martes, junio 21, 2005

Protegiendo a los de siempre

Continuando mi cruzada contra todo aquello que huela a subsidio agricola en el primer mundo, enlazo un artículo en el Economist. La OCDE le pega un tirón de orejas de los de siempre por hablar tanto de justicia y no mover un dedo en liberalizar el comercio en algo que sí beneficiaría los paises en desarrollo de veras, la agricultura:
LITERATURE about farming often gushes about living in harmony with the eternal rhythms of nature. “Eternal” certainly seems the right word to describe the generous subsidies that rich-world farmers enjoy. For a group whose population is rapidly shrinking, and whose products have been declining in value for centuries, farmers wield an astonishing amount of political power. (...)

But agricultural policies in rich countries still distort markets at home and abroad. Worse, they hurt the poor. Price-support mechanisms make domestic consumers pay more for their food, hitting low-income families the hardest. And for farmers in poor countries, OECD agricultural policies are disastrous. If those farmers aren’t being kept out of export markets by quotas or tariffs, they are being undercut in domestic markets by heavily subsidised produce from the developed world. While some have argued that rich-world subsidies are a net boon to poor countries because they provide cheap food to the masses, in those countries the poorest are often rural farmers, whose lives would be improved by higher prices for their products. (...)

Así que por favor, señor Chirac, pare de hablar de tonterías solidarias, deje de proteger a ese 5% de agricultores de la mítica Francia eterna y rural, y deje a la PAC morir la muerte que se merece. Lo mismo para Bush (el Farm Bill es como la PAC en gringo), vamos.

El problema, claro, es el de siempre. Primero, los agricultores caen bien a los votantes en general. Las imágenes de vacas y cerdos pastando ejercen una extraña fascinación en los urbanitas, que creen que el trigo (subvencionado) de Castilla es por algún motivo mágico mejor porque es nuestro. Segundo, los efectos de las leyes electorales. Por alguna extraña razón, los políticos en casi todas las democracias quieren representar "el territorio", dando una fascinante sobrerrepresentación a auténticos eriales. Por mágicos motivos, provincias como Soria son un granero de voto barato amante de la subvención agricola.

En algunos países, la ley electoral hace esas zonas rurales sean votos perpetuos a un partido, normalmente a la derecha. Soria será dos diputados del PP, uno del PSOE hasta el día del jucio final. En Francia, sin embargo, no es así. Con esa ley tan marciana a dos vueltas, los partidos tienen que competir genuinamente por esos votos rurales adictos a la PAC (y más con la afición de los partidos franceses a dividirse), de modo que los políticos no pueden ignorarlos.

Así nos va. El político francés medio tiene el Santo Grial electoral: una política que atrae votos mediante subvenciones en distritos clave, y que además pagan los alemanes, holandeses y el resto de primos de la Unión. Si alguien se extraña que Chirac haya pillado tal berrinche al hablar de presupuestos, la cosa viene por aquí.
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2 comentarios:

Anónimo dijo...

Por lo que te leo parece que la única solución viable sería la "reconversión agrícola" al modo en que se llevó a cabo la naval o la de la minería en el norte de España. ¿Me equivoco? O estimular cultivos ecológicos y/o de gran calidad que no tuvieran que competir en precios con los de fuera de la Unión. El tema, que no es otro que el de la globalización, es apasionante.

También me interesa mucho tu opinión sobre el laborismo británico y el señor Blair: ¿crees que se le puede considerar socialdemócrata? ¿crees que las tesis económicas de su gobierno difieren mucho de las de la señora Thatcher?

Por otra parte me gustaría que algún día analizaras lo que yo denomino "asimetría" de la globalización: ¿tiene alguna fuerza (y por lo tanto futuro) el movimiento sindical -evidentemente local en cuanto que ligado normalmente al ámbito nacional- como contrapeso a la enorme movilidad del capital?

Sigo con interés tu blog y te animo a seguir con él. Por cierto, comparto tus opiniones acerca de la AVT. ¿Estará ocupando el terrorismo el lugar del "enemigo exterior" que tan bien funcionó durante la Guerra Fría?.

Un saludo.

R. Senserrich dijo...

Una reconversión agricola es imprescindible, sin duda. Que Europa haga lo que que hace bien (vino caro, aceite caro, etc), y se deje de historias.

Blair está a la izquierda de Schroeder, y si se mira la evolución del gasto público, a la izquierda del PSOE y Zapatero. Ha subido el gasto social, los impuestos, el gasto sanitario, ha nacionalizado infraestructuras (ferrocarril)... De Thatcherita tiene poco.

Básicamente es lo que digo a menudo, hay una izquierda europea que no le hace ascos a la retórica de mercado ni al mercado mismo, sin que eso la haga menos progresista. Hablar de equilibrio presupuestario y esas cosas no te hace de derechas; sencillamente significa que conoces la ley de la gravedad en la economía (nada sale gratis).

Lo de la globalización y los sindicatos hablaré de ello en un post pronto. Me pongo.