acuerdo entre Artur Mas y Zapatero en la política española prometen ser profundas. Por un lado, tenemos a nuestros encantadores miembros del PP, combinando el histerismo, las visitas papales y la tozuda disensión de algunos. Por el otro, tenemos a ERC, pillada totalmente a contrapié tras la maniobra / puñalada trapera del presidente del gobierno.

Como del PP ya hablo demasiado a menudo, hoy toca repasar la actualidad de Carod y su tropa. Para empezar, dejar muy claro que no soy de la opinión (y conmigo, el 95% de los españoles) que ERC es el demonio con cuernos. Es un partido independentista bastante inofensivo, que tiene muy claro que la opción de la secesión en Cataluña no es atractiva más que para un 20% del electorado, más o menos. Eso sí, aman las competencias y el poder político tanto como cualquier otro, así que un estatuto generoso les iría estupendo, evidentemente. No tienen en mente, no obstante, ni locas ideas de opresión lingüistica, ni imperialismos raros, ni pistolas, ni ninguna de las locas majaderías que se oyen por ahí fuera. Tienen unas ideas económicas izquierdosas, les encanta mirarse el ombligo y aman el terruño, pero más allá de eso son bastante inofensivos.

Su gran objetivo en la vida estos años había sido quitarle a esos listillos de CiU la pancarta de jefes del nacionalismo catalán, algo que parecían haber conseguido entrando en la Generalitat por la puerta grande. Esperaban, como muchos otros (servidor incluido) que Artur Mas sería incapaz de mantener a su partido unido, dejándoles el camino abierto hacia la gloria. Se encontraron, sin embargo, con tres problemas graves: Zapatero, su torpeza, y el talento del señor Mas.

La gran torpeza de ERC estos últimos dos años ha sido su incapacidad para divertirse soltando astracanadas. Una vez en el gobierno, Carod y compañía decidieron seguir siendo un partido chupi- guai reivindicativo y ruidoso, sin darse cuenta que con ello se convertían en un enorme, gigantesco blanco móvil. Entre sus idas de tono y ganas de salvar el mundo en Perpinyà, los chicos de ERC se convirtieron en el espantajo perfecto de un PP siempre ávido de demonios periféricos.

No que incomodara a Zapatero en exceso, al menos en un principio. Tener a ERC llevándose todas las tortas ha sido hasta cierto punto un pararrayos para el PSOE, que veía como el PP centraba su artillería en algo lejos de las preocupaciones de la población. Aún con esa ventaja relativa, la permanente obsesión por chupar cámara, hablar como si fueran el centro de Cataluña y su manía de nunca hablar de concesiones se acabaron convirtiendo en un auténtico suplicio para el gobierno. Una cosa es negociar, la otra es dejar de ser un socio razonable. Y con un PP cada vez más obsesivo y concentrado en atacar al gobierno sólo en ese flanco, Zapatero y compañía empezaron a plantearse que valia la pena librarse de ellos.

Y aquí radica el mérito de Artur Mas. Primero, mantener un partido como CiU, una federación con miembros dispares, tan unido y centrado como ha estado estos dos años, ha sido francamente importante. A base de recordar la tradición pragmática y posibilista de la formación, y de pedir y tener paciencia a que se abriera una oportunidad, Mas ha conseguido estar en el momento adecuado en el lugar preciso. O dicho de otro modo, ser el partido nacionalista razonable, no bajo el fuego constante del PP, capaz de ofrecer al PSOE un acuerdo pragmático y aceptable para ambos electorados.

ERC, con sus manías, gritos y falta de voluntad en dar concesiones, se acabó por ganar a pulso la maniobra de Zapatero de pactar con CiU. De un plumazo, el PSOE se libraba del gran demonio de la oposición (magnífico titular), dejaba al PP sin discurso, conseguía un aliado mucho más razonable y dejaba a sus dos grandes incordios en posiciones incomodas. Por una lado, el PP pasaba a sufrir problemas internos (que por mucho que digan, serán persistentes), y por otro, ERC con pánico a quedarse sin juguetes.

El pacto con CiU ha sido una señal clarísima por parte del PSOE (y del PSC) que no tendrán manías de sacrificar el gobierno catalán a cambio de vivir más tranquilos. El PSOE no necesita a ERC en Madrid, teniendo otras alternativas de alianza en Cortes a la espera si es necesario. Con el acuerdo, Zapatero ha dejado claro a ERC que si no estan a gusto, que derriben a Maragall cuando les plazca, que a él le importa un comino.

El problema es que a ERC no, y aquí les ha entrado el ataque de pánico. Vamos, que vacilar en Madrid sí, pero esto de dejar las poltronas no les apetece. El resultado es que han amenazado, gritado, agitado y dicho que se lo llevan todo por delante, pero a la hora de la verdad no están dispuestos a romper con todas las letras. Al PSC le ha quedado bastante claro que mucho estatuto, mucho gritar y mucha historia, pero que Carod y compañía prefieren seguir mandando a cumplir con la amenaza de cargarse el gobierno catalán. Cuando ERC lance otro órdago, Maragall ya sabe que no son tan creíbles, por mucha cara de fieros que quieran seguir poniendo.

Jugada maestra de Zapatero y Mas, sin duda. Esquerra la ha pifiado pero bien.

12 comentarios:

Brian dijo...

Más que jugada maestra, yo diría que han hecho de necesidad virtud. Para Zapatero ERC se ha convertido en un socio respondón e incómodo; y Maragall es una molesta y persistente piedra en el zapato. (La última maragallada, de hoy mismo, le ha dado a Patxi López en todo el cogote). Respecto de Mas, cuya inquina hacia Maragall es de sobra conocida, no se lo podían haber puesto mejor: capitalizar la aprobación del Estatut, acercarse al poder de Madrid (tarea en la que pueden acreditar larga experiencia) y descolocar a Maragall, todo de una tacada, no es poca cosa.

Pero ni Maragall ni Carod se dejarán despellejar así como así. Yo creo que ahí le ha traicionado a Mas la impaciencia y la ambición: descabalgar a Maragall no está en las manos de Zapatero, sino de Carod (no hay más que ver cómo se agarra a él como a un clavo ardiendo) y ningunearle (a Carod) no es la mejor manera de ponérselo de su parte. A este paso a Mas le podría pasar lo mismo que él mismo le vaticinó a Rajoy: que sólo una mayoría absoluta le pueda sacar de la oposición.

Hay otra posibilidad que de forma recurrente anuncian muchos que quieren confundir sus deseos con la realidad: una coalición PSC-CiU previo sacrificio de Maragall. Incluso es posible que esté en los sueños del PSOE, y del propio Zapatero, que con una operación similar en el País Vasco, (o cuanto menos con una cierta entente) podría asegurarse una larga temporada sin sobresaltos. Espero que no se den las condiciones; quizá fuera un sueño para el PSOE, pero sería una pesadilla para la democracia en Cataluña.

Alex Guerrero dijo...

Sabía que algún día derivarías hacia CiU... ¡¡ay, de tal palo tal espina!!

:) (por cierto, que frio de tsunami siberiano nos ha llegado)

Laia Balcells dijo...

me gusta la respuesta de Brian. Roger, tu analisis es bastante bueno, pero creo que sobreestimas el carisma de Mas. Ademas, si el Tripartit no se rompe no habra elecciones hasta dentro de dos anyos. Y los electores ya no se acordaran mucho de la jugada "estatutario". Al fin y al cabo, lo del Estatut importa a unos pocos. A la gente en catalunya le importara que le hayan mejorado el sistema sanitario, las escuelas, las infraestructuras.
Asi que...yo no veo todo esta jugada tan determinante.
Otra cosa: quizas Mas ha conseguido dar una imagen de unidad de CiU en un momento clave como este, pero no creo para nada que esta calma vaya a durar. Duran es duro de pelar, tambien, y las bases locales de CiU estan muy deshechas y poco articuladas. Si esta jugada la hubiese Pujol, todavia, pero en este caso...yo no la sobreestimaria.

Por cierto, no aguanto a los convergents -se nota?-

R. Senserrich dijo...

No, si yo tampoco trago los convergentes demasiado (muestra su carnet del PSOE), pero debo reconocer que Mas ha hecho un buen trabajo. ¿Lo tiene todo hecho? No. Las elecciones las pierde el gobierno, no las gana la oposición.

De momento, ha hecho su parte, ser una alternativa razonable a los que mandan.

Tatxenko dijo...

En Mas ha fet una jugada mestra per arreplegar tot l'electorat més "de la pela" que podia escapar-se-li cap al PP o el PSC. Ara, les bases de CiU, bastant més nacionalistes, estan que trinen per la merdeta d'acord a què ha arribat amb en ZP. Ja veurem com acaba tot això perquè està realment emocionant...

Anónimo dijo...

Para que no se pierda esta información, corto y pego de Europa Press.
España-Aznar advierte en una entrevista al diario portugués Expresso del "riesgo de desintegración" del país si el Estatuto de Cataluña sale adelante

El ex presidente está convencido del peligro de "balcanización" y del "atrofiamiento" que supondría

MADRID, 28 Ene. (EUROPA PRESS) -

El ex presidente del Gobierno español José María Aznar advirtió hoy, en una entrevista al diario portugués 'Expresso', del "riesgo de descentralización" que corre España si el Estatuto de Cataluña es finalmente aprobado, y se manifestó "absolutamente" convencido de la amenaza de "balcanización" del país.

"En la mejor de las hipótesis pasaremos a tener menos España, en la peor corremos un serio riesgo de desintegración del país, por primera vez en mucho tiempo", aseguró el ex presidente.

Aznar afirmó que lo que hace falta es "un proceso de fortalecimiento del Estado, de los elementos de cohesión e integración del país" y consideró que el reconocimiento nacional de Cataluña y el País vasco es "un proceso de desintegración de España". "Llámenlo como quieran, lo que no se puede ignorar es una realidad", aseveró Aznar en la entrevista al rotativo portugués, publicada hoy y recogida por Europa Press.

GUERRA CIVIL

Preguntado por el periodista sobre la posibilidad de un riesgo de balcanización que desencadene "en un proceso de desgregación nacional que lleve a una guerra civil", Aznar respondió: "No deseo que eso se verifique, pero digamos que una balcanización es un atrofiamiento del país".

"Nadie sabe las consecuencias que produce un riesgo de atrofiamiento de un país. Pero nunca pueden ser buenas --continuó en su respuesta--. Serán consecuencias profundamente negativas. Parte del daño ya está hecho y será muy difícil de recuperar, otra parte tal vez pudiera evitarse, pero, sinceramente, no me parece que haya ganas de evitarlo. Pero, definitivamente, ese riesgo existe".

El ex presidente aseguró que los "independistas y los separatistas no quieren" un Estado federal, ya que este tipo de Estado significa "lo que significa también el Estado actual: una nación de ciudadanos libres, iguales entre sí y solidarios".

"Creo que lo que se avecina es una no-nación, dicho de otra forma, una especie de confederación con territorios que tienen privilegios y derechos y otros que no lo poseen", indicó, y agregó que es necesario no confundir "un derecho a la diferencia" con "una diferencia de derechos", algo que calificó de "error político de dimensiones históricas".

PAZ EN EL PAÍS VASCO

Aznar indicó que "probablemente vamos a asistir a un proceso de negociación con un grupo terrorista" y a la vuelta a las instituciones de "una organización declarada disuelta, no sólo ilegal, sino disuelta, y considerada terrorista por la Unión Europea y por la comunidad internacional". Afirmó que las exigencias de ETA son "muy claras, la autodeterminación y una parte del territorio español que equivale a Navarra".

"Si el Gobierno español estuviera dispuesto a concederlas, entonces tendríamos un horizonte, digamos, de paz. Si el Gobierno estuviera dispuesto a ceder a las exigencias del terror, pues muy bien, eso será el fin de España", aseguró.

El ex presidente no quiso comparar el caso español con el proceso irlandés en el Ulster, ya que, consideró "no tienen nada de semejante", ni "en términos de origen ni en términos de evolución". "Si ahora volvemos nuevamente atrás para discutir si damos la razón o no damos la razón a los terroristas, a mi me parece un error inconmensurable y, dicho de otra manera, una deslealtad", señaló.

Asimismo, calificó al jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, de "desleal con las responsabilidades y obligaciones del Gobierno que tiene y desleal con España".

CUESTIÓN MILITAR

En lo que respecta a lo acontecido con la destitución del hasta entonces teniente general del Ejército de Tierra José Mena Aguado, tras referirse en un discurso a las consecuencias de aprobar el Estatuto de Cataluña, Aznar indicó que el militar "nunca tendría que haber hecho ese discurso".

"Conmigo, esa situación no hubiera pasado, porque la situación en España no sería la que es", afirmó, si bien se mostró convencido de que no existe "ningún peligro relacionado con las Fuerzas Armadas ni 'ruido de sables'". "Lo que pasa es que el Gobierno actual esá generando un malestar en las Fuerzas Armadas", sentenció.

Durante la extensa entrevista, el ex presidente se refirió también a asuntos relacionados con la actual política exterior llevada a cabo por el Gobierno de Zapatero, la guerra contra Irak y la situación en América Latina.

En concreto, Aznar quiso poner de manifiesto las diferencias entre su política exterior y la del dirigente socialista. "Dejar de estar entre las dos mayores democracias del mundo para estar entre un dictador como Castro o un aspirante como Chávez es un cambio muy grande", indicó.

Por otro lado, defendió que su apoyo a Estados Unidos en la invasión de Irak fue político y no militar, y afirmó que "no hay nada peor que un tirano manejando el escenario internacional".

En este sentido, tuvo palabras para Irán, al asegurar que "si Irán va a tener una bomba nuclear esa será una bomba del terrorismo islámico y, en ese momento, los ciudadanos de España, Portugal y del mundo occidental en general van a estar mucho menos tranquilos".

Laia Balcells dijo...

Aznar es tan patetico que ahora ya solo le prestan atencion los vecinos portugueses?

R. Senserrich dijo...

Ya me dirás que coño aporta que no lleve diciendo desde hace meses. Las paridas de siempre. El acuerdo apenas cambia nada, y el tío va por allí prediciendo el apocalipsis en el estranjero. Si fuera tan patriota como clama, no estaría el tío emperrado en enviar a parir su propio país internacionalmente.

Anónimo dijo...

La verdad es que a Zapatero al final le han salido las cosas mejor de lo que nadie imaginaba, pero aún así no creo que sea del todo mérito suyo; sino más bien fruto de la situación. CIU no tiene la mala fama de ERC, y han sabido ser razonables cuando han visto que no se podía estirar más el acuerdo, consiguiendo además un golpe de efecto que les hará ganar muchos votos por haber sabido sacar el Estatut adelante. Y eso, Zapatero tenía que cerrar el acuerdo cuanto antes para no seguir quemándose, y CIU ha visto que era el momento de colaborar, ayudándole así a quitarse el lio de encima. Vamos, que ha sido pura suerte, su necesidad ha coincidido con la oportunidad de CIU; y Zapatero ha decidido que prefiere dejar a ERC en la estacada antes que ponerse a la opinión pública aún más en contra.

Venga, un saludo!!! :)

Laia Balcells dijo...

carmen, buen analisis. pero vamos a ver cuantos votos ganan los convergents con la jugada. me da que los catalanes les tienen bien calados...(23 anyos en el gobierno almenos dan para un buen conocimiento del partido y sus formas...)

Alex Guerrero dijo...
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Alex Guerrero dijo...

Mas ganará. Expulsarán a Pepe el Jueves. Dayron ganará también. [stop]