Rodrigo Rato es un buen economista, eso no lo voy a negar, y el FMI a pesar de los pesares a veces dice cosas sensatas. Ayer, sin embargo, dijeron una cosa que es tan cierta como ligeramente imposible, visto cómo somos los Europeos.
Una de las propuestas de Rato para hacer que la economía Europea crezca es que trabaje más gente, más horas. Lo de trabajar más gente, mal que nos pese, es relativamente fácil; abaratando el despido y eliminando rigideces que hacen más caro contratar mano de obra puede hacerse. Eso significa puestos de trabajo peores de los que estamos habituados, pero no es necesariamente malo. En contra de lo que sucede en Estados Unidos, perder el empleo en Europa no equivale a quedarse sin sanidad, con un seguro de desempleo que dura tres minutos y sin servicios públicos baratos o gratuitos cerca, así que se puede sacrificar algo de seguridad en el empleo a sabiendas que el paro no es un riesgo enorme.
Lo que sí es curioso es que hable de trabajar más horas. Está en lo cierto, los europeos trabajamos, de media, menos horas que los americanos. Franceses y alemanes trabajan 1.450 horas al año, por 1.815 de los americanos. Si se hace la cuenta rápida, uno se da cuenta que esta diferencia de horas trabajadas explican la diferencia de riqueza entre ambos lados del atlántico en gran medida. El PIB por cápita francés es un 79% del americano, trabajando un 73% de horas anuales. Si se añade que el paro en Francia o Alemania es el doble (más o menos) que en Estados Unidos, la población activa menor (más viejos), y que la productividad es prácticamente la misma (de hecho, es aún más alta en Europa), el misterio de la riqueza del Imperio ya no lo es tanto.
Lo que Rato dice, no obstante, no es demasiado lógico, ya que no creo que los europeos quieran trabajar más horas. Hay una mayor preferencia por el ocio y la joie de vivre en el viejo continente. Quizás es porque somos sociedades más viejas, quizás es porque la comida es mejor, quizás es que sencillamente no nos gusta trabajar tanto. No es raro escuchar gente aquí que trabaja 60 ó 70 horas a la semana (la media está sobre las 50) y lo considera normal, mientras que en Europa lo tomarían por loco.
Sencillamente, nos gusta más el ocio que a las gentes de oeste. Así que seguiremos "pobres".
4 comentarios:
Uséase que ejcribes desde los EE.UU, deduzco.
En cuanto a lo de trabajar 60 horas, pues mireusté, que como que no me apetece. Estoy de lo más a gusto con mi contrato de 40 horas.
Lo raro de todo esto es que a mí me da la sensación de que en Ejpaña sí que se trabaja más de las 40 semanales; por esas jornadas interminables. A mí se me considera un priviliegiado por salir de currar antes de las 18:00.
Por cierto, la gente que curra 60 y 70 horas ¿cómo lo hace para compatibilizarlo con la vida privada? Porque ya solo hacer lo mínimo para subsisitir, uséase, hacer la compra, cocinar, lavar, etc, lleva su tiempo. Ya ni hablemos de los que tienen prole.
Pues la verdad es que no tengo ni idea. Pero sé de gente que se pega unas palizas de impresión. Claro, cobran suficiente como para ser ricos, aunque se lo gasten en cosas que no usan.
Pues a mí no me liais, muchas gracias. Probé en tiempos en mis carnes las excelencias de currar en 50 y ¡89! horas a la semana (no es broma). Ahora trabajo 37 y no me haceis volver a aquello ni a hostias.
El tiempo libre, en Europa y en España, es un valor muy preciado. Aquí estamos más por las 35 horas semanales que por las 50, de lejos.
A veces se olvida que una de las bases del Estado del bienestar es el reparto, no igualitario pero sí equitativo, de la riqueza. Es decir: que si la economía va bien, no es para que los que ricos sean más ricos, sino para que todos vivamos mejor.
Y lo de que el paro sea asumible... Vale que no sea una tragedia (dependiendo de las circunstancias personales de cada uno), pero asumible, definitivamente, no.
Saludos:
Jéssica.
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