Esperanza Aguirre ha hecho casi una tradición el echar pestes del gobierno central por no darle suficiente dinero para gestionar la sanidad. Es cierto; el PP cuando encasquetó esta competencia a las comunidades que lo la tenían en la pasada legislatura lo hizo dando demasiado poco dinero.
Si la comunidad de Madrid va corta de dinero, y cree que no puede atender a sus ciudadanos, ¿qué hace? Bueno, en el planeta Aguirre se bajan los impuestos. No llegamos a pagar, así que mejor que dejemos de recaudar para hacer el agujero más hondo. Supongo que esa será la lógica. Para acabarlo de arreglar, el impuesto que se está eliminando es nada menos el de sucesiones, para asegurarse que los hijos de millonario continuen siéndolo. Con todo el morro del mundo ha invocado el espíritu de Laffer diciendo que bajando el impuesto subira mágicamente la recaudación, ya que los 35 millones de Euros que la comunidad deja de cobrar criaran hijos en forma de más inversión. Aparte que esta teoría es una solemne estupidez, tiene narices que cada vez que se le quita un impuesto a los ricos tengamos que comernos esta clase de retórica.
Simancas, que por una vez ha dicho algo sensato, ha hecho además hincapié en el hecho que es una medida espantosamente regresiva. El hecho de ser hijo de alguien que hizo dinero no te da derecho a tenerlo tú, diría.
1 comentario:
ese Hincapié, masho
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