miércoles, junio 15, 2005

Rajoy haciendo encaje de bolillos

Resulta casi enternecedor ver a Rajoy tratar de hacer que su partido parezca moderado, mientras Acebes, Aguirre y todas sus "amistades" del partido le dan de collejas desde la derecha. Hoy en la radio daba como única razón del PP para apoyar la manifestación de los amigos de la familia como era entendida en los años cincuenta que lo de llamar "matrimonio" a las uniones homosexuales no le gustaba.

Vamos, que ahora salimos a la calle por cuestiones de semántica. Si Zapatero decide cambiar la ley y en vez de matrimonio lo llama "contrato de intercambio de fluidos corporales", el PP lo deja. No sé a qué espera el PSOE para dejar de llamar las cosas por su nombre, la verdad.

Especialmente preocupante es la afirmación de Rajoy que Manuel Fraga era el mejor candidato que podían presentar, de todos modos. ¿De verdad no hay nadie en el PP de Galicia que tenga menos de 82 años, más de dos neuronas activas, y no se acojone hablando en público? Qué mal que estan las cosas, pardiez.

3 comentarios:

Jessica dijo...

El problema (y la base de su viaje mental, aunque no lo digan porque quedaría feo) es que si el matrimonio entre personas de distinto sexo y el matrimonio entre personas del mismo sexo se llamara diferente, se abre la puerta a la discriminación legislativa de ésas parejas.

Mexplico: si ambos tipos de parejas están definidos igual, ambos tipos de pareja tienen los mismos derechos porque son lo mismo. Pero si tienen una denominación distinta (pongamos por caso: matrimonio vs.homomonio, se abre la veda que mañana, si gobierna el PP, impida la adopción (por ejemplo) a los homomonios. En cambio, si tienen la misma denominacion, la cosa se complica.

Bueno, es más complicado que todo ésto, pero estoy segura de que has entendido lo que quería decir...

Saludos:
Jéssica

Anónimo dijo...

Estamos en el tercer mundo. Aquí estamos todos hablando sobre la el matrimonio homosexual y expidiendo libertad a cuenta gotas. ¿Quién es el Estado para regular las uniones afectivas? El concepto de matrimonio ha caducado y ya no tiene ningún sentido. En lugar de eliminar el cariz afectivo del mismo se enfatiza.

Me explico:

El concepto de matrimonio ha existido históricamente como manera de regular (en clanes, en Estados...) la familia, pero sólo eso. No tiene nada que ver (o algo, pero no todo) con el concepto de procreación (dada la existencia de matrimonios estériles), ni con el concepto de amor, sino más bien como una cuestión de jerarquía. Es la subestructura inmediatamente superior a la de individuo.

Actualmente, la definición de matrimonio es: "Regulación de la unión de dos personas (ni una más ni una menos) a las que se les confiere el derecho tal y cual y alguna mínima obligación". Para cualquier persona, el matrimonio civil (del que hablamos) se refiere a cuestiones periciales, fiscales, relativas a la propiedad y a obligaciones legales.

Creo que hay una frase en cuestión que resume mi inquietud respecto a cualquier tipo de regulación sobre el matrimonio.
¿Prevé la ley en cuestión el matrimonio de parejas heterosexuales del mismo sexo? ¿Se regula según se mee sentado o de pie? ¿Incluso entre familiares? ¿Se margina según el criterio "calidad o cantidad de la afectividad"? ¿O estamos hablando meramente de la adopción? ¿Es eso lo que está enmascarado detras de toda esta discusión y división en equipos según la acera en la que se milite?

¿Qué es lo que le confiere a las parejas el derecho inalienable de casarse? ¿Es el amor? ¿La penetración? Que alguien me explique en concepto de qué se formula una ley si cualquiera de las opciones se refiere tácitamente al acto de la penetración o al arquetipo totalmente caducado de familia.

El que TODOS los partidos del espectro nacional centren la actualidad en este aspecto es una fotografía perfecta de la sociedad en que vivimos.

Ah, y respecto a lo de adoptar... pues qué queréis que os diga. Que la adopción sea un derecho de los adoptantes es una muestra más de la repugnante visión que tenemos de la paternidad/maternidad.

Alberto dijo...

> Ah, y respecto a lo de adoptar... pues qué queréis que os diga. Que la adopción sea un derecho de los adoptantes es una muestra más de la repugnante visión que tenemos de la paternidad/maternidad.

Los niños tienen derecho a ser adoptados por alguien que los quiera y cuide de ellos. Ahroa se abre el camino para que también los puedan adoptar mantrimonios homosexuales.