sábado, junio 18, 2005

Pifia en la cumbre europea; se predice el fin del mundo

Si uno atiende a los titulares y los sesudos artículos de opinión a izquierda y derecha, el fracaso de la cubre europea en Bruselas es el fin del mundo tal como lo conocemos. Si uno atiende al editorial del País (que lleva una temporada inaguantable en temas europeos) hemos atendido al crepúsculo de los dioses, el fin del sueño, el desastre de los líderes, Trafalgar, Waterloo, Verdún y Rocroi, pero todo a la vez.

Fatal, vamos, fatal.

Para variar, empezaré dando la razón a Alberto Recarte (últimamente el tipo está inspirado) cuando señala que en el fondo, estos presupuestos son bastante irrelevantes. La Unión Europea sólo gestiona un poco más del 1% del PIB comunitario; en comparación, el estado en España (contando todas las administraciones) recauda sobre un 40% del PIB, y somos de los países con poco peso del sector público en la economía. En otras palabras, no estamos hablando de grandes gastos en términos del total de la economía.

Si hablamos, sin embargo, de gasto dirigido de manera espantosa, como comentaba el otro día. El gran punto de fricción ha sido la política agraria común (PAC / CAP), el tótem sagrado de Chirac y los franceses. Tanto La Vanguardia como El País echan la culpa de la falta de acuerdo a Blair y la intransigencia británica (y holandesa), a mi parecer de manera bastante injusta. El Reino Unido no quiere pagar más a la Unión para ver como su dinero se usa en una política que Blair considera horrorosa (y que se come el 46% del presupuesto); Holanda está hasta el gorro de pagar más que nadie para subvencionar a los agricultores franceses (y alemanes y españoles, en menor medida).

Resulta que el presupuesto comunitario es pequeño, y tiene como principal partida una política que es terriblemente dañina, tanto para los consumidores europeos como para el tercer mundo. Es proteccionista, restringe la entrada de productos baratos del exterior (y de mejor calidad), y sólo beneficia a los cuatro agricultores cazadores de subvenciones de turno. Mientras, en el tercer mundo se pasan el día produciendo café, ya que a Europa y EUA no se puede exportar otra cosa. Blair tiene razón cuando señala que el debate no es sobre quién es más solidario, sino sobre qué es solidario ahora. Acusa a Chirac de defender una solidaridad de hace 50 años. La PAC es, sencillamente, un fósil de los días en que Francia intercambia abrir su mercado a productos industriales alemanes por paz y subvenciones agrícolas. Ahora mismo, lo único que esta política hace es joder al tercer mundo, encarecer las cosas, y gastar un dinero que estaría mucho mejor empleado en otros sitios.

En otras palabras: mejor no tener un acuerdo, que ver ese monstruo de tiempos pasados aún con vida. Se acusará a Tony Blair de antieuropeo por no querer renunciar al cheque británico (un privilegio que tienen desde la era Thatcher, que les permite pagar menos), pero la política que quiere fusilar a cambio de ello merece ser ejecutada. Y no es que esté actuando en contra de sus principios; el Reino Unido lleva tiempo hablando en serio sobre acabar con la pobreza en el tercer mundo, y la CAP es una lacra a eliminar.

Por lo que respecta a España, las cosas iban relativamente bien. Perder dinero, seguro; y los 12.000 millones que exije el PP como premio, ni de broma los alcanzaremos (podrían pedir a Laetitia Casta en mi cama, y sería más realista, la verdad). Dentro de lo que cabe, se nos daba un buen pico (4800). El voto en contra final de Zapatero es probablemente para ahorrarse malos titulares en la prensa hoy; pero la propuesta era aceptable. Por cierto, tiene razón cuando dice que esto no es una crisis grave; tenemos presupuesto hasta finales del 2007 y hay tiempo de sobra.

En fin, malditos agricultores franceses, y maldito el cretino de Chirac. Yo a lo mío...

5 comentarios:

gulliver dijo...

Las CPUs europeas están en una situación de deadlock. Tengo esperanzas en que las elecciones de Francia y Alemania sean un verdadero reset.

Wallenstein77 dijo...

Hola a todos:
Egocrata por una vez, coincido basicamente con tu analisis. En mi articulo http://blogs.ya.com/modernista/200506.htm#249 (donde te menciono) sigo esa misma linea de que no estamos ante el fin del mundo ademas de irinizar sobre este "Waterloo".
Saludos a todos.

R. Senserrich dijo...

Lo de Waterloo lo ha dicho también el Economist (fueron los primeros, creo) y el Guardian, que yo sepa. Los clichés periodísticos espantosos están en todas partes.

Todo viene que estos días hace 190 años de la batalla, claro. Muy originales.

Gulliver, ojalá nos libremos de Supermenteur. Por favor. Por favor.

Anónimo dijo...

he oidio una rueda de prensa de blair diciendo que en la conferencia ha oido la barbaridad que "la agricultura es el futuro de la union".

seguramente chirac que realmente queria decir que es el futuro de su sillon de presidente de la republica...

Creo que es la primera vez que estoy de acuerdo con blair, a ver si le pone huevos y termiamos con las subvenciones, pero lo veo dificil pq crearia el kaos en algunos paises (francia, españa, alemania, polonia ...) ya que los agricultores se van directos a l'inem, y por no decir la migracion de medios rurales a las ciudades.

Pero que vamos a hacerle, que empiezen a aplicarse las teorias liberales/globalizadoras ellos mismos antes de querer aplicarlas al resto del mundo.

R. Senserrich dijo...

Paro masivo no se crearía, desde luego. La agricultura emplea un ridículo 4% de los franceses; los más beneficiados por las ayudas son normalmente las granjas extensivas que emplean menor cantidad de gente. Los productos agrícolas de calidad (vino, queso, etc) no están apenas subvencionados.

En serio, ese 46% del presupuesto se podría usar para crear empleo mucho más productivo que esa reliquia campesina.