martes, junio 07, 2005

Bolivia: ya estamos otra vez

A veces uno se pregunta si ese dicho que los países tienen los gobernantes que se merecen es cierto. Lo de Bolivia, al menos, se aproxima al dicho. Sea Carlos Mesa buen o mal político, lo cierto es que desde que llegó al cargo (sucediendo a un pobre tipo que fue también echado a patadas) no ha podido hacer absolutamente nada. No importa lo que haga, tenía siempre a alguien asilvestrado quemando cosas, cortando carreteras o ignorando al gobierno alegremente. Básicamente, Evo Morales (el opositor populista de turno) está que dice que no a todo, sea referéndum, votación del congreso o lo que toque. Un encanto de hombre.

Así que Carlos Mesa presenta de nuevo la renuncia, como ya hizo hace un par de meses (la tercera vez que lo hace, de hecho). Si el congreso no la acepta no creo que sea por confianza en el tipo, si no más bien porque no hay nada lo suficiente majara como para ser presidente en ese aparte de él...

El problema viene, como de costumbre, por el control de los recursos naturales. Bolivia va a maldecir el día que encontró yacimientos de gas natural mucho, mucho tiempo. Lo comentaba al hablar de la (improbable) democratización de Irak en Enero. Si un país tiene gran parte de su riqueza concentrada en un recurso inmóvil, no hay manera humana de llegar a un compromiso que haga la democracia estable. Quien controla el gas natural no tiene ningún interés de someter a votación temas de propiedad privada, siempre temiendo que le expropien. Si se nacionaliza, controlar el Estado para explotar los beneficios / privatizarlo para los amigos es una tentación irresistible. Y como no hay manera de defender la riqueza sacándola del país (caso de una economía avanzada, que puede hacer líquidos sus recursos con relativa facilidad), mandar es crucial.

¿Esperanzas para el país? la verdad, pocas, a no ser que se haga el gas natural intocable. Una reforma constitucional que destine todos los beneficios del gas a pagar la deuda externa, dejándolo fuera del presupuesto, o algún automatismo parecido sería una opción, aunque la verdad, tampoco le daría mucho futuro... La moraleja es, en caso de ser pobre, no descubras petroleo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Pero quienes acceden al poder no lo hacen para solucionar problemas, sino para sacar tajada (incluso en nuestro país hay irregularidades, así que, qué no habrá en un país tercermundista), y hacer que los beneficios del gas natural se destinen a pagar automáticamente la deuda externa no le interesa a quienes pueden quedarse con esos beneficios. De todas formas me parece una buena idea.
Un saludo!