No de la fiesta de la samba, si no del fuego cruzado entre los cruzados de la familia y la comunidad gay. Usando el recurso más efectivo para llegar a un montón de gente en poco tiempo (un SMS y una lista de contactos larga) activistas de la comunidad homosexual están animando a ir al carnaval /rúa /fiestorro de Carlitos en la Castellana con banderas arco irís. Desde aquí, bravo por la idea. Ya que protestas, al menos que sea en una fiesta de las buenas.
Mientras tanto, los militantes gay del PP amenazan con echar del armario a patadas a todo diputado que sea homosexual y vote a favor de la ley (mmm, malvado. ¡Me gusta!), y los defensores del nacionalcatolicismo familiar se quejan que la marcha del orgullo gay tenga el recorrido que a ellos se les negó. La próxima vez que sean menos merluzos y no se manifiesten el día que Carlinhos Brown está de juerga por la ciudad, leches. Pero claro, como mientras se critique al gobierno en LD te sacan en primera página, tampoco es que les importe.
En el capítulo de patetismo de tercera, las asociaciones defensoras de la cabeza y la moral de otros de turno de quejan que "Aquí no hay quien viva" es un nido de inmundicia, sodomía y depravación que daña las cabezas de los niños subliminalmente, y que la conspiración maric... homosexual avanza. Cómo está el patio, pardiez. Que acabe esto, que quiero hablar de cosas más importantes.
2 comentarios:
Pues te queda rollo pink power para rato, querido.
O eso, o vascos. Desde que España va bien, no hay Dios que hable de cosas serias.
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