Citando en latín, que por algo somos pedantes. Juvenal, concretamente. Traducido a saco (mi latín está algo oxidado) sería "¿quién vigila a los guardianes?". Eso se deberían preguntar muchos americanos, mientras el congreso debate si se prorroga la Patriot Act, la ley antiterrorista especial aprobada poco después del 11-S.
Si la ley española le parece a alguien draconiana, que le eche un vistazo a esta. Con la tontería papal, es debate está pasando totalmente desapercibido en Estados Unidos, como de costumbre en estas cosas. La ley da un poder gigantesco al ejecutivo para obtener información sobre sus ciudadanos sin autorización judicial, aparte de permitir largas detenciones sin cargos, entre otras perlas. Nadie vigila a los guardianes, desgraciadamente.
A todo esto, debo recomendar la lectura de una de las mejores historias que he leído en años, Watchmen, de Alan Moore. El eterno dilema de los guardianes: ¿el bien de los protegidos justifica cualquier cosa?
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