jueves, junio 02, 2005

Enterrando el tratado

Holanda, como era de preveer, también se carga la constitución. Ya he comentado antes por qué el tratado era bueno (aunque alguno se empeñe, mejor dejarlo dormir un rato) y por qué su rechazo, aunque malo, no es un desastre de proporciones cósmicas, ni nada por el estilo (lo será para mí, si sigue bajando el euro, pero vaya), así que no le dedicaré más tiempo.

¿Qué debe hacer la Unión Europea ahora? Sinceramente, en mi opinión, nada. Se puede vivir con el tratado de Niza una temporada más sin demasiados problemas, y redactar algo tan poco ambicioso como la fenecida constitución y aprobarlo sin hacer demasiado ruido en un par de años. Sólo aprobar lo que era relevante, es decir, los cuatro cambios en las reglas de votación, mayor papel al parlamento, reducción del peso de la comisión, estas cosas, y venderlo como la reforma de tercera que era, nada más que eso. La constitución no se ha estrellado por su ambición, sino por llevar el nombre que no debía; a efectos prácticos, el tratado de Niza, ahora vigente, no es demasiado distinto.

Habrá tiempo para hacer una constitución como Dios manda, corta (bueno, corta al estilo europeo; de 120 artículos no baja) y que realmente cree una entidad política más concreta e identificable. No un superestado, pero quizá un casi-federación, o algo totalmente nuevo. Para eso, me temo, falta mucho tiempo; como mínimo 20-30 años. Hasta entonces, lo que tenemos es útil, es válido, y puede seguir funcionando un tiempo. No es perfecto, y requiere mejoras, cierto. Pero no estamos listos para más.

Lo que tenemos, de todos modos, no es poco. La Unión Europea produce legislación vinculante para 400 millones de personas, es el mercado (casi)unificado (mierda de directiva de servicios) más rico del mundo, tiene un poder de negociación comercial enorme (lo lleva la comisión, por cierto), y todo ello usando unas reglas razonablemente cercanas a una democracia (todo lo cerca que los estados y sus políticos electos han querido), poniendo de acuerdo a gente de 25 naciones. Recordemos que la UE es la que le ha dado una torta en los morros a Microsoft por monopolio, algo que el gobierno americano no se atrevió a hacer, y nos hacemos una idea que no es una broma.

Es un milagro, de hecho. Y Está para quedarse.

1 comentario:

R. Senserrich dijo...

Nota al margen: si por mí fuera, la UE tendría como constitución un plagio, casi artículo por artículo, de la constitución de los Estados Unidos de América. O en su defecto, la de Suiza.

Ojalá lo veamos algún día.