Jessica lo resumía mejor que nadie el otro día, como de costumbre. La campaña del PP en Galicia tiene ecos de la época de la restauración. Vamos, cuando nació Fraga, más o menos. Espantajos, miedo a que el dinero se va, comentarios sobre robar / comprar votos, insinuaciones que si uno no es del PP toca joderse (ya se sabe, esos pisos / trabajitos / becas se esfuman), y Fraga diciendo que el plan Galicia no se está ejecutando, usando además un lenguaje digno de patio de colegio (que está muy juvenil el hombre, oiga).
Bueno, se nota que el tipo ya no anda demasiado (por cierto, en la televisión gallega nunca lo enseñan andando; con lo joven que está el chaval), porque se está tirando dinero en AVEs que ni te cuento. Y se seguirá haciendo; el dinero está comprometido hasta donde alcanza la vista. Y sí, digo tirando. Si hay alguna región donde todo el dinero que se invierte literalmente se esfuma, esa es Galicia (con Andalucía y Extremadura a la zaga, no nos engañemos). La UE ha tirado dinero a espuertas, sin efecto aparente. Lo del plan Galicia es más de lo mismo.
No se dice demasiado, pero hay regiones que salen carísimas. La gente de Madrid, Valencia, Baleares y otras regiones ricas debería realmente empezar a preguntarse de qué narices sirve transferir fortunas ingentes a zonas como Galicia, sólo para ver que la región crece menos que el dinero que le entra de fuera. Cada vez que hay elecciones, hala, más dinero. Nos lo tendríamos que hacer mirar. Por cierto, Fraga promete hacer el plan. Es fácil cuando el dinero es de otros...
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