Me sumo a las diatribas de algunos contra Harold Pinter, que parece que nunca debería haber ganado el Nóbel por izquierdista, islamoprogre e iluso. Siguiendo esta brillante tradición de crítica a la ideología de un escritor como baremo de su calidad artística, creo que el muy monárquico, feudalista y autoritario Shakespeare debería ser prohibido, echado de las escuelas, y vamos, incinerado en general. Dioses, tal defensor del feudalismo y la monarquía absoluta, en los colegios. Nada, nada. Fuera.
Puede ser buen o mal escritor, pero hablar de las ideas políticas de un autor para despreciar su talento literario es mezclar el tocino con la velocidad, y dejar el Parnaso vacio. Elia Kazan será un delator, pero nunca eso me llevaría a decir que La Ley del Silencio es una mala película, vamos.
2 comentarios:
Saludos egócrata,
mi post, como el tuyo, es irónico sobre el humanitarismo de izquierdas que parece que tiene que poseer necesariamente el premiado con el Nobel de Literatura. La caricatura esbozada por Roth es sintomática.
El problema está precisamente en que Shakespeare no lo habría ganado, por todo lo que indicas.
Sobre la excelencia literaria de Pinter no opino, salvo por lo que refiere a su trabajo como guionista cinematográfico, que es bastante mediocre (veáse La mujer del teniente francés), aunque puede ser que sea una labor "alimenticia" y que su obra teatral, la premiada, sea excelsa.
Otro tanto se podría decir, esta vez desde parámetros sociológicos distintos, del Planeta
Un saludo
PD. Me entero por tu blog del ataque sufrido por Red Progresista que, por supuesto, me parece un acción neterrorista propia de impresentables
Pues a mí me gustó "La mujer del teniente francés"... vale, no es de Nóbel, pero es unsa buena peli.
Veo que estamos más o menos de acuerdo, sin embargo. Sea de izquierdas o derechas, no se debería hablar de política.
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