Bueno, tenemos la del CIS, que acostumbran a ser potables si se miran con cuidado y no se atiende a la cocina. Por desgracia, no tengo los datos en bruto (los sacan tarde, los bribones), pero si suficiente de qué hablar.
Primero, parece que el PP y Fraga no remontan el vuelo, y que esta vez sí, el dinosaurio será derrotado. Esto le pasa por no irse cuando debía, ciertamente; si en vez de ser tan divo hubiera "creado" un candidato con tiempo, podría haberse despedido como el héroe imbatido del conservadurismo galaico al estilo Pujoliano, en vez de empotrarse en sus últimas elecciones. En fin, supongo que el ego de Fraga es mayor que el del político convergente, y no quiere dejar ni el placer de la dulce derrota a su heredero.
La verdad es que aún siendo Galicia, la derrota del PP no sería una sorpresa. Alzar la voz contra el malvado nacionalismo en una comunidad donde el apacible y ciertamente aburrido BNG es su máximo exponente es poco productivo, y aún más esas salidas de tono avisando del advenimiento del terrorismo galaico. De hecho, casi cada vez que el Fragasaurio ha abierto la boca ha soltado una tonteria en los últimos días; no es que la campaña esté siendo gloriosa.
De todos modos, el señor Pérez Touriño tiene motivos para llorar. Aún compitiendo con un fósil como es Don Manuel, el Fragasaurio es preferido por un 31% de los electores como presidente, contra un 27% que abogan por el candidato socialista. Es un margen estrecho, y en una pregunta que no tiene demasiado valor (es más relevante la preferencia por un cambio, en que sí ganan los socialistas) pero sí suficiente como para deprimir a cualquiera. Especialmente si uno se fija en la antigüedad de su oponente...
Ahora toca ver cómo el PP trata a Rajoy si se la pegan en Galicia, claro. De momento están todos muy quietos, afilando cuchillos...
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