Habitualmente un debate político no se gana tanto mientras los políticos discuten, sino cuando estos callan. Son los comentarios del día siguiente en tertulias, periódicos y mesas redondas variadas donde la mayoría de gente llega a conclusiones sobre quién lo hizo mejor, más que viendo el circo personalmente. Eso no es tan cierto en España, donde la prensa está muy polarizada, pero es interesante repasar las reacciones de la prensa.
Un par de cosas me han sorprendido en las reacciones al debate. La primera, el comentario generalizado que Rajoy es mejor parlamentario que Zapatero, pero que ayer no acabó de demostrarlo. Esto lo he leido tanto en El País atribuido a diputados del PP como en el menos sospechoso de rojerío El Mundo, pasando incluso por los autoproclamados hooligans de la Cope o Libertad Digital. Lo cierto es que lo de Rajoy me empieza a sonar como lo de Fernando Torres. Todo el mundo dice que es muy bueno, que es de lo mejorcito, que tiene una calidad que se sale, pero a la hora de la verdad parece que nunca acaba por hacer nada extraordinario. No le recuerdo un debate parlamentario importante que no haya acabado con estos falsos halagos hacia Don Mariano; es mejor que Zapatero, pero hoy no ha estado tan bien.
Quizás ya va siendo hora de empezar a ver al Presidente del Gobierno como un parlamentario con todas las letras, y parar de subestimarle. El PP empieza a recordarme al PSOE de 1998, ese partido todo convencido de su candidato invencible y de la mediocridad Aznariana, avanzando orgullosamente hacia una soberana paliza electoral que llegaría dos años más tarde. Tanto llamar a Zapatero tonto algunos han acabado por creérselo; si no se ponen serios la torta será de impresión.
Otra cosa que me ha sorprendido es la crítica de algunos a que Zapatero hablara de la experiencia de gobierno del PP hace unos años. Si bien hablar de Alianza Popular en el 78 si es casi historia antigua, el mencionar la experiencia de gestión de los populares es algo perfectamente legítimo. Zapatero está defendiendo un proyecto, y lo compara con las políticas que aplicaba Rajoy y sus compañeros de partido (todos ellos en el mismo barco) no hace demasiado. Es perfectamente posible decir que lo que Rajoy aprobaba como ministro hace unos años es parecido a lo que sigue defendiendo ahora, así que comparar su obra de gobierno con la del PP no está en absoluto fuera de lugar. Si por añadido el líder conservador está criticando medidas que él impulsó como ministro (regularizar inmigrantes) o critica problemas que eran peores cuando él estaba en el gobierno (seguridad ciudadana), con aún más razón.
En una democracia, a los políticos los escogemos según lo que dicen y según cómo actúan. Hablar es gratis (por algo tengo una bitácora), tomar decisiones en un gobierno no lo es. Rajoy tiene en su currículum palabras y hechos, y hablar de ambos es perféctamente legítimo. Zapatero puede decir que el país va mejor con él que cuando Rajoy campaba por el ejecutivo para defender su gestión sin que eso sea "ataque a los gobiernos del PP". No, es defender que sus políticas dan mejor resultado, y listos.
Por último, un par de detalles sobre inmigración, que parece que algunos no se cansan de hablar de ello nunca. Para empezar, Rajoy acusando ayer a Zapatero de la entrada de 700.000 inmigrantes "por el norte" tiene bastante de cómico. Para empezar, la frontera con Francia es una línea administrativa, al menos por lo que a paso de personas se refiere. No es un lugar donde la Guardia Civil se pueda poner a controlar pasaportes, ya que milagros de la Unión Europea, hay libre circulación en casi todos los aspectos. Si los ilegales entran por Francia para venir aquí, el problema es europeo, no español. Y no se puede quejar del efecto llamada de las regularizaciones cuando fueron ellos los que las inventaron.
miércoles, mayo 31, 2006
martes, mayo 30, 2006
Debates y viejas fórmulas
Hace un año, Mariano Rajoy decidió optar en su discurso en el debate sobre el estado de la nación por un tono agresivo, hosco e intransigente. Acuso al gobierno de estar trabajando por una tregua de ETA que no era más que una fantasía, habló de catástrofe inminente en la economía, el fin de la unidad de España y varias predicciones apocalípticas más.
El resultado fue que en todas las encuestas posteriores al debate la valoración del PP y Rajoy cayera en picado.
Parece que en vista del fracaso de la táctica precedente el PP había aprendido algo, pidiendo que el terrorismo no se debatiera hoy (dejándolos en evidencia), quizás pensando que el ser agresivo no era una buena idea. Algo parecen haber aprendido. Quién sabe, quizás iba a dejar de lado los espantajos habituales de la derecha...
Pues no. Hoy el PP ha hablado de los malvados nacionalistas, seguridad e inmigración, o en otras palabras, de lo que entusiasma a los militantes de un partido conservador. Rajoy no ha hablado hacia el electorado en general, ha hecho un discurso dirigido a sus bases. Lejos de tratar de lanzar una gran alternativa de gobierno, o de tratar de parecer un hombre de estado, se ha quedado en la vieja triada que excita al votante habitual del PP, pero no emociona demasiado al resto. Y de hecho, ha criticado al gobierno en algunas materias en que ambos partidos están bastante de acuerdo.
Inmigración es el ejemplo más claro. Como comentaba hace unos días, la política de los dos grandes partidos en la materia es en general muy parecida, y bastante acertada. Rajoy se ha lanzado de forma un tanto irresponsable al populismo, asociando inmigración y crimen como tanto gusta a ciertos sectores de la derecha, pero la política de fondo (regularizar, fronteras seguras, pragmatismo) es la misma para ambos. Los problemas de seguridad ciudadana son los mismos ahora que cuando él estaba en interior; pedir más policia y dureza penal es gratis. La variable que más afecta la criminalidad es el nivel de pobreza, no el origen geográfico, así que la discusión era de hecho un tanto espúrea.
El único tema donde las divergencias parecen más reales es en las reformas estatutarias, pero incluso en este punto el PP está más cerca de lo que pretende. Los barones autonómicos periféricos que presuntamente obedecen al jefe de la oposición llevan una larga temporada derivando hacia el "separatismo", sin ir más lejos. Unos y otros se dan cuenta que el sistema de financiación autonómica actual no funciona, y están todos tratando de arreglar el chiringuito con entusiasmo.
Si algo se le puede y debe reprochar a este gobierno es que no ha mostrado ninguna clase de liderazgo en la reforma del sistema de financiación. El resultado ha sido este festival de reformas (impulsadas por PP, PSOE y nacionalistas por igual, aquí todo el mundo juega) que llevan camino de ofuscar aún más un sistema notoriamente obtruso. Todos los partidos saben que hacen falta cambios; por desgracia la tentación de hacer electoralismo barato es demasiado fuerte.
¿En qué ha quedado, de hecho, el debate de hoy? Lo cierto es que en bien poca cosa, dado que Rajoy no ha acudido al debate. Se dice a menudo que no es la oposición quien gana elecciones, es el gobierno que las pierde, y me parece que el líder del PP sabía que hoy Zapatero no era demasiado vulnerable. La economía va bien, el terrorismo puede que esté en vías de solución, las reformas que ha pasado el gobierno han sido bien recibidas (o pactadas a la baja), y uno tiene que ser muy paranoíco para creerse según que conspiraciones.
La reacción de Rajoy ha sido lógica. En vista que hoy no tenía demasiado que ganar, el jefe de los populares ha decidido no meterse en jaleos extraños, decir cosas que pudieran usarse en su contra (empezando con el terrorismo), y contentar a su base, a ver si vive un poco más tranquilo. Su discurso de hoy no ha sido un salto hacia la presidencia del gobierno, sino un reforzar su puesto de líder de la oposición.
El debate de hoy no lo ha ganado nadie, porque de hecho no se ha celebrado. Zapatero ha hablado al electorado que le apoya (los que miran el crecimiento económico) y al que quiere conservar (jóvenes), reconociendo los problemas por solucionar de la economía (productividad, inflación) sin entrar en detalles. Rajoy se ha dirigido a las bases que le garantizan su suelo electoral, y su supervivencia como líder del PP. El día de los centristas y ganar elecciones vendrá más tarde, si el gobierno comete errores.
El resultado fue que en todas las encuestas posteriores al debate la valoración del PP y Rajoy cayera en picado.
Parece que en vista del fracaso de la táctica precedente el PP había aprendido algo, pidiendo que el terrorismo no se debatiera hoy (dejándolos en evidencia), quizás pensando que el ser agresivo no era una buena idea. Algo parecen haber aprendido. Quién sabe, quizás iba a dejar de lado los espantajos habituales de la derecha...
Pues no. Hoy el PP ha hablado de los malvados nacionalistas, seguridad e inmigración, o en otras palabras, de lo que entusiasma a los militantes de un partido conservador. Rajoy no ha hablado hacia el electorado en general, ha hecho un discurso dirigido a sus bases. Lejos de tratar de lanzar una gran alternativa de gobierno, o de tratar de parecer un hombre de estado, se ha quedado en la vieja triada que excita al votante habitual del PP, pero no emociona demasiado al resto. Y de hecho, ha criticado al gobierno en algunas materias en que ambos partidos están bastante de acuerdo.
Inmigración es el ejemplo más claro. Como comentaba hace unos días, la política de los dos grandes partidos en la materia es en general muy parecida, y bastante acertada. Rajoy se ha lanzado de forma un tanto irresponsable al populismo, asociando inmigración y crimen como tanto gusta a ciertos sectores de la derecha, pero la política de fondo (regularizar, fronteras seguras, pragmatismo) es la misma para ambos. Los problemas de seguridad ciudadana son los mismos ahora que cuando él estaba en interior; pedir más policia y dureza penal es gratis. La variable que más afecta la criminalidad es el nivel de pobreza, no el origen geográfico, así que la discusión era de hecho un tanto espúrea.
El único tema donde las divergencias parecen más reales es en las reformas estatutarias, pero incluso en este punto el PP está más cerca de lo que pretende. Los barones autonómicos periféricos que presuntamente obedecen al jefe de la oposición llevan una larga temporada derivando hacia el "separatismo", sin ir más lejos. Unos y otros se dan cuenta que el sistema de financiación autonómica actual no funciona, y están todos tratando de arreglar el chiringuito con entusiasmo.
Si algo se le puede y debe reprochar a este gobierno es que no ha mostrado ninguna clase de liderazgo en la reforma del sistema de financiación. El resultado ha sido este festival de reformas (impulsadas por PP, PSOE y nacionalistas por igual, aquí todo el mundo juega) que llevan camino de ofuscar aún más un sistema notoriamente obtruso. Todos los partidos saben que hacen falta cambios; por desgracia la tentación de hacer electoralismo barato es demasiado fuerte.
¿En qué ha quedado, de hecho, el debate de hoy? Lo cierto es que en bien poca cosa, dado que Rajoy no ha acudido al debate. Se dice a menudo que no es la oposición quien gana elecciones, es el gobierno que las pierde, y me parece que el líder del PP sabía que hoy Zapatero no era demasiado vulnerable. La economía va bien, el terrorismo puede que esté en vías de solución, las reformas que ha pasado el gobierno han sido bien recibidas (o pactadas a la baja), y uno tiene que ser muy paranoíco para creerse según que conspiraciones.
La reacción de Rajoy ha sido lógica. En vista que hoy no tenía demasiado que ganar, el jefe de los populares ha decidido no meterse en jaleos extraños, decir cosas que pudieran usarse en su contra (empezando con el terrorismo), y contentar a su base, a ver si vive un poco más tranquilo. Su discurso de hoy no ha sido un salto hacia la presidencia del gobierno, sino un reforzar su puesto de líder de la oposición.
El debate de hoy no lo ha ganado nadie, porque de hecho no se ha celebrado. Zapatero ha hablado al electorado que le apoya (los que miran el crecimiento económico) y al que quiere conservar (jóvenes), reconociendo los problemas por solucionar de la economía (productividad, inflación) sin entrar en detalles. Rajoy se ha dirigido a las bases que le garantizan su suelo electoral, y su supervivencia como líder del PP. El día de los centristas y ganar elecciones vendrá más tarde, si el gobierno comete errores.
lunes, mayo 29, 2006
El dinosaurio Aena
Lo he comentado varias veces, y lo repito otra vez: Aena, el engendro monopolístico que gestiona casi la totalidad de los aeropuertos españoles, debe desaparecer. Hoy el comisario de transportes de la Unión Europea dice más o menos lo mismo, y con toda la razón del mundo.
Aparte de los argumentos ya señalados en repetidas ocasiones (ineficiencia, falsa redistribución, concentración del gasto), Jaques Barrot añade otra crítica muy relevante: el favoritismo del sistema hacia las compañías de bajo coste. Las aerolineas estilo Ryanair or Easyjet tienden a volar desde aeropuertos secundarios, donde el coste de los slots es menor debido a la menor demanda. El problema es que Aena cobra unas tasas por debajo del coste real de los servicios que presta en los aeropuertos pequeños, debido a la afición que tiene de subvencionar a los aeropuertos secundarios. El resultado es que las compañías que vuelan desde los aeropuertos grandes están de hecho pagando más de lo que deberían para subvencionar indirectamente a los listillos que vuelan desde los aeropuertos pequeños. Injusto para todos, empezando por los contribuyentes que usan Barajas, Palma y el Prat.
En fin, a ver si en Fomento se dan cuenta de una puñetera vez que hace falta cambiar cosas. El sistema actual hace más mal que bien a todo el mundo; desde a los aeropuertos grandes, que pierden recursos, a los pequeños, que ven bien pocas inversiones y no pueden competir según crean conveniente. Aena debe desaparecer.
Aparte de los argumentos ya señalados en repetidas ocasiones (ineficiencia, falsa redistribución, concentración del gasto), Jaques Barrot añade otra crítica muy relevante: el favoritismo del sistema hacia las compañías de bajo coste. Las aerolineas estilo Ryanair or Easyjet tienden a volar desde aeropuertos secundarios, donde el coste de los slots es menor debido a la menor demanda. El problema es que Aena cobra unas tasas por debajo del coste real de los servicios que presta en los aeropuertos pequeños, debido a la afición que tiene de subvencionar a los aeropuertos secundarios. El resultado es que las compañías que vuelan desde los aeropuertos grandes están de hecho pagando más de lo que deberían para subvencionar indirectamente a los listillos que vuelan desde los aeropuertos pequeños. Injusto para todos, empezando por los contribuyentes que usan Barajas, Palma y el Prat.
En fin, a ver si en Fomento se dan cuenta de una puñetera vez que hace falta cambiar cosas. El sistema actual hace más mal que bien a todo el mundo; desde a los aeropuertos grandes, que pierden recursos, a los pequeños, que ven bien pocas inversiones y no pueden competir según crean conveniente. Aena debe desaparecer.
¡Basta ya de remitir correos "graciosos"!
Estoy muy harto de cada día recibir montones de esos correos que la gente se dedica a remitir. Me refiero a los correos que presuntamente tienen algo de gracia, o llevan alguna imagen adjunta o un documento de PowerPoint, incluso últimamente gracias a la gran capacidad de los buzones de correos te mandan vídeos de varias megas.
Pues bien estoy muy cansado de recibir este tipo de correos, y lo que es peor, en mi caso siempre provienen de la misma persona. Que por lo que parece debe de tener poco trabajo para ir mirando los correos y remitiéndolos. Pues ya que dispone de poco trabajo, que por lo menos sea un poco crítica y solo remita los correos que tienen gracia (que sólo un 5% de los que manda la tienen).
Así que propongo que la gente deje de remitir correos con tonterías, o por lo menos que solo remita los que crea REALMENTE interesantes. Para los demás correos les informo que cerca del botón de remitir, encontraran otro que permite eliminarlos (si este botón existe, no se trata de un mito) que además es igual de divertido que remitir, pero con la diferencia de que no molestas a nadie.
PD: Mientras escribía ésto he recibido ni más ni menos que 2 correos de este tipo.
Pues bien estoy muy cansado de recibir este tipo de correos, y lo que es peor, en mi caso siempre provienen de la misma persona. Que por lo que parece debe de tener poco trabajo para ir mirando los correos y remitiéndolos. Pues ya que dispone de poco trabajo, que por lo menos sea un poco crítica y solo remita los correos que tienen gracia (que sólo un 5% de los que manda la tienen).
Así que propongo que la gente deje de remitir correos con tonterías, o por lo menos que solo remita los que crea REALMENTE interesantes. Para los demás correos les informo que cerca del botón de remitir, encontraran otro que permite eliminarlos (si este botón existe, no se trata de un mito) que además es igual de divertido que remitir, pero con la diferencia de que no molestas a nadie.
PD: Mientras escribía ésto he recibido ni más ni menos que 2 correos de este tipo.
viernes, mayo 26, 2006
Los chicos listos acaban en la carcel
Tras años de investigaciones, confesiones incriminatorias, y un largo juicio, los dos hombres al mando de Enron han sido finalmente condenados. La compañía que apareció de la nada para convertirse en la séptima mayor empresa del país desapareció aún más bruscamente, en una orgía de fraude, contabilidad creativa y estafa.
La historia ha sido analizada desde muchos y muy variados puntos de vista. Desde considerar a Enron un símbolo de todo lo podrido y corrupto del capitalismo, a una muestra de que el libre mercado puede incluso acabar con las empresas más grandes, ha habido de todo. Como de costumbre, la relevancia de la caida de Enron es mucho menor de lo que algunos dicen, pero mucho más compleja y preocupante de lo que parece. Veamos.
La historia de Enron, en su versión más simple, es una que hemos visto una y mil veces. Una empresa dice obtener beneficios increíbles aplicando una innovadora forma de inversión y organización que hará todos los que participen millonarios. Algunos inversores se lo creen, se apuntan al negocio, y hace que las acciones y la mágica apariencia de poder suba. Eso atrae más inversores, que se apuntan al carro confiando que la marea les hará también millonarios. Las acciones suben, la gente sigue invirtiendo... hasta que alguien les dan un toque en el hombro y les indica educadamente que de hecho la empresa no está haciendo nada más que perder dinero. La ley de la gravedad actua, y el tortazo es previsiblemente catastrófico para todo aquel que no saltara a tiempo.
En el caso de la compañía tejana, el esquema era algo más barroco, pero en esencia no mucho más complicado. Enron se dedicó durante años a crear complejas obras de ingeniería financiera para ocultar sus perdidas, mientras que contabilizaba beneficios a espuertas a base de imaginación y creatividad contable. A base de atraer admiración de todos, los directivos se hicieron millonarios gracias a las acciones que ellos mismos se otorgaban como pago, y a multitud de sociedades fantasma en paraisos fiscales. Cuando finalmente el juego de espejos se hizo insostenible, tras varias espectaculares operaciones fracasadas, vendieron como posesos y trataron de llevarse cuanto pudieron, antes que el chiringuito se derrumbara sobre la cabeza de miles de inversores.
Lo realmente increíble de la historia de Enron y su espectacular colapso no es tanto el hecho que fuera una pirámide financiera extraordinariamente creativa, sino la cantidad de gente que quedó convencida de su excelencia. Ya se sabe que el brillo del dinero puede ser cegador, sea uno inversor, político o periodista; pero en el caso de Enron la compañía se dedicó con un entusiasmo extraordinario a utilizar el sistema a su favor. En cierto sentido, Skilling y Lay, los autoproclamados "chicos más listos", trabajaron como estrellas mediáticas.
De un modo u otro Enron entendió que en la sociedad actual no es necesario ser invencible, basta con parecerlo. Y a esta tarea se dedicaron con entusiasmo, apuntándose a todas las fiestas. Enron fue a la vez el paradigma de la nueva economía, internet en grado superlativo; el modelo de la nueva gestión basada en los mercados para todo; el niño bonito de la política energética estratégica del partido republicano; y el ricachón honorable con fundaciones al estilo de los Rockefeller o Vanderbilt de antaño. Si había una moda (internet, liberalizar, sinergias, mercados emergentes, gnomos del jardín, lo que fuera) ahí estaba Enron llenando el escenario de acróbatas, jerga empresarial y beneficios presuntamente desorbitados.
El objetivo final de tanto circo era, evidentemente, hacer creer a quienes debían vigilarlos que estaban por encima de todo mal. Los accionistas, que nunca se pararon a mirar que sucedía. Los políticos, que se arrimaron al éxito con su habitual entusiasmo. Los periodistas, que tragaron sin rechistar el milagro. Y los auditores y bancos, que acabaron tan implicados en los desastres finacieros de la compañía que no se atrevieron a rechistar. En el caso de Andersen y algunos otros, apreciando tanto lo que ganaban por los contratos de la compañía que nunca se atrevieron a delatarla.
El resultado, una muestra de por qué la información es el elemento más crucial de cualquier mercado. Enron nunca hubiera sucedido si los controles, las instituciones que vigilan los mercados de valores hubieran funcionado. Los guardianes que velaban porque todas las partes estuvieran dando información cierta fueron cegados o corrompidos por una de las compañías que debían vigilar. Todos los actores, tanto públicos como privados, cayeron en la trampa, algunos incluso voluntariamente.
La caida de Enron no es, por tanto, una historia de egoismo, ambición desmesurada o de maldad de algunos directivos engreidos. Es un fracaso de los guardianes, que no despertaron hasta que fuera demasiado tarde. Un fracaso, en gran medida, político.
Las cosas han cambiado, y las leyes en Estados Unidos se han endurecido. No deja de ser un tributo a la inmensa fortaleza del sistema, y al mismo espíritu de este país, que un granjero, un director de colegio, un contable, un inspector naval, dos ingenieros, un secretario judicial, un dentista y un vendedor jubilado sean los que hayan enviado a Lay y Skilling a la cárcel.
Quizás sea el principio de un cambio en Estados Unidos. Quien sabe.
La historia ha sido analizada desde muchos y muy variados puntos de vista. Desde considerar a Enron un símbolo de todo lo podrido y corrupto del capitalismo, a una muestra de que el libre mercado puede incluso acabar con las empresas más grandes, ha habido de todo. Como de costumbre, la relevancia de la caida de Enron es mucho menor de lo que algunos dicen, pero mucho más compleja y preocupante de lo que parece. Veamos.
La historia de Enron, en su versión más simple, es una que hemos visto una y mil veces. Una empresa dice obtener beneficios increíbles aplicando una innovadora forma de inversión y organización que hará todos los que participen millonarios. Algunos inversores se lo creen, se apuntan al negocio, y hace que las acciones y la mágica apariencia de poder suba. Eso atrae más inversores, que se apuntan al carro confiando que la marea les hará también millonarios. Las acciones suben, la gente sigue invirtiendo... hasta que alguien les dan un toque en el hombro y les indica educadamente que de hecho la empresa no está haciendo nada más que perder dinero. La ley de la gravedad actua, y el tortazo es previsiblemente catastrófico para todo aquel que no saltara a tiempo.
En el caso de la compañía tejana, el esquema era algo más barroco, pero en esencia no mucho más complicado. Enron se dedicó durante años a crear complejas obras de ingeniería financiera para ocultar sus perdidas, mientras que contabilizaba beneficios a espuertas a base de imaginación y creatividad contable. A base de atraer admiración de todos, los directivos se hicieron millonarios gracias a las acciones que ellos mismos se otorgaban como pago, y a multitud de sociedades fantasma en paraisos fiscales. Cuando finalmente el juego de espejos se hizo insostenible, tras varias espectaculares operaciones fracasadas, vendieron como posesos y trataron de llevarse cuanto pudieron, antes que el chiringuito se derrumbara sobre la cabeza de miles de inversores.
Lo realmente increíble de la historia de Enron y su espectacular colapso no es tanto el hecho que fuera una pirámide financiera extraordinariamente creativa, sino la cantidad de gente que quedó convencida de su excelencia. Ya se sabe que el brillo del dinero puede ser cegador, sea uno inversor, político o periodista; pero en el caso de Enron la compañía se dedicó con un entusiasmo extraordinario a utilizar el sistema a su favor. En cierto sentido, Skilling y Lay, los autoproclamados "chicos más listos", trabajaron como estrellas mediáticas.
De un modo u otro Enron entendió que en la sociedad actual no es necesario ser invencible, basta con parecerlo. Y a esta tarea se dedicaron con entusiasmo, apuntándose a todas las fiestas. Enron fue a la vez el paradigma de la nueva economía, internet en grado superlativo; el modelo de la nueva gestión basada en los mercados para todo; el niño bonito de la política energética estratégica del partido republicano; y el ricachón honorable con fundaciones al estilo de los Rockefeller o Vanderbilt de antaño. Si había una moda (internet, liberalizar, sinergias, mercados emergentes, gnomos del jardín, lo que fuera) ahí estaba Enron llenando el escenario de acróbatas, jerga empresarial y beneficios presuntamente desorbitados.
El objetivo final de tanto circo era, evidentemente, hacer creer a quienes debían vigilarlos que estaban por encima de todo mal. Los accionistas, que nunca se pararon a mirar que sucedía. Los políticos, que se arrimaron al éxito con su habitual entusiasmo. Los periodistas, que tragaron sin rechistar el milagro. Y los auditores y bancos, que acabaron tan implicados en los desastres finacieros de la compañía que no se atrevieron a rechistar. En el caso de Andersen y algunos otros, apreciando tanto lo que ganaban por los contratos de la compañía que nunca se atrevieron a delatarla.
El resultado, una muestra de por qué la información es el elemento más crucial de cualquier mercado. Enron nunca hubiera sucedido si los controles, las instituciones que vigilan los mercados de valores hubieran funcionado. Los guardianes que velaban porque todas las partes estuvieran dando información cierta fueron cegados o corrompidos por una de las compañías que debían vigilar. Todos los actores, tanto públicos como privados, cayeron en la trampa, algunos incluso voluntariamente.
La caida de Enron no es, por tanto, una historia de egoismo, ambición desmesurada o de maldad de algunos directivos engreidos. Es un fracaso de los guardianes, que no despertaron hasta que fuera demasiado tarde. Un fracaso, en gran medida, político.
Las cosas han cambiado, y las leyes en Estados Unidos se han endurecido. No deja de ser un tributo a la inmensa fortaleza del sistema, y al mismo espíritu de este país, que un granjero, un director de colegio, un contable, un inspector naval, dos ingenieros, un secretario judicial, un dentista y un vendedor jubilado sean los que hayan enviado a Lay y Skilling a la cárcel.
Quizás sea el principio de un cambio en Estados Unidos. Quien sabe.
jueves, mayo 25, 2006
Anda, otro desleal
En las Baleares ha aparecido otro agente desleal que quiere romper España. Pide un estatuto de autonomía no como el catalán, sino más grande, más fuerte y con más dinero que ninguno. El susodicho traidor a la patria, sin embargo, parece no haber atraido aún las iras de Acebes, Zaplana y el colectivo unificado de martillo de herejes separatistas habituales, curiosamente.
La razón, supongo que por el partido político. La reforma la presenta el señor Jaume Matas, antiguo ministro de medio ambiente y presidente de la comunidad balear, y evidentemente miembro del PP.
¿Qué sucede? Pues resulta que el PP es un partido normal, no el monolito unificado que algún pretenden. La decisión de Jaume Matas, aunque se contradice frontalmente con los alaridos de la dirección del partido de los últimos dos años, es perfectamente lógica y consecuente.
Baleares, sencillamente, tiene el peor sistema de financiación autonómica posible (el mismo que Cataluña o Madrid) y quiere, como Cataluña, un sistema que sea menos abusivo. Como la supervivencia política de Matas depende de los votantes de las islas, y no lo que digan desde calle Génova, el hombre ha actuado en consecuencia y se ha pasado al bando de los periféricos asilvestrados. Digan lo que digan desde el centro, los presidentes autonómicos del PP saben que su futuro político no está asociado al de Mariano Rajoy, así que no dudarán ni un momento en actuar según sus intereses, y no los del partido, para ganar las siguientes elecciones. Entienden la lógica del sistema autonómico, y obran en consecuencia. Algo que, por otro lado, sus votantes agradecerán, evidentemente.
Por cierto, si miramos qué autonomía del PP sigue emperrada en actuar de espaldas a sus votantes, hablando de conservar un sistema que le perjudica, uno tiene bastante claro qué presidente autonómico tiene aspiraciones nacionales evidentes. Esperanza Aguirre está pidiendo el relevo en el 2008. Que Dios nos pille confesados.
La razón, supongo que por el partido político. La reforma la presenta el señor Jaume Matas, antiguo ministro de medio ambiente y presidente de la comunidad balear, y evidentemente miembro del PP.
¿Qué sucede? Pues resulta que el PP es un partido normal, no el monolito unificado que algún pretenden. La decisión de Jaume Matas, aunque se contradice frontalmente con los alaridos de la dirección del partido de los últimos dos años, es perfectamente lógica y consecuente.
Baleares, sencillamente, tiene el peor sistema de financiación autonómica posible (el mismo que Cataluña o Madrid) y quiere, como Cataluña, un sistema que sea menos abusivo. Como la supervivencia política de Matas depende de los votantes de las islas, y no lo que digan desde calle Génova, el hombre ha actuado en consecuencia y se ha pasado al bando de los periféricos asilvestrados. Digan lo que digan desde el centro, los presidentes autonómicos del PP saben que su futuro político no está asociado al de Mariano Rajoy, así que no dudarán ni un momento en actuar según sus intereses, y no los del partido, para ganar las siguientes elecciones. Entienden la lógica del sistema autonómico, y obran en consecuencia. Algo que, por otro lado, sus votantes agradecerán, evidentemente.
Por cierto, si miramos qué autonomía del PP sigue emperrada en actuar de espaldas a sus votantes, hablando de conservar un sistema que le perjudica, uno tiene bastante claro qué presidente autonómico tiene aspiraciones nacionales evidentes. Esperanza Aguirre está pidiendo el relevo en el 2008. Que Dios nos pille confesados.
Otra de recomendaciones (friki pride edition)
Citoyen, que es un imprudente, me pasa uno de esos memes que aparecen por la blogosfera de vez en cuando. Me pide recomendaciones, el pobre. Lo que no sabe es que hoy, 25 de mayo, es el día del Orgullo Friki.
Y yo, friki furibundo, voy a manifestar mi frikinidad en una orgullosa lista que apela a los más profundo del espíritu Jed... digo, humano. Ahí vamos.
Libros de entretenimiento:
Y yo, friki furibundo, voy a manifestar mi frikinidad en una orgullosa lista que apela a los más profundo del espíritu Jed... digo, humano. Ahí vamos.
Libros de entretenimiento:
- Watchmen, de Alan Moore y Dave Gibbons: es, sencillamente, la mejor novela gráfica de todos los tiempos, y una de las mejores obras literarias de las segunda mitad del siglo XX. Y no, en esto no bromeo. Es realmente un libro excepcional.
- La saga Aubrey-Maturin, de Patrick O'Brien: una serie de 20 novelas históricas ambientadas en la Royal Navy durante las guerras napoleónicas. Maravillosamente escritas, con realismo y amor por el detalle asombroso, y un desarrollo de personajes incomparable.
- Paranoia, el juego de rol: el ordenador es tu amigo, confia en el ordenador. ¿Eres féliz ciudadano? El ordenador te protege de los malvados traidores comunistas y mutantes. Si usted es un traidor, diríjase al centro de recreo, reeducación y eutanasia voluntaria forzosa más cercano.
- Identity in Formation: the Russian-speaking Populations in the Near Abroad, de David Laitin. El mejor libro sobre nacionalismo, identidades linguísticas y asimilación que he leído.
- Democracy and Redistribution, de Carles Boix: o por qué unos países tienen democracias estables y otros no. Absolutamente brillante.
- How Soccer Explains the World, de Franklin Foer. Mucho menos académico, pero igual de fascinante. Una mirada al futbol mundial y como este refleja el mundo en que vivimos.
- Ars Technica: el mejor lugar para saber qué se cuece en el mundo de las tecnologías en Estados Unidos.
- Urban Dead: juego online multijugador que sólo necesita un navegador de internet. Un apocalipsis zombie en Malton.
- Tranvia: la mejor dirección de la red para frikis treneros españoles. Sí, me gustan los trenes. Mucho. Les tiro fotos y tal. ¿Algún problema?
- Becker - Posner blog: dos economistas de élite (el primero, con un premio Nóbel) discuten sobre temas actuales. Magistral.
- Brad DeLong journal: otro economista americano. Muy bueno.
- Crooked Timber: un pelotón de científicos sociales habla de todo. Incluido Eurovisión. Muy, muy bueno.
- Serenity: ninjas, zombies, cowboys, contrabandistas, imperios malignos y cortesanas... ¡en el espacio!. Versión cinematográfica de Firefly, una de las mejores series de televisión canceladas antes de tiempo.
- Sin City: la mejor adaptación de un cómic jamás realizada. Estupenda.
- El Viaje de Chihiro: el maestro Miyazaki nos brinda su mejor película. Mágica, maravillosa.
- Apologies to Queen Mary, de Wolf Parade: Arcade Fire encuentra a Modest Mouse. Espectacular.
- Surfer Rosa, Pixies: porque explica todo lo que vendrá después.
- Antics, Interpol: porque invocar el espíritu de Joy Division mola.
miércoles, mayo 24, 2006
Métricas del debate perdido
Siguiendo con mi tradición de tratar de adecentar el debate en la red, hoy ofrezco la secuela a la legendaria lista de muletillas estúpidas que tanto "éxito" tuvo. En la entrada de hoy, un compedio de argumentos utilizados en un debate que señalan, claramente, que ese ponente ha perdido esa ronda.
Se anima a los contertulios, por tanto, a abstenerse de usar estas estupideces tanto en sus artículos como en los comentarios, so pena de ser objeto de mofa, escarnio y humillación en la plaza del pueblo. Si todos colaboramos, podemos tener una red mejor.
No que la lista anterior cambiara nada, pero bueno...
Se anima a los contertulios, por tanto, a abstenerse de usar estas estupideces tanto en sus artículos como en los comentarios, so pena de ser objeto de mofa, escarnio y humillación en la plaza del pueblo. Si todos colaboramos, podemos tener una red mejor.
No que la lista anterior cambiara nada, pero bueno...
- Recurrir al diccionario: si para debatir un concepto o una argumentación alguien dice "según la RAE", ha perdido automáticamente la ronda. Aburrir al público con semántica es huir de las ideas de fondo.
- Comparar con Hitler: ley de Godwin. Perdiste el debate.
- Hablar de historia medieval: si para justificar un argumento se tiene que sacar a pasear gente que lleva más de cien años muerta, has perdido. Las aventuras de Rafael Casanovas, los Reyes Católicos, Wilfredo el Peludo, Don Pelayo o Chanquete no son explicaciones racionales sobre la política democrática presente.
- "Sectario": llamar al otro sectario es saltar de cabeza al pozo de la irrelevancia. No dice nada de la opinión de fondo o el tema en debate el acusar al oponente de ser partidista; es como criticar a alguien por ser del Barça.
- Confundir la parte con el todo: hablar de "la progresía" o "los neoliberales" para después proceder a comparar al oponente con Castro, Stalin, Pinochet o los Gnomos de Zurich es evitar el debate. El crimen por asociación no es un argumento válido.
- Anecdota contra datos: cuando alguien expone un argumento con datos, decir que tu primo tuvo un accidente y que le pasó algo terrible no te hace más que parecer un idiota. Si la probabilidad de morir atacado por conejos de dientes puntiagudos es escasa, que a tí te muerda uno no demuestra una epidemia.
- Teoría contra datos: si la escuela Rutena de análisis estructural del mercado del congrio dice que una subida del precio aumenta el consumo, y los datos no lo demuestran, el problema lo tiene la escuela Rutena de análisis estructural, no el congrio.
- Proclamar lo autoevidente: decir cosas como "explotación del mercado", "intervención estatista ineficiente" o "efecto de la globalización" sin un argumento detrás no sirve. En especial cuando la proclamación autoevidente está empotrándose contra un sólido muro de datos objetivos.
- Hombre de paja: acusar a alguien de estar a favor de algo que no ha dicho a base de retorcer sus palabras es tener ganas de parecer analfabeto. Cualquier falacia lógica es igual de irritante, pero esta parece ser la preferida por todos.
¿ A quién hacemos caso ?
Resulta que mientras Acebes y Zaplana andaban anteayer alegremente rebuznando una negativa nuclear, total y absoluta a ni siquiera mirar en dirección a Euskadi por miedo que eso fuera una concesión a ETA, Rajoy ha acabado saliendo a matizar a sus presuntos subordinados.
Con perdón, pero algo no cuadra. Si el líder de un partido tiene que recurrir a conversaciones informales con periodistas para hacerse el razonable, sin desautorizar en voz alta a dos tipos que figura son sus portavoces, aquí hay un problema. No puede ser que un partido sea histérico en público y pretenda actuar de forma lógica en privado, y aún más en un tema donde cualquier exceso teatral sobra.
A no ser que PP y PSOE estén de acuerdo en lo básico y jugando a poli bueno / poli malo en público, Rajoy debe empezar a plantearse qué hacer con este sector del partido emperrado en adelantarle por la derecha. Tenía entendido que el jefe era él, vamos. En fin, sigue con el problema de siempre, y parece que no se atreve a arreglarlo.
Con perdón, pero algo no cuadra. Si el líder de un partido tiene que recurrir a conversaciones informales con periodistas para hacerse el razonable, sin desautorizar en voz alta a dos tipos que figura son sus portavoces, aquí hay un problema. No puede ser que un partido sea histérico en público y pretenda actuar de forma lógica en privado, y aún más en un tema donde cualquier exceso teatral sobra.
A no ser que PP y PSOE estén de acuerdo en lo básico y jugando a poli bueno / poli malo en público, Rajoy debe empezar a plantearse qué hacer con este sector del partido emperrado en adelantarle por la derecha. Tenía entendido que el jefe era él, vamos. En fin, sigue con el problema de siempre, y parece que no se atreve a arreglarlo.
martes, mayo 23, 2006
La "epidemia" del chalet
La última obsesión mediática de algunos es la epidemia de robos a chalets y urbanizaciones de estas últimas semanas. Los ladrones entran en una casa, retienen a los inquilinos por la fuerza, y se llevan todo lo que haya de valor, aprovechando el aislamiento relativo de la vivienda.
Es hora de dar una mala noticia a los propietarios de chalets: se lo han buscado.
Suena cruel, pero es cierto. El origen de estos robos no es tanto la falta de protección policial y la indefensión de las víctimas, si no lo difícil que resulta proteger a una población que vive dispersa y lejos de sus vecinos. La culpa no es del ministro del interior, si no de los gobiernos locales que permiten a la gente esparcirse alegremente por un territorio sin tener en cuenta que los costes de seguridad suben en consecuencia.
El problema es sencillo. Cuando uno vive en una zona de clase alta densamente poblada (pongamos el Paseo de Gracia o el barrio de Salamanca), hay muchos factores que contribuyen a que la criminalidad sea más baja. El primero, y más evidente, es que cada policia que se asigne a la zona cubre muchísima más población de manera efectiva que en una urbanización dispersa, haciendo el gasto mucho más eficiente. No sólo cada agente puede cubrir a más gente, si no que hay mucha más población pagando impuestos para cubrir los costes de seguridad, así que las autoridades pueden proteger el barrio mucho más fácilmente.
El segundo elemento es la misma actividad del barrio, y la proximidad de otros vecinos. En una zona densamente poblada, incluso de noche, siempre hay muchísima más actividad y más pares de ojos vigilando que no haya gente con pasamontañas escalando balcones. Aparte de eso, un grito de ayuda puede fácilmente despertar toda una escalera, poniendo a la policía sobre aviso rápidamente. La misma densidad hace que los costes de vigilancia desciendan, ya que hay muchas más oportunidades de control por parte de terceros sin coste adicional.
Con las urbanizaciones tenemos de nuevo una variante del problema de (oh milagro) las externalidades negativas. El vivir aislado en un chalet con tu jardín y tu casa para tu solo es algo muy bello, bucóllico y opulento, pero tiene unos costes reales mayores de los que muchos propietarios pagan realmente. La dispersión de la población encarece, y mucho, la prestación de todos los servicios a una vivienda: transportar la electricidad es más caro, llevar agua corriente es más complicado, el mantenimiento de los accesos es menos eficiente (ya que se usan mucho menos) y el dar protección policial es mucho más difícil.
En casi todas partes, todos estos servicios son pagados al mismo precio (sea directo, sea mediante impuestos) que los que habitan en nucleos densos, que no tienen ninguno de estos problemas de sobrecoste, pero acaban subvencionando a los que se pueden permitir un chalet. Es habitual que los municipios se dediquen a autorizar urbanizaciones, pero después no sean capaces o no quieran cobrar los altos impuestos necesarios para financiar una policía local decente.
Cuando la consellera Tura sugería que los propietarios pusieran alarmas, no iba desencaminada. Los que viven en chalets, demasiado a menudo, están cargando el alto coste de su vivir solitos al resto de la sociedad; ya va siendo hora que paguen su parte.
A todo esto, si se miran los datos de criminalidad en agregado, lo de los chalets es una anécdota magnificada por los periodistas. La inmensa mayoría de las víctimas de delitos son gente de clase baja y media-baja, no las clases altas que tanto se exclaman cuando esto les sucede a ellos. Para variar, una buena historia es más importante que dar una buena imagen de lo que sucede realmente.
Es hora de dar una mala noticia a los propietarios de chalets: se lo han buscado.
Suena cruel, pero es cierto. El origen de estos robos no es tanto la falta de protección policial y la indefensión de las víctimas, si no lo difícil que resulta proteger a una población que vive dispersa y lejos de sus vecinos. La culpa no es del ministro del interior, si no de los gobiernos locales que permiten a la gente esparcirse alegremente por un territorio sin tener en cuenta que los costes de seguridad suben en consecuencia.
El problema es sencillo. Cuando uno vive en una zona de clase alta densamente poblada (pongamos el Paseo de Gracia o el barrio de Salamanca), hay muchos factores que contribuyen a que la criminalidad sea más baja. El primero, y más evidente, es que cada policia que se asigne a la zona cubre muchísima más población de manera efectiva que en una urbanización dispersa, haciendo el gasto mucho más eficiente. No sólo cada agente puede cubrir a más gente, si no que hay mucha más población pagando impuestos para cubrir los costes de seguridad, así que las autoridades pueden proteger el barrio mucho más fácilmente.
El segundo elemento es la misma actividad del barrio, y la proximidad de otros vecinos. En una zona densamente poblada, incluso de noche, siempre hay muchísima más actividad y más pares de ojos vigilando que no haya gente con pasamontañas escalando balcones. Aparte de eso, un grito de ayuda puede fácilmente despertar toda una escalera, poniendo a la policía sobre aviso rápidamente. La misma densidad hace que los costes de vigilancia desciendan, ya que hay muchas más oportunidades de control por parte de terceros sin coste adicional.
Con las urbanizaciones tenemos de nuevo una variante del problema de (oh milagro) las externalidades negativas. El vivir aislado en un chalet con tu jardín y tu casa para tu solo es algo muy bello, bucóllico y opulento, pero tiene unos costes reales mayores de los que muchos propietarios pagan realmente. La dispersión de la población encarece, y mucho, la prestación de todos los servicios a una vivienda: transportar la electricidad es más caro, llevar agua corriente es más complicado, el mantenimiento de los accesos es menos eficiente (ya que se usan mucho menos) y el dar protección policial es mucho más difícil.
En casi todas partes, todos estos servicios son pagados al mismo precio (sea directo, sea mediante impuestos) que los que habitan en nucleos densos, que no tienen ninguno de estos problemas de sobrecoste, pero acaban subvencionando a los que se pueden permitir un chalet. Es habitual que los municipios se dediquen a autorizar urbanizaciones, pero después no sean capaces o no quieran cobrar los altos impuestos necesarios para financiar una policía local decente.
Cuando la consellera Tura sugería que los propietarios pusieran alarmas, no iba desencaminada. Los que viven en chalets, demasiado a menudo, están cargando el alto coste de su vivir solitos al resto de la sociedad; ya va siendo hora que paguen su parte.
A todo esto, si se miran los datos de criminalidad en agregado, lo de los chalets es una anécdota magnificada por los periodistas. La inmensa mayoría de las víctimas de delitos son gente de clase baja y media-baja, no las clases altas que tanto se exclaman cuando esto les sucede a ellos. Para variar, una buena historia es más importante que dar una buena imagen de lo que sucede realmente.
Advertencia cinematográfica: Da Vinci
Lo diré rápido, porque este engendro no merece más: la película es una auténtica mierda. Cuando el diálogo es tan malo que hace que el libro original suene como Shakespeare, uno tiene un problema. La cosa perpetrada por Ron Howard sufre de los tics que hacen cierto cine contemporaneo insoportable: efectos digitales innecesarios, ruidos ominosos, cámara moviéndose de forma histérica y una alergia absurda a mostrar dos personas inteligentes hablando. Una catástrofe.
En fin, el libro no es que fuera Cervantes (más bien lo contrario), pero hacer de unos personajes malos algo aún peor tiene cierto mérito. Hay más de una escena que produce risa floja por lo mala, no por otra cosa. No malgasteis el dinero, ni de broma. Horrible.
En fin, el libro no es que fuera Cervantes (más bien lo contrario), pero hacer de unos personajes malos algo aún peor tiene cierto mérito. Hay más de una escena que produce risa floja por lo mala, no por otra cosa. No malgasteis el dinero, ni de broma. Horrible.
lunes, mayo 22, 2006
De secesiones y errores variados
Mientras que la secesión de Montenegro obtiene el coro de aprobados nacionalistas habitual y el histérico griterío de los que claman que no es comparable con nada, etcétera, yo me voy a poner a criticar el método empleado, para variar.
Mi problema es que no, una mayoría de un 55% no me parece suficiente para justificar una secesión, y más si está aislada en el tiempo. El resultado del plebiscito ha sido influido muy probablemente con la negativa de la Unión Europea a admitir a Serbia en el club de los posibles miembros esta misma semana. El mismo voto, una semana antes, probablemente no hubiera llegado al mínimo exigido para la secesión.
Me voy a citar a mí mismo, para variar, refiriéndome a las (ligeramente draconianas) condiciones que un referéndum de secesión debería cumplir:
Mi problema es que no, una mayoría de un 55% no me parece suficiente para justificar una secesión, y más si está aislada en el tiempo. El resultado del plebiscito ha sido influido muy probablemente con la negativa de la Unión Europea a admitir a Serbia en el club de los posibles miembros esta misma semana. El mismo voto, una semana antes, probablemente no hubiera llegado al mínimo exigido para la secesión.
Me voy a citar a mí mismo, para variar, refiriéndome a las (ligeramente draconianas) condiciones que un referéndum de secesión debería cumplir:
Sigo con la misma opinión, la verdad. Me temo que como de costumbre, la Unión Europea la ha pifiado en los Balcanes. Una tradición centenaria.
De hecho, soy de la opinión que serían necesarias dos impecables mayorías cualificadas (60% mínimo) en dos votaciones separadas por dos años para que estuviera justificada. Si se quiere hilar más fino, exigiría incluso mayorías simples a favor de todas las provincias en cada votación.(...)
Un cambio tan drástico como una secesión necesita no sólo una solución basada en una lógica democrática, sino una mayoría impecable y estable en el tiempo. No se puede hablar de una simple decisión mayoritaria si se crea un nuevo estado con una inmensa minoría cabreada, abandonada a su suerte por quien les echa de lo que quieren sea su país. Sospecho que esto los nacionalista mayoritarios (PNV y CiU) lo saben, y por eso se pasan la vida pidiendo organizaciones raras. Son muy conscientes que una secesión más que solucionar problemas los causaría, y prefieren autonomías amplias.
El partido del no
El hacer oposición a base de profecías apocalípticas tiene sus problemas. El mayor de todos ellos, claro está, es cuando el desastre que predicen no se cumple. Al PP lo pillaron a contrapié cuando ETA declaró un alto el fuego que ellos clamaron imposible y fantasioso, y ahora me temo que se van a dar un tortazo aún mayor cuando las concesiones que dicen ver por todas partes resulten no ser nada.
La cuestión, claro está, es que Zapatero ha dicho que va a comunicar a los partidos el mes que viene el inicio del proceso de diálogo con la banda armada "sólo para poner fin a la violencia". La respuesta del PP ha sido la habitual: dar más credibilidad a las declaraciones de una banda terrorista que a las del presidente del gobierno. Acebes y su idea de lealtad a su gobierno es darle la razón a quien él califica de enemigos, en una pirueta lógica típica de los populares estos días. No importa que el gobierno vaya a reunirse con ellos en el pacto antiterrorista o que vaya a hablar con los partidos en el Congreso, lo suyo es no creer, no apoyar, y acabar quedándose solo, repitiendo eso que tienen diez millones de votos.
En fin, que sigan hablando de rendición imaginaria y sigan saliendo a la calle en números decrecientes. El PP parece convencido en que la mejor manera de tratar la tregua de ETA es convertirla en un problema, no verla como una oportunidad. Están a un paso de torpedear el proceso activamente. Así les va.
Por cierto, la AVT sigue obsesionada con su idea que a los terroristas se los condena en su nombre y como compensación para su sufrimiento. Pues mira, no. En España se condena en nombre del Rey, no para darle el gusto a las víctimas. El juez aplica la ley, no la venganza de Alcaraz. Ya se sabe, estado de derecho, imperio de la ley, etcétera. El estado les dará, si así se decide, palmaditas en la espalda, pero el derecho a escoger el destino de los asesinos. Comprendo el dolor de las víctimas, pero ese dolor no les da derecho de veto.
La cuestión, claro está, es que Zapatero ha dicho que va a comunicar a los partidos el mes que viene el inicio del proceso de diálogo con la banda armada "sólo para poner fin a la violencia". La respuesta del PP ha sido la habitual: dar más credibilidad a las declaraciones de una banda terrorista que a las del presidente del gobierno. Acebes y su idea de lealtad a su gobierno es darle la razón a quien él califica de enemigos, en una pirueta lógica típica de los populares estos días. No importa que el gobierno vaya a reunirse con ellos en el pacto antiterrorista o que vaya a hablar con los partidos en el Congreso, lo suyo es no creer, no apoyar, y acabar quedándose solo, repitiendo eso que tienen diez millones de votos.
En fin, que sigan hablando de rendición imaginaria y sigan saliendo a la calle en números decrecientes. El PP parece convencido en que la mejor manera de tratar la tregua de ETA es convertirla en un problema, no verla como una oportunidad. Están a un paso de torpedear el proceso activamente. Así les va.
Por cierto, la AVT sigue obsesionada con su idea que a los terroristas se los condena en su nombre y como compensación para su sufrimiento. Pues mira, no. En España se condena en nombre del Rey, no para darle el gusto a las víctimas. El juez aplica la ley, no la venganza de Alcaraz. Ya se sabe, estado de derecho, imperio de la ley, etcétera. El estado les dará, si así se decide, palmaditas en la espalda, pero el derecho a escoger el destino de los asesinos. Comprendo el dolor de las víctimas, pero ese dolor no les da derecho de veto.
viernes, mayo 19, 2006
Haciéndome quedar mal
Hará cosa de unos meses andaba yo por aquí alabando entre grandes aspavientos la política lingüística de los Estados Unidos, país que no tiene lengua oficial. Bueno, pues para llevar la contraria, el Senado americano está barajando propuestas legislativas que harían del inglés la lengua nacional del país, cacharreando con las leyes de inmigración.
Ojo, nacional y oficial no es lo mismo. Para empezar, los mismos legisladores entienden que es algo simbólico; hablar del inglés como lengua nacional es como hacer que The Star Spangled Banner fuera el himno nacional en 1931. No tendría, en principio, efectos prácticos, y de hecho para dejarlo claro han pasado otra resolución que habla de "lenguaje común y unificador". Cosas como papeletas de voto bilingües (algo que en España aún no hemos visto) o intérpretes gratuitos en los juzgados (idem) son específicamente mantenidos, entre otras cosas. La idea de "nacional" y uso de la lengua que tienen aquí es mucho más liberal que en Europa, afortunadamente.
La ley tardará en aprobarse, y como debe pasar aún por unos cuantos comités, pactarse con la cámara de representantes y sobrevivir aún una temporadita más en la jungla legislativa americana, no estoy seguro que acabé en el texto definitivo.De todos modos, es un paso en la dirección equivocada para un país que en inmigración siempre ha hecho las cosas bien.
Ojo, nacional y oficial no es lo mismo. Para empezar, los mismos legisladores entienden que es algo simbólico; hablar del inglés como lengua nacional es como hacer que The Star Spangled Banner fuera el himno nacional en 1931. No tendría, en principio, efectos prácticos, y de hecho para dejarlo claro han pasado otra resolución que habla de "lenguaje común y unificador". Cosas como papeletas de voto bilingües (algo que en España aún no hemos visto) o intérpretes gratuitos en los juzgados (idem) son específicamente mantenidos, entre otras cosas. La idea de "nacional" y uso de la lengua que tienen aquí es mucho más liberal que en Europa, afortunadamente.
La ley tardará en aprobarse, y como debe pasar aún por unos cuantos comités, pactarse con la cámara de representantes y sobrevivir aún una temporadita más en la jungla legislativa americana, no estoy seguro que acabé en el texto definitivo.De todos modos, es un paso en la dirección equivocada para un país que en inmigración siempre ha hecho las cosas bien.
La otra caja de Pandora
Quizás algunos de vosotros ya conoceréis el proyecto Pandora, pero para los que no habéis oído hablar dejad me comentar alguna cosilla de esto proyecto, estoy seguro que más de uno se va a animar a probarlo.
Pandora es un sistema automatizado de recomendación de canciones que forma parte del "Music Genome Project". Ya se que esto suena un poco extraño, y seguro que algunos de vosotros podrías pensar: "Que tiene de complicado esto, cualquiera (incluso las discográficas) podrían añadir unos nombres de artistas en una lista y que de forma aleatoria fuera sacando nombres de sus canciones".
Pues bien nada más lejos de la realidad, ya que es el usuario quien da un nombre de artista o de una canción, y el sistema busca otras canciones/artistas que (musicalmente hablando) sean parecidos o suenen de manera similar. Para cada nueva opción que te da puedes escuchar la canción (y entera!!), y votar sobre si es de tu gusto o por el contrario no la soportas y así poder ir recomendándote nuevas canciones según tus gustos.
Actualmente Pandora sólo está disponible para usuarios de EEUU, pero com la única comprobación que hace es el código ZIP del lugar de residencia, facilmente uno puedo inventarse/encontrar alguno. Además si te registras tienes dos opciones disponibles la de pago, o la gratuita (en la que de vez en cuando te incluyen unos cuantos anuncios).
En resumen, para un usuario final Pandora se convierte en una radio online perfecta, donde puedes pasarte horas escogiendo canciones y escuchando recomendaciones durante horas. La verdad es que vale la pena, os animo a que le echéis un vistazo a: http://www.pandora.com
Pandora es un sistema automatizado de recomendación de canciones que forma parte del "Music Genome Project". Ya se que esto suena un poco extraño, y seguro que algunos de vosotros podrías pensar: "Que tiene de complicado esto, cualquiera (incluso las discográficas) podrían añadir unos nombres de artistas en una lista y que de forma aleatoria fuera sacando nombres de sus canciones".
Pues bien nada más lejos de la realidad, ya que es el usuario quien da un nombre de artista o de una canción, y el sistema busca otras canciones/artistas que (musicalmente hablando) sean parecidos o suenen de manera similar. Para cada nueva opción que te da puedes escuchar la canción (y entera!!), y votar sobre si es de tu gusto o por el contrario no la soportas y así poder ir recomendándote nuevas canciones según tus gustos.
Actualmente Pandora sólo está disponible para usuarios de EEUU, pero com la única comprobación que hace es el código ZIP del lugar de residencia, facilmente uno puedo inventarse/encontrar alguno. Además si te registras tienes dos opciones disponibles la de pago, o la gratuita (en la que de vez en cuando te incluyen unos cuantos anuncios).
En resumen, para un usuario final Pandora se convierte en una radio online perfecta, donde puedes pasarte horas escogiendo canciones y escuchando recomendaciones durante horas. La verdad es que vale la pena, os animo a que le echéis un vistazo a: http://www.pandora.com
La ley de las consecuencias no intencionadas
Se queja el PP (y con razón) que la campaña de la Generalitat para incentivar la participación en el referéndum estatutario bordea peligrosamente el autobombo partidista. Oh desgracia, la ley del gobierno Zapatero que prohibe las campañas de propaganda institucional sólo se refiere al gobierno central, no las autonomías. ¿Por qué?
En parte, porque el PP votó que fuera así en el Senado a finales de Noviembre. Cuando el gobierno se quejaba (con razón) de las campañas de autobombo sanitario de Esperanza Aguirre, el PP corrió a cargarse la limitación de la propaganda autonómica pactando con el PNV. Ahora que el tripartito hace lo mismo, resulta que están muy ofendidos, etcétera. La doblelengua ataca de nuevo.
Siguiendo con la tontería popular de la semana, la indignación que muestran por la (estúpida y demagógica) campaña del PSC para el referéndum parece también una oda a la hipocresía. Quejarse de injurias y calumnias tras pasarse un año diciendo que los catalanes oprimen, que Zapatero es un bobo solemne, que el estatuto está tutelado por ETA, presentando firmas ficticias contra un proyecto aprobado por el 90% del parlamento autonómico, hablando de persecuciones lingüísticas o persiguiendo boicots y empresas catalanas varias, es sencillamente patético.
Y no, no estoy haciendo eso de "y tú más"; creo que el PSC ha metido la pata hasta el fondo. No porque no esté diciendo algo que no es cierto (porque el tiro al catalán dialéctico del PP es innegable) si no porque esta clase de campañas negativas no deberían estar nunca en política. Por alguna razón el líder de la oposición saca un patético 3,97 en las encuestas. Como repito a menudo, echar mierda con un ventilador acaba por dejar a todo el mundo cubierto de ella.
Actualización:
comenta Javier Ortiz, y creo que la clava, que esta campaña del PSC es más contra ERC que contra el minúsculo voto del PP en Cataluña. Piqué y compañía, mal que les pese a algunos, no sacarán noes en un volumen significativo ellos sólos; de hecho su electorado era el más desmovilizado en las encuestas.
Los temores del PSC son otros, la abstención y la movilización de Esquerra. Contra la abstención, no hay más receta que poner histérico al PP, que es como el hombre del saco en Cataluña (así les va). Para dañar a ERC, nada mejor que recordarles que su "no" será utilizado por Acebes, Rajoy y compañía para seguir dando la vara.
Una táctica malvada y francamente sucia, aunque inteligente. Lo que quedará en la memoria no será la querella del PP, si no el resultado del referéndum. No es una forma bonita de hacer política, la verdad, pero es inteligente.
En parte, porque el PP votó que fuera así en el Senado a finales de Noviembre. Cuando el gobierno se quejaba (con razón) de las campañas de autobombo sanitario de Esperanza Aguirre, el PP corrió a cargarse la limitación de la propaganda autonómica pactando con el PNV. Ahora que el tripartito hace lo mismo, resulta que están muy ofendidos, etcétera. La doblelengua ataca de nuevo.
Siguiendo con la tontería popular de la semana, la indignación que muestran por la (estúpida y demagógica) campaña del PSC para el referéndum parece también una oda a la hipocresía. Quejarse de injurias y calumnias tras pasarse un año diciendo que los catalanes oprimen, que Zapatero es un bobo solemne, que el estatuto está tutelado por ETA, presentando firmas ficticias contra un proyecto aprobado por el 90% del parlamento autonómico, hablando de persecuciones lingüísticas o persiguiendo boicots y empresas catalanas varias, es sencillamente patético.
Y no, no estoy haciendo eso de "y tú más"; creo que el PSC ha metido la pata hasta el fondo. No porque no esté diciendo algo que no es cierto (porque el tiro al catalán dialéctico del PP es innegable) si no porque esta clase de campañas negativas no deberían estar nunca en política. Por alguna razón el líder de la oposición saca un patético 3,97 en las encuestas. Como repito a menudo, echar mierda con un ventilador acaba por dejar a todo el mundo cubierto de ella.
Actualización:
comenta Javier Ortiz, y creo que la clava, que esta campaña del PSC es más contra ERC que contra el minúsculo voto del PP en Cataluña. Piqué y compañía, mal que les pese a algunos, no sacarán noes en un volumen significativo ellos sólos; de hecho su electorado era el más desmovilizado en las encuestas.
Los temores del PSC son otros, la abstención y la movilización de Esquerra. Contra la abstención, no hay más receta que poner histérico al PP, que es como el hombre del saco en Cataluña (así les va). Para dañar a ERC, nada mejor que recordarles que su "no" será utilizado por Acebes, Rajoy y compañía para seguir dando la vara.
Una táctica malvada y francamente sucia, aunque inteligente. Lo que quedará en la memoria no será la querella del PP, si no el resultado del referéndum. No es una forma bonita de hacer política, la verdad, pero es inteligente.
jueves, mayo 18, 2006
Pasando la factura a otros : las externalidades
En muchas ocasiones, una persona hace algo sin pagar por las consecuencias. Cuando alguien aparca en doble fila y crea un embudo en una calle, el tiempo perdido de los conductores en el atasco lo pagan ellos, sin que el infractor tenga ningún coste si no es multado. Si alguien está bebiendo en la calle y tira la botella en una porteria al acabar, el coste de limpiar lo pagan los vecinos, no él. Cuando un amigo pesado envía un chiste a sus 200 contactos por correo electrónico, el coste de ancho de banda y almacenar la broma (y borrarla sin leerla) cae sobre todos menos él.
Estas conductas irritantes no son exclusivas a los conductores, borrachos y spammers que pueblan el planeta, si no que son llevadas a cabo en otra escala por algunos agentes económicos. En la jerga de los economistas, los efectos de esta clase de conductas son llamados externalidades negativas, y son un problema muy extendido en las economías de mercado.
El ejemplo clásico de estas conductas es el de una fábrica contaminante. Supongamos que al lado de una ciudad hay una vieja fábrica que produce gnomos de jardín, que llena el aire de toda clase de productos nocivos y produce lluvia ácida. Los costes que paga la fábrica a la hora de producir son la materia prima, mantenimiento y la mano de obra, y sus beneficios son los derivados de vender gnomos de jardín (malvadamente) a todos los rincones del mundo.
El problema, claro está, es que estos no son todos los costes. Los vecinos de la ciudad se pasan más tiempo enfermos, debido a la mala calidad del aire que respiran. El ayuntamiento se gasta más dinero limpiando calles y arreglando jardines, ya que la lluvia ácida deja todo hecho un desastre. El agua es más cara, ya que se debe gastar más dinero en sanearla. Sí, algunos vecinos trabajan en la fábrica, pero la empresa está provocando unos costes adicionales a todo el mundo que ella no paga. La contaminación, en este caso, es una externalidad negativa; un coste a terceros no pagado por quien lo provoca.
La solución más lógica, desde el punto de vista del libre mercado, acostumbra a ligarse a otorgar derechos de propiedad. En el caso del borracho tirando una botella, por ejemplo, el portero del edificio puede salir a pegar gritos y evitar que nadie le tire nada en el recibidor. Si el recurso utilizado es propiedad de alguien, este puede pedir cuentas a quien provoca la externalidad pidiéndole una compensación.
El problema, claro está, es que a veces delimitar derechos de propiedad es como mínimo complicado. En el ejemplo de la fábrica, la propiedad del aire es algo difícil de solucionar de manera sencilla. Sí, se podría crear una sociedad de propietarios de aire alredor de la fábrica, a los que el empresario debería pagar un alquiler para "aparcar" la contaminación, pero aparte de ser un arreglo extraño (como poco), tenemos la pequeña cuestión de quién incluir, que el humo viaja lejos. El problema se agrava, evidentemente, cuando el productor de estas externalidades no es un actor unitario, si no una multitud. Tratar de negociar derechos de propiedad del aire para todos los conductores del planeta tierra es algo cuanto menos complicado.
La respuesta habitual, en casi todo el mundo, es recurrir al estado y regulación. Para evitar que una empresa genere costes contaminando, se pueden crear leyes que limiten las emisiones, o impuestos que graven la contaminación y paguen parte de los costes. El estado decide (en el mejor de los casos) acorde con las preferencias de los votantes, y las empresas no tienen más que aguantarse.
Esta solución, como todas las cosas, tiene sus problemas. Para empezar, calcular los costes de las externalidades es complicado, incluso cuando los derechos de propiedad están bien establecidos. La regulación estatal puede quedarse corta o pasarse de estricta, generando en ambos casos una asignación ineficiente de recursos.
Una legislación demasiado estricta (por ejemplo, prohibir las centrales nucleares) puede hacer que la economía dedique dinero a espuertas en empresas peores (quemando carbón o arrasando valles con embalses), o hacer que el coste de un producto sea desproporcionadamente alto (caso de la energía nuclear en la actualidad). Una legislación demasiado laxa puede producir un ineficiente sobreconsumo que acabe perjudicando a todos y creando costes adicionales en otros sectores, caso del precio de la gasolina en Estados Unidos. Legislar es, en todo caso, un mal menor, un precio a pagar a cambio de mantener unos mercados en que el coste de lo consumido sea al menos cercano al coste real agregado del producto.
Para otro día, el problema de las externalidades y el cruzar fronteras, o qué pasa cuando estas son un problema global (sí, el cambio climático). Y puestos a hablar de cosas raras, las externalidades positivas, que también existen; desde tener un bosque al transporte público.
Estas conductas irritantes no son exclusivas a los conductores, borrachos y spammers que pueblan el planeta, si no que son llevadas a cabo en otra escala por algunos agentes económicos. En la jerga de los economistas, los efectos de esta clase de conductas son llamados externalidades negativas, y son un problema muy extendido en las economías de mercado.
El ejemplo clásico de estas conductas es el de una fábrica contaminante. Supongamos que al lado de una ciudad hay una vieja fábrica que produce gnomos de jardín, que llena el aire de toda clase de productos nocivos y produce lluvia ácida. Los costes que paga la fábrica a la hora de producir son la materia prima, mantenimiento y la mano de obra, y sus beneficios son los derivados de vender gnomos de jardín (malvadamente) a todos los rincones del mundo.
El problema, claro está, es que estos no son todos los costes. Los vecinos de la ciudad se pasan más tiempo enfermos, debido a la mala calidad del aire que respiran. El ayuntamiento se gasta más dinero limpiando calles y arreglando jardines, ya que la lluvia ácida deja todo hecho un desastre. El agua es más cara, ya que se debe gastar más dinero en sanearla. Sí, algunos vecinos trabajan en la fábrica, pero la empresa está provocando unos costes adicionales a todo el mundo que ella no paga. La contaminación, en este caso, es una externalidad negativa; un coste a terceros no pagado por quien lo provoca.
La solución más lógica, desde el punto de vista del libre mercado, acostumbra a ligarse a otorgar derechos de propiedad. En el caso del borracho tirando una botella, por ejemplo, el portero del edificio puede salir a pegar gritos y evitar que nadie le tire nada en el recibidor. Si el recurso utilizado es propiedad de alguien, este puede pedir cuentas a quien provoca la externalidad pidiéndole una compensación.
El problema, claro está, es que a veces delimitar derechos de propiedad es como mínimo complicado. En el ejemplo de la fábrica, la propiedad del aire es algo difícil de solucionar de manera sencilla. Sí, se podría crear una sociedad de propietarios de aire alredor de la fábrica, a los que el empresario debería pagar un alquiler para "aparcar" la contaminación, pero aparte de ser un arreglo extraño (como poco), tenemos la pequeña cuestión de quién incluir, que el humo viaja lejos. El problema se agrava, evidentemente, cuando el productor de estas externalidades no es un actor unitario, si no una multitud. Tratar de negociar derechos de propiedad del aire para todos los conductores del planeta tierra es algo cuanto menos complicado.
La respuesta habitual, en casi todo el mundo, es recurrir al estado y regulación. Para evitar que una empresa genere costes contaminando, se pueden crear leyes que limiten las emisiones, o impuestos que graven la contaminación y paguen parte de los costes. El estado decide (en el mejor de los casos) acorde con las preferencias de los votantes, y las empresas no tienen más que aguantarse.
Esta solución, como todas las cosas, tiene sus problemas. Para empezar, calcular los costes de las externalidades es complicado, incluso cuando los derechos de propiedad están bien establecidos. La regulación estatal puede quedarse corta o pasarse de estricta, generando en ambos casos una asignación ineficiente de recursos.
Una legislación demasiado estricta (por ejemplo, prohibir las centrales nucleares) puede hacer que la economía dedique dinero a espuertas en empresas peores (quemando carbón o arrasando valles con embalses), o hacer que el coste de un producto sea desproporcionadamente alto (caso de la energía nuclear en la actualidad). Una legislación demasiado laxa puede producir un ineficiente sobreconsumo que acabe perjudicando a todos y creando costes adicionales en otros sectores, caso del precio de la gasolina en Estados Unidos. Legislar es, en todo caso, un mal menor, un precio a pagar a cambio de mantener unos mercados en que el coste de lo consumido sea al menos cercano al coste real agregado del producto.
Para otro día, el problema de las externalidades y el cruzar fronteras, o qué pasa cuando estas son un problema global (sí, el cambio climático). Y puestos a hablar de cosas raras, las externalidades positivas, que también existen; desde tener un bosque al transporte público.
miércoles, mayo 17, 2006
¡ Campeones !
La segunda. Por fin. Qué de sufrir, rediós. Somos el mejor equipo de Europa, y ni la lluvia, ni el viento, ni una surrealista expulsión a destiempo nos van a detener. Aún sufriendo (madre mía, cómo la pifia Henry en los partidos grandes) hemos triunfado.
¡Visca el Barça!
Y a ver si como en el 92, que ganamos el oro olímpico, hacemos algo en el Mundial, oye. Sí, ya sé, mucha fe.
En defensa de la energía nuclear
Ya he defendido la energía nuclear en otras ocasiones, pero me parece que es hora de hacerlo de nuevo. Para empezar, Tony Blair, primer ministro británico y líder al que cierta izquierda tiene la manía de odiar (incorrectamente), ha defendido públicamente la conveniencia de contruir más centrales nucleares en el Reino Unido. Segundo, Libertad Digital publica hoy un lúcido artículo (si uno ignora las diatribas libertarias) sobre el tema, con una defensa muy necesaria de la tecnología atómica y su seguridad.
Hora de echarle un vistazo.
Hora de echarle un vistazo.
Naturaleza en Nueva Inglaterra
Un par de cosas que he escuchado en la radio estos últimos días que dejan muy claro que Estados Unidos es un mundo aparte. Primero, un anuncio en que se ofrecían cacharros y barreras para evitar que los ciervos se metan en tu jardín y se carguen las flores.
Sí, ciervos. En Connecticut los hay a patadas, de todos los tamaños y colores. Aún siendo una de las zonas más urbanizadas de Estados Unidos, al lado de Nueva York y Boston, los exuberantes bosques están llenos de vida salvaje campando a sus anchas. Los extensos suburbios no parecen asustar mucho a los ciervos, en especial cuando hay cierta sobrepoblación, así que la gente tiene que tomar medidas. No creais que son animales encantadores, más bien lo contrario. Tienen la absurda costumbre de cruzar carreteras sin avisar de noche, provocando accidentes a menudo. Y con lo que pesan los más grandes, te pueden dejar el coche hecho cisco.
Estos últimos días, sin embargo, la cosa fue aún más exagerada: osos. Resulta que un oso pardo estaba dándose a cazar y tocar las narices al norte del estado, comiéndose gatos y perros y habiendo atacado a una mujer. Noticias sobre osos no son nada habituales, la verdad, pero el mero hecho que haya osos en Connecticut la verdad me dejó de piedra.
Lo cierto es que la naturaleza en Nueva Inglaterra es especialmente generosa. Ríos, lagos, enormes bosques, grandes árboles, espectacular mal tiempo (no se puede tener todo). Si los americanos no tuvieran la espantosa manía de afear todo a base de aparcamientos al aire libre y gigantescos centros comerciales en forma de cubo, llenar las ciudades de edificios horribles, y ocupar todo el espacio posible con los malditos suburbios, Connecticut sería un lugar espectacular. Aún es relativamente vacio en muchas zonas, y bonito a ratos, pero hay tantos lugares espectaculares echados a perder que me pone de los nervios.
En fin, es cuestión de ir más al norte (New Hampshire, Maine, Vermont, norte de Nueva York) si se quiere ver algo de tierra virgen, no es que no tengan espacio, pero lo de tratar de adaptar el hombre al paisaje, como aún podemos ver en algunos sitios de Europa, aquí no lo entienden demasiado. Una lástima.
Lo cierto es que a veces entiendo el escepticismo de los americanos por lo que respecta al medio ambiente y su cuidado, de todos modos. La naturaleza es tan rotundamente espectacular en tantas zonas del país que no deben ver motivos para preocuparse. Las cosas están cambiando, poco a poco (el petroleo caro hace maravillas), pero aún queda camino por recorrer.
Sí, ciervos. En Connecticut los hay a patadas, de todos los tamaños y colores. Aún siendo una de las zonas más urbanizadas de Estados Unidos, al lado de Nueva York y Boston, los exuberantes bosques están llenos de vida salvaje campando a sus anchas. Los extensos suburbios no parecen asustar mucho a los ciervos, en especial cuando hay cierta sobrepoblación, así que la gente tiene que tomar medidas. No creais que son animales encantadores, más bien lo contrario. Tienen la absurda costumbre de cruzar carreteras sin avisar de noche, provocando accidentes a menudo. Y con lo que pesan los más grandes, te pueden dejar el coche hecho cisco.
Estos últimos días, sin embargo, la cosa fue aún más exagerada: osos. Resulta que un oso pardo estaba dándose a cazar y tocar las narices al norte del estado, comiéndose gatos y perros y habiendo atacado a una mujer. Noticias sobre osos no son nada habituales, la verdad, pero el mero hecho que haya osos en Connecticut la verdad me dejó de piedra.
Lo cierto es que la naturaleza en Nueva Inglaterra es especialmente generosa. Ríos, lagos, enormes bosques, grandes árboles, espectacular mal tiempo (no se puede tener todo). Si los americanos no tuvieran la espantosa manía de afear todo a base de aparcamientos al aire libre y gigantescos centros comerciales en forma de cubo, llenar las ciudades de edificios horribles, y ocupar todo el espacio posible con los malditos suburbios, Connecticut sería un lugar espectacular. Aún es relativamente vacio en muchas zonas, y bonito a ratos, pero hay tantos lugares espectaculares echados a perder que me pone de los nervios.
En fin, es cuestión de ir más al norte (New Hampshire, Maine, Vermont, norte de Nueva York) si se quiere ver algo de tierra virgen, no es que no tengan espacio, pero lo de tratar de adaptar el hombre al paisaje, como aún podemos ver en algunos sitios de Europa, aquí no lo entienden demasiado. Una lástima.
Lo cierto es que a veces entiendo el escepticismo de los americanos por lo que respecta al medio ambiente y su cuidado, de todos modos. La naturaleza es tan rotundamente espectacular en tantas zonas del país que no deben ver motivos para preocuparse. Las cosas están cambiando, poco a poco (el petroleo caro hace maravillas), pero aún queda camino por recorrer.
martes, mayo 16, 2006
En todas partes cuecen habas...
Mientras el gobierno canario y el PP hacen lo que hacía Manuel Chaves y el PSOE unos cuantos años atrás, por aquí en Estados Unidos sólo se habla de lo mismo: inmigración. Curiosamente, el problema es casi el mismo, y las reacciones muy parecidas.
Una de las cosas más curiosas es la fijación en la frontera en ambos debates. Mientras que en España se habla de cayucos, aquí se habla de coyotes, túneles y barreras entre países. En ambos casos, hay voces pidiendo la militarización de la frontera de un modo u otro, y hay controversias importantes acerca de qué hacer con los inmigrantes ilegales ya dentro del país.
Lo realmente remarcable del debate es sin embargo, la posición de la administración Bush si la comparamos con el gobierno Zapatero en la materia... y vemos que las diferencias entre ambos son más bien escasas. En ambos casos se habla de reforzar la protección de la frontera, ambos abogan por regularizar la situación de los ilegales (usando un guest worker program en EUA, permisos de trabajo en España), y ambos ven la inmigración como algo positivo e inevitable. Por mucho que el PP proteste ahora mismo, esta actitud es la misma que ellos tuvieron estando en el gobierno, con dos regularizaciones casi idénticas a la de Caldera, y (todo hay que decirlo) con la misma sana actitud incluyente y legalista.
¿Por qué esta coincidencia de actitudes? En cierto sentido, porque es la manera correcta de afrontar el problema, simple y llanamente. No hay demasiadas cosas que un gobierno puede hacer con los inmigrantes ilegales una vez están dentro del país. Aunque hay voces en EUA que piden deportarlos a todos (imaginaros que "bonito": de 12 a 20 millones de personas en trenes de ganado rumbo al sur...), está claro que echar gente a mansalva no es una idea demasiado práctica. El modelo que Bush defiende (y que los sucesivos gobiernos españoles aplican por pura potra) es hacer difícil la entrada, pero fácil la asimilación, si no hay más remedio.
Una vez que un inmigrante ha cruzado la frontera, lo podemos tratar de dos maneras. Una es la francesa, tomarlo como un problema, la otra es la americana, como una oportunidad. Ya que cazarlos y deportarlos como conejos no es realista, al menos debemos tratar que moleste lo menos posible y nos salga barato. Para que esto suceda, lo mejor que nos puede pasar como sociedad es que encuentre trabajo, pague impuestos, y no tenga que recurrir a la delincuencia o a subsidios varios para vivir más o menos tranquilamente. Cerrarles las puertas a la sociedad como hace Francia, o tratar de asimilarlos y republicanizarlos para hacerlos franceses modelos no hace más que causar malestar, marginación, y mala leche colectiva... y eso es lo que Estados Unidos siempre ha evitado.
Aún así, es necesario hacer algunas precisiones. Los inmigrantes entran mayoritariamente en España o Estados Unidos para quedarse, no para trabajar unos años y volver cuando se quedan sin permiso de residencia. En las regularizaciones se debe dar la opción para que, pasados unos años, y siempre que se estén pagando impuestos, no cometiendo crímenes y siendo buenos niños, se pueda obtener la nacionalidad. Tanto por justicia como por crear un incentivo para la asimilación, por otro lado. Estilo del encantador examen que uno debe pasar en Estados Unidos para obtener el pasaporte.
Un segundo detalle, la inmigración, en especial la de mano de obra no cualificada, sí presiona los salarios locales a la baja. Mal que nos pese, un incremento de la oferta en el mercado de trabajo (más potenciales obreros) sin un incremento de la demanda hace que los precios (salarios) tiendan a disminuir. Los inmigrantes no están haciendo trabajos que los españoles no quieren; están haciendo cosas que los españoles no quieren hacer por tan poco dinero. El efecto real sobre los salarios es difícil de medir, y puede que no sea excesivamente alto, pero probablemente existe. Para el inmigrante, obviamente, el asunto si es una redistribución de la renta que le favorece, ya que cobra mucho más aquí, pero ese es otro tema.
Por último, pero no menos importante, los inmigrantes son una carga para el estado del bienestar, evidentemente. Usan los servicios públicos, colegios y sanidad como todo el mundo, así que cuestan dinero. Es por eso que es tan importante, crucial, que los que están dentro sean legales y paguen impuestos, por simple matemáticas del sistema. El inmigrante medio se deja suficientes horas trabajando como para que nos salga a cuenta, así que mejor cobrarle la estancia ya que está aquí.
Concluyendo, el debate sobre la inmigración, mucho me temo, es menos complejo de lo que parece... y los partidos españoles estan de acuerdo en lo correcto. Se vigilen más o menos las costas y aeropuertos, el ser prácticos y no quedarse en integrismos legalistas es la mejor solución. El efecto llamada siempre estará presente debido a la riqueza de las sociedades receptoras, así que mejor hacer que las llegadas sean al menos ordenaditas. Poner muros enormes en la inmigración legal sólo enviará más gente a la ilegalidad, así que mejor ser prácticos.
Una de las cosas más curiosas es la fijación en la frontera en ambos debates. Mientras que en España se habla de cayucos, aquí se habla de coyotes, túneles y barreras entre países. En ambos casos, hay voces pidiendo la militarización de la frontera de un modo u otro, y hay controversias importantes acerca de qué hacer con los inmigrantes ilegales ya dentro del país.
Lo realmente remarcable del debate es sin embargo, la posición de la administración Bush si la comparamos con el gobierno Zapatero en la materia... y vemos que las diferencias entre ambos son más bien escasas. En ambos casos se habla de reforzar la protección de la frontera, ambos abogan por regularizar la situación de los ilegales (usando un guest worker program en EUA, permisos de trabajo en España), y ambos ven la inmigración como algo positivo e inevitable. Por mucho que el PP proteste ahora mismo, esta actitud es la misma que ellos tuvieron estando en el gobierno, con dos regularizaciones casi idénticas a la de Caldera, y (todo hay que decirlo) con la misma sana actitud incluyente y legalista.
¿Por qué esta coincidencia de actitudes? En cierto sentido, porque es la manera correcta de afrontar el problema, simple y llanamente. No hay demasiadas cosas que un gobierno puede hacer con los inmigrantes ilegales una vez están dentro del país. Aunque hay voces en EUA que piden deportarlos a todos (imaginaros que "bonito": de 12 a 20 millones de personas en trenes de ganado rumbo al sur...), está claro que echar gente a mansalva no es una idea demasiado práctica. El modelo que Bush defiende (y que los sucesivos gobiernos españoles aplican por pura potra) es hacer difícil la entrada, pero fácil la asimilación, si no hay más remedio.
Una vez que un inmigrante ha cruzado la frontera, lo podemos tratar de dos maneras. Una es la francesa, tomarlo como un problema, la otra es la americana, como una oportunidad. Ya que cazarlos y deportarlos como conejos no es realista, al menos debemos tratar que moleste lo menos posible y nos salga barato. Para que esto suceda, lo mejor que nos puede pasar como sociedad es que encuentre trabajo, pague impuestos, y no tenga que recurrir a la delincuencia o a subsidios varios para vivir más o menos tranquilamente. Cerrarles las puertas a la sociedad como hace Francia, o tratar de asimilarlos y republicanizarlos para hacerlos franceses modelos no hace más que causar malestar, marginación, y mala leche colectiva... y eso es lo que Estados Unidos siempre ha evitado.
Aún así, es necesario hacer algunas precisiones. Los inmigrantes entran mayoritariamente en España o Estados Unidos para quedarse, no para trabajar unos años y volver cuando se quedan sin permiso de residencia. En las regularizaciones se debe dar la opción para que, pasados unos años, y siempre que se estén pagando impuestos, no cometiendo crímenes y siendo buenos niños, se pueda obtener la nacionalidad. Tanto por justicia como por crear un incentivo para la asimilación, por otro lado. Estilo del encantador examen que uno debe pasar en Estados Unidos para obtener el pasaporte.
Un segundo detalle, la inmigración, en especial la de mano de obra no cualificada, sí presiona los salarios locales a la baja. Mal que nos pese, un incremento de la oferta en el mercado de trabajo (más potenciales obreros) sin un incremento de la demanda hace que los precios (salarios) tiendan a disminuir. Los inmigrantes no están haciendo trabajos que los españoles no quieren; están haciendo cosas que los españoles no quieren hacer por tan poco dinero. El efecto real sobre los salarios es difícil de medir, y puede que no sea excesivamente alto, pero probablemente existe. Para el inmigrante, obviamente, el asunto si es una redistribución de la renta que le favorece, ya que cobra mucho más aquí, pero ese es otro tema.
Por último, pero no menos importante, los inmigrantes son una carga para el estado del bienestar, evidentemente. Usan los servicios públicos, colegios y sanidad como todo el mundo, así que cuestan dinero. Es por eso que es tan importante, crucial, que los que están dentro sean legales y paguen impuestos, por simple matemáticas del sistema. El inmigrante medio se deja suficientes horas trabajando como para que nos salga a cuenta, así que mejor cobrarle la estancia ya que está aquí.
Concluyendo, el debate sobre la inmigración, mucho me temo, es menos complejo de lo que parece... y los partidos españoles estan de acuerdo en lo correcto. Se vigilen más o menos las costas y aeropuertos, el ser prácticos y no quedarse en integrismos legalistas es la mejor solución. El efecto llamada siempre estará presente debido a la riqueza de las sociedades receptoras, así que mejor hacer que las llegadas sean al menos ordenaditas. Poner muros enormes en la inmigración legal sólo enviará más gente a la ilegalidad, así que mejor ser prácticos.
lunes, mayo 15, 2006
Marchando encuesta estatutaria
Me parece que es obligado comentar algunas cosas sobre la encuesta que ayer publicaba La Vanguardia sobre el nuevo estatuto catalán. Me parece que algunas apreciaciones repetidas a menudo son menos ciertas de lo que parecen, y otras se confirman un poco demasiado.
Empecemos por la participación estimada. Si bien el nivel de magia negra estadística que uno debe realizar para estimar los datos de participación es considerable, tanto la respuesta directa como la predicción que daba Noxa son decepcionantes. Un 50% de participación en una votación como esta es una cifra bastante baja; es posible que el interés de los votantes en el estatuto sea un tanto escaso. Eso no significa que esta participación indique apatía, descontento por los recortes de Madrid o alienación por la opresión nacionalista barretinense, sin embargo; la abstención siempre tiene mil padres, pero no tiene un significado por sí sola, y no es patrimonio de nadie.
También se confirma, mal que les pese a algunos, que el electorado catalán votará sí al nuevo estatuto. Un 72% quiere que este salga aprobado, con sólo un 21% deseando que sea rechazado. Si miramos las estimaciones sobre el voto (de las que no me fio demasiado ahora mismo, debido a la posible abstención), la encuesta da 68% de síes, 7% en blanco y un 25% de noes, un resultado también rotundo. Todos los aspectos que han despertado gritos histéricos de absolutismo nacional en el corral popular tienen un apoyo rotundo: 77% sobre el derecho y deber de conocer catalán, mayoría holgada sobre el término nación (48-31), 76% a favor de más competencias autonómicas, y así sucesivamente.
Mal que les pese a algunos, pero el votante mediano en Cataluña está de acuerdo con lo que han aprobado los líderes políticos, que parecen mucho más en sintonía con el electorado que según que iluminados radiofónicos. Si contamos además que parte de aquellos contrarios al estatuto lo son porque quieren más, no porque sientan un amor por las Cope que no pueden aguantarse, me temo que lo de la presunta opresión y cruzada salvadora de Cataluña sobra.
Pasando a temas más específicos, los que decían que el votante de ERC estaba más concienciado y la negativa del partido era su conclusión lógica se equivocaban. Dos tercios de sus votantes le darán la espalda a sus militantes (y a la dirección) y votarán sí. Lo cierto es que este dato no es demasiado sorprendente, siendo ERC un partido asambleario, y más propenso en consecuencia a tener militantes más extremistas que el votante mediano del partido (algo que no sucede en todos los partidos, por cierto; pero eso es para otro día). Es muy probable que el no de ERC afecte bien poco el referéndum; otra cosa será si esta actitud influye al votar un nuevo parlamento.
De momento, su liderazgo se lleva una sonora paliza en cuanto a valoración: caidas de siete y ocho décimas, con Carod sólo un poco por encima de Piqué (que como buen líder del PPC, es el tonto oficial). A lo mejor cuando hablaba de soberana metida de pata de los republicanos no andaba tan equivocado. A saber. Necesito más encuestas.
Empecemos por la participación estimada. Si bien el nivel de magia negra estadística que uno debe realizar para estimar los datos de participación es considerable, tanto la respuesta directa como la predicción que daba Noxa son decepcionantes. Un 50% de participación en una votación como esta es una cifra bastante baja; es posible que el interés de los votantes en el estatuto sea un tanto escaso. Eso no significa que esta participación indique apatía, descontento por los recortes de Madrid o alienación por la opresión nacionalista barretinense, sin embargo; la abstención siempre tiene mil padres, pero no tiene un significado por sí sola, y no es patrimonio de nadie.
También se confirma, mal que les pese a algunos, que el electorado catalán votará sí al nuevo estatuto. Un 72% quiere que este salga aprobado, con sólo un 21% deseando que sea rechazado. Si miramos las estimaciones sobre el voto (de las que no me fio demasiado ahora mismo, debido a la posible abstención), la encuesta da 68% de síes, 7% en blanco y un 25% de noes, un resultado también rotundo. Todos los aspectos que han despertado gritos histéricos de absolutismo nacional en el corral popular tienen un apoyo rotundo: 77% sobre el derecho y deber de conocer catalán, mayoría holgada sobre el término nación (48-31), 76% a favor de más competencias autonómicas, y así sucesivamente.
Mal que les pese a algunos, pero el votante mediano en Cataluña está de acuerdo con lo que han aprobado los líderes políticos, que parecen mucho más en sintonía con el electorado que según que iluminados radiofónicos. Si contamos además que parte de aquellos contrarios al estatuto lo son porque quieren más, no porque sientan un amor por las Cope que no pueden aguantarse, me temo que lo de la presunta opresión y cruzada salvadora de Cataluña sobra.
Pasando a temas más específicos, los que decían que el votante de ERC estaba más concienciado y la negativa del partido era su conclusión lógica se equivocaban. Dos tercios de sus votantes le darán la espalda a sus militantes (y a la dirección) y votarán sí. Lo cierto es que este dato no es demasiado sorprendente, siendo ERC un partido asambleario, y más propenso en consecuencia a tener militantes más extremistas que el votante mediano del partido (algo que no sucede en todos los partidos, por cierto; pero eso es para otro día). Es muy probable que el no de ERC afecte bien poco el referéndum; otra cosa será si esta actitud influye al votar un nuevo parlamento.
De momento, su liderazgo se lleva una sonora paliza en cuanto a valoración: caidas de siete y ocho décimas, con Carod sólo un poco por encima de Piqué (que como buen líder del PPC, es el tonto oficial). A lo mejor cuando hablaba de soberana metida de pata de los republicanos no andaba tan equivocado. A saber. Necesito más encuestas.
El mejor presidente que nunca tendremos se retira
Su nombre es Josiah Bartlet, y se retiró ayer a las 8.50 de la tarde de la vida política. Sí, ayer acabó oficialmente una de las mejores series nunca vistas en la televisión americana, The West Wing (El Ala Oeste de la Casa Blanca), con la inaguración del sucesor (que no revelaré) de Bartlet.
Siete temporadas; no está nada mal para una serie tan pedante. Las tres primeras, absolutamente sensacionales, escritas casi íntegramente por Aaron Sorkin. La cuarta, más floja, manchada por los problemas con la droga que acabaron retirándole. La quinta y primera mitad de la sexta, más bien flojas, y el resto, hasta el final, casi tan buenas como al principio. Ando estos días comprando los DVD de la serie a $22 por temporada, por cierto. Este país es el paraiso del friki.
En fin, triste por una serie que se acaba. Aaron Sorkin vuelve en otoño con Studio 60, pero a mi me gusta la política...
Siete temporadas; no está nada mal para una serie tan pedante. Las tres primeras, absolutamente sensacionales, escritas casi íntegramente por Aaron Sorkin. La cuarta, más floja, manchada por los problemas con la droga que acabaron retirándole. La quinta y primera mitad de la sexta, más bien flojas, y el resto, hasta el final, casi tan buenas como al principio. Ando estos días comprando los DVD de la serie a $22 por temporada, por cierto. Este país es el paraiso del friki.
En fin, triste por una serie que se acaba. Aaron Sorkin vuelve en otoño con Studio 60, pero a mi me gusta la política...
viernes, mayo 12, 2006
Zaplana, silencios y corrupciones
Uno ya no sabe que creer. Cada vez que aparecen los términos "inmobiliario" y "valenciana" en una noticia, el nombre de Eduardo Zaplana viene inmediatamente detrás. No es que el señor no tenga un largo y glorioso historial de librarse por los pelos (esas comisioncillas bajo mano), pero a estas alturas ya empieza ser casi el corrupto comodín de cualquier empresario pillado con las manos en la masa.
Claro, ahora Eduardito anda todo soliviantado y quejoso de que le hayan vulnerado su honor. El pobre, que no insulta ni insinúa conspiraciones nunca. Lo que parece bastante claro es que el estrepitoso, rotundo, espectacular fracaso de Terra Mítica tuvo poco de limpio y mucho de pelotazo, y que por algún motivo curioso el señor Zaplana estaba en todas partes promocionando e impulsando el proyecto no hace demasiados años, siendo presidente autonómico.
¿Llegará el juez a destapar algo de toda esta trama? La verdad, soy bastante escéptico. Hablaba no hace demasiado sobre qué factores explican que un partido político se dedique a recaudar fondos de manera ilegal, y cuándo esta clase de maquinarías son descubiertas. La propia hegemonía de los populares en la comunidad hace muy difícil que no haya demasiada gente dispuesta a ponerse a malas con ellos, ya que no parece que vayan a perder el poder.
El dar un paso adelante y destapar una trama equivale a quedarse sin poder hacer amigos por el lugar en muchos, muchos, años... y si uno es constructor, necesita amiguetes para hacer muchas cosas. La belleza del sistema, claro está, es que para convencerte no es necesario cometer ilegalidades, sólo amenzarte con aplicar la ley de forma muy, muy estricta. Permisos de obras cancelados por detalles idiotas, protecciones ambientales cayendo a mares en tus solares, litigios constantes sobre cualquier absurdo... no hace falta demasiada imaginación.
La forma más habitual para romper esta clase de silencios, por desgracia, está bastante mal vista en España, en parte por la excesiva centralización del ministerio fiscal: los "arrepentimientos". En Estados Unidos es habitual que un fiscal pacte reducir una sentencia a un acusado a cambio de que este colabore en la investigación de forma entusiasta. La idea es que es mejor cazar a un pez gordo a cambio de perdonar a un pez chico, claro está. ¿Por qué cazar a un intermediario cuando puedes tener a su jefe?. Así, tenemos a gente como Jack Abramoff cantando cual jilguero a cambio de algunos beneficios penales.
Estados Unidos tiene sus problemas, y el sistema de justicia es un desastre en muchos aspectos (por poco igualitario y demasiado obsesionado con los pleitos tontos), pero cuando se ponen a investigar en serio, muerden como nadie. A ver si aprendemos.
Claro, ahora Eduardito anda todo soliviantado y quejoso de que le hayan vulnerado su honor. El pobre, que no insulta ni insinúa conspiraciones nunca. Lo que parece bastante claro es que el estrepitoso, rotundo, espectacular fracaso de Terra Mítica tuvo poco de limpio y mucho de pelotazo, y que por algún motivo curioso el señor Zaplana estaba en todas partes promocionando e impulsando el proyecto no hace demasiados años, siendo presidente autonómico.
¿Llegará el juez a destapar algo de toda esta trama? La verdad, soy bastante escéptico. Hablaba no hace demasiado sobre qué factores explican que un partido político se dedique a recaudar fondos de manera ilegal, y cuándo esta clase de maquinarías son descubiertas. La propia hegemonía de los populares en la comunidad hace muy difícil que no haya demasiada gente dispuesta a ponerse a malas con ellos, ya que no parece que vayan a perder el poder.
El dar un paso adelante y destapar una trama equivale a quedarse sin poder hacer amigos por el lugar en muchos, muchos, años... y si uno es constructor, necesita amiguetes para hacer muchas cosas. La belleza del sistema, claro está, es que para convencerte no es necesario cometer ilegalidades, sólo amenzarte con aplicar la ley de forma muy, muy estricta. Permisos de obras cancelados por detalles idiotas, protecciones ambientales cayendo a mares en tus solares, litigios constantes sobre cualquier absurdo... no hace falta demasiada imaginación.
La forma más habitual para romper esta clase de silencios, por desgracia, está bastante mal vista en España, en parte por la excesiva centralización del ministerio fiscal: los "arrepentimientos". En Estados Unidos es habitual que un fiscal pacte reducir una sentencia a un acusado a cambio de que este colabore en la investigación de forma entusiasta. La idea es que es mejor cazar a un pez gordo a cambio de perdonar a un pez chico, claro está. ¿Por qué cazar a un intermediario cuando puedes tener a su jefe?. Así, tenemos a gente como Jack Abramoff cantando cual jilguero a cambio de algunos beneficios penales.
Estados Unidos tiene sus problemas, y el sistema de justicia es un desastre en muchos aspectos (por poco igualitario y demasiado obsesionado con los pleitos tontos), pero cuando se ponen a investigar en serio, muerden como nadie. A ver si aprendemos.
¿ La constatación de un fracaso ?
La agenda neoconservadora ya no tiene buena prensa en los Estados Unidos. Un año y medio después de su reelección, George W. Bush ha pasado a ser el segundo peor presidente en popularidad de la historia del país. Las últimas encuestas le dan un lamentable 29% de popularidad, cifras incluso peores que las de Richard Nixon durante el Watergate. Sólo Harry S. Truman en 1951, cuando su valoración cayó al 24% tras echar a Douglas MacArthur del mando en Korea (tras la sugerencia del general de usar armas atómicas, aunque eso sólo se supo más tarde) ha tenido peor valoración de sus conciudadanos que este presidente.
Los motivos son múltiples y variados, de sobras conocidos. Desde el desastre iraquí a los escándalos de corrupción de su partido o alegaciones de escuchas ilegales, pasando por el precio de los carburantes o una economía que dice ir muy bien pero que nadie parece verse beneficiado por ella, la presidencia de Bush es a ojos de la inmensa mayoría de americanos un fracaso.
La gente está cabreada, en serio. Incluso entre votantes de Bush poco politizados que conozco se califica al presidente como idiota. Parece que el experimento conservador de los últimos 12 años (desde que los republicanos ganaron el Congreso en 1994) se acerca a su fin. Veremos en las legislativas de noviembre. No me atrevo a decir que habrá cambios, ya que el sistema electoral favorece descaradamente a los republicanos (a todo aquel que tenga un cargo, de hecho; pero mandan ellos) pero parece que este presidente poco podrá hacer más.
Los motivos son múltiples y variados, de sobras conocidos. Desde el desastre iraquí a los escándalos de corrupción de su partido o alegaciones de escuchas ilegales, pasando por el precio de los carburantes o una economía que dice ir muy bien pero que nadie parece verse beneficiado por ella, la presidencia de Bush es a ojos de la inmensa mayoría de americanos un fracaso.
La gente está cabreada, en serio. Incluso entre votantes de Bush poco politizados que conozco se califica al presidente como idiota. Parece que el experimento conservador de los últimos 12 años (desde que los republicanos ganaron el Congreso en 1994) se acerca a su fin. Veremos en las legislativas de noviembre. No me atrevo a decir que habrá cambios, ya que el sistema electoral favorece descaradamente a los republicanos (a todo aquel que tenga un cargo, de hecho; pero mandan ellos) pero parece que este presidente poco podrá hacer más.
jueves, mayo 11, 2006
Vida inteligente en la Generalitat
No ha habido sorpresas, y Maragall, como decía el otro día, ha expulsado Esquerra de su gobierno.
Lo cierto es que tras el debate en los comentarios del post anterior, no estoy ya tan seguro que ERC esté saltando al precipicio. Todo depende del entusiasmo que en los votantes del PSC e ICV hubiera despertado el tripartito, la verdad... y me temo que no ha sido demasiado.
El PSC se ha movido demasiado lentamente impulsando nuevas políticas, y cuando lo han hecho, no han sabido venderlas bien. Tampoco se han atrevido a tirar adelante infraestructuras en contra de los luditas ecologistas de su gobierno, y ni siquiera se ha puesto a hacer nada de gasto megalómano diseñado por Calatrava o algo peor. Sólo se han jugado el cuello de verdad en un tema, el Estatuto, y ahí CiU se ha apuntado casi tantos puntos como ellos.
A falta de encuestas, es probable que Mas suba, ERC se mantenga o suba, ICV se quede donde está, y el PP, PSC y Ciutadans hagan el ridículo, cada uno a su manera. No estoy seguro que el dar aire a CiU a costa de algunos votos más sea una buena idea para los republicanos, pero si prefieren más votos a un gobierno progresista en la Generalitat, allá ellos.
Actualización: Carod advierte que el sarao traerá consecuencias en Madrid, en las Cortes. Por si Zapatero no tuviera bastantes razones ya para pactar con CiU, ERC sigue a lo suyo. Al PSC quizás le harán daño, pero al PSOE casi le hacen un favor...
Lo cierto es que tras el debate en los comentarios del post anterior, no estoy ya tan seguro que ERC esté saltando al precipicio. Todo depende del entusiasmo que en los votantes del PSC e ICV hubiera despertado el tripartito, la verdad... y me temo que no ha sido demasiado.
El PSC se ha movido demasiado lentamente impulsando nuevas políticas, y cuando lo han hecho, no han sabido venderlas bien. Tampoco se han atrevido a tirar adelante infraestructuras en contra de los luditas ecologistas de su gobierno, y ni siquiera se ha puesto a hacer nada de gasto megalómano diseñado por Calatrava o algo peor. Sólo se han jugado el cuello de verdad en un tema, el Estatuto, y ahí CiU se ha apuntado casi tantos puntos como ellos.
A falta de encuestas, es probable que Mas suba, ERC se mantenga o suba, ICV se quede donde está, y el PP, PSC y Ciutadans hagan el ridículo, cada uno a su manera. No estoy seguro que el dar aire a CiU a costa de algunos votos más sea una buena idea para los republicanos, pero si prefieren más votos a un gobierno progresista en la Generalitat, allá ellos.
Actualización: Carod advierte que el sarao traerá consecuencias en Madrid, en las Cortes. Por si Zapatero no tuviera bastantes razones ya para pactar con CiU, ERC sigue a lo suyo. Al PSC quizás le harán daño, pero al PSOE casi le hacen un favor...
De la reforma laboral
Antes que se pase demasiado de moda, dedico unas lineas a la reciente reforma laboral aprobada por el gobierno. En general, creo que la reforma ha sido en el sentido correcto; abaratar el despido de forma parcial y rebajar la carga impositiva de los contratos temporalmente.
Llevo comentando desde tiempo inmemorial que mal que nos pese una de las causas de la temporalidad es el alto coste de los contratos indefinidos, tanto por el precio del despido como por los impuestos a pagar, así que desde esta perspectiva la reforma me parece bien. El modelo a seguir (y el que parece seguir de forma implícita este gobierno) es dejar de proteger los puestos de trabajo a golpe de regulación estricta y costes altos, y pasar a proteger a las personas a base de extender el estado del bienestar. Cosas como la ley de dependencia o la reforma (tímida) del subsidio de desempleo son indicativas de esta idea. El estado no debe dedicarse a mantener la gente en un puesto, lo haga bien o no, a base de manipular los costes de las empresas. Lo que debe hacer es asegurar que cuando alguien se "cae" del tren tenga toda la ayuda posible para que evitar que se haga daño, y para que pueda estar trabajando tan pronto como sea posible.
¿Qué falta en esta reforma? Varias cosas. Tiene razón el PP en que es muy tímida, con una absurda limitación temporal de los cambios introducidos. Es posible que genere muchos contratos indefinidos nuevos (no sé si tantos como dice Caldera), pero en un par de años muchas reformas dejarán de tener efecto. Aunque desde el punto de vista económico estricto no parece tener demasiado sentido, desde el punto de vista político sí lo tiene; si esta limitación basta para que los sindicatos la apoyen, bienvenida sea. Si la reforma funciona (y todo me hace pensar que lo hará), será mucho más fácil vender cambios en la misma dirección en la siguiente legislatura.
Otra reforma necesaria, y que Caldera ya ha dicho que debería vener después, es el cachondeo de las jubilaciones anticipadas. Las pensiones de jubilación son para dar un ingreso a la gente que es demasiado vieja para trabajar, no para pagar cinco o diez años de ocio a quien se retira antes de la cuenta. Y no, no es una manera elegante de ocultar un despido; una empresa no puede dedicarse a echar gente del mercado laboral así por las buenas. El estado ya hará con los parados lo que pueda, pero eso de pagar un soborno de "calla y vete" haciendo que paguemos todos debe ser eliminado.
Por cierto, la afirmación de Zapatero diciendo que la reforma favorecerá la productividad no deja de tener algo de cierto... aunque la verdad, me temo que no será demasiado apreciable. Los cambios no harán gran cosa en aumentar la eficiencia en las plantillas con contratos ya establecidos.
A todo esto, la lógica del mercado laboral es parecida a la del empleo de inmigrantes ilegales. Si es más fácil, sencilo y barato contratar ilegales, ya puedes poner inspectores, que no darás abasto. Si es mucho más barato contratar temporales que indefinidos, por mucho que animes y hables de productividad potencial, los empresarios escogerán según su bolsillo. La cuestión no es pensar en castigos; es hacer lo conveniente deseable.
Llevo comentando desde tiempo inmemorial que mal que nos pese una de las causas de la temporalidad es el alto coste de los contratos indefinidos, tanto por el precio del despido como por los impuestos a pagar, así que desde esta perspectiva la reforma me parece bien. El modelo a seguir (y el que parece seguir de forma implícita este gobierno) es dejar de proteger los puestos de trabajo a golpe de regulación estricta y costes altos, y pasar a proteger a las personas a base de extender el estado del bienestar. Cosas como la ley de dependencia o la reforma (tímida) del subsidio de desempleo son indicativas de esta idea. El estado no debe dedicarse a mantener la gente en un puesto, lo haga bien o no, a base de manipular los costes de las empresas. Lo que debe hacer es asegurar que cuando alguien se "cae" del tren tenga toda la ayuda posible para que evitar que se haga daño, y para que pueda estar trabajando tan pronto como sea posible.
¿Qué falta en esta reforma? Varias cosas. Tiene razón el PP en que es muy tímida, con una absurda limitación temporal de los cambios introducidos. Es posible que genere muchos contratos indefinidos nuevos (no sé si tantos como dice Caldera), pero en un par de años muchas reformas dejarán de tener efecto. Aunque desde el punto de vista económico estricto no parece tener demasiado sentido, desde el punto de vista político sí lo tiene; si esta limitación basta para que los sindicatos la apoyen, bienvenida sea. Si la reforma funciona (y todo me hace pensar que lo hará), será mucho más fácil vender cambios en la misma dirección en la siguiente legislatura.
Otra reforma necesaria, y que Caldera ya ha dicho que debería vener después, es el cachondeo de las jubilaciones anticipadas. Las pensiones de jubilación son para dar un ingreso a la gente que es demasiado vieja para trabajar, no para pagar cinco o diez años de ocio a quien se retira antes de la cuenta. Y no, no es una manera elegante de ocultar un despido; una empresa no puede dedicarse a echar gente del mercado laboral así por las buenas. El estado ya hará con los parados lo que pueda, pero eso de pagar un soborno de "calla y vete" haciendo que paguemos todos debe ser eliminado.
Por cierto, la afirmación de Zapatero diciendo que la reforma favorecerá la productividad no deja de tener algo de cierto... aunque la verdad, me temo que no será demasiado apreciable. Los cambios no harán gran cosa en aumentar la eficiencia en las plantillas con contratos ya establecidos.
A todo esto, la lógica del mercado laboral es parecida a la del empleo de inmigrantes ilegales. Si es más fácil, sencilo y barato contratar ilegales, ya puedes poner inspectores, que no darás abasto. Si es mucho más barato contratar temporales que indefinidos, por mucho que animes y hables de productividad potencial, los empresarios escogerán según su bolsillo. La cuestión no es pensar en castigos; es hacer lo conveniente deseable.
miércoles, mayo 10, 2006
La dichosa detención
No entiendo como el PP sigue emperrado en tratar de hacer de las detenciones ilegales y el caso Bono una montaña. Los hechos son bastante sencillos: un ministro va a una manifestación, y una multitud de idiotas terminales le zarandean y tratan de darle de palos. Los escoltas se llevan al ministro, que cabreado pide que se esclarezcan los hechos. Lo mismo hace el delegado del gobierno. Un comisario de policia mira el video, ve dos tipos con mala uva y un palo detrás de Bono en las fotos, y los detiene de forma chapucera.
El resultado es que resulta que el gobierno está en una campaña armada para oprimir la oposición, según el PP.
A ver, la sentencia no dice nada de órdenes políticas ni conspiraciones estúpidas. Sólo menciona de pasada que es posible que las declaraciones de algunos influyeran en el entusiasmo de algún sobordinado. Un error policial, por muy ilegal que sea y por mucho que implique a dos militantes del partido de la oposición no implica conspiración, golpe de estado o ninguna ida de la olla parecida. Es como si se pidiera la dimisión de Acebes por el caso Rocio Waninkof, vamos.
El resultado es que resulta que el gobierno está en una campaña armada para oprimir la oposición, según el PP.
A ver, la sentencia no dice nada de órdenes políticas ni conspiraciones estúpidas. Sólo menciona de pasada que es posible que las declaraciones de algunos influyeran en el entusiasmo de algún sobordinado. Un error policial, por muy ilegal que sea y por mucho que implique a dos militantes del partido de la oposición no implica conspiración, golpe de estado o ninguna ida de la olla parecida. Es como si se pidiera la dimisión de Acebes por el caso Rocio Waninkof, vamos.
martes, mayo 09, 2006
Cuánto pardillo... (o más sobre información asimétrica)
Menudo pollo con las inversiones en sellos. A costa de parecer un pelmazo insensible, la verdad es que parece mentira que 200.000 personas se dedicaran a jugarse sus ahorros en una cosa tan pedestre como la filatelía. Mira que tengo sellos acumulados en casa (una colección bastante extensa, que ya no sigo) y ni en mis sueños más bizarros me había pasado por la cabeza hacerme rico invirtiendo en eso... y aún menos jugarme los cuartos por un patético 6% nominal al año.
A falta de saber más sobre el caso, es hora que se regulen y vigilen esta clase de fraudes piramidales en bien tangibles, como sugieren incluso en el paraíso no-intervencionista por aquí. El mercado de fondos de inversión sigue casi a rajatabla el modelo de cacharros y coches de segunda mano que describía no hace demasiado.
La información que tienen los consumidores / inversores acerca de cada fondo es, en principio, más bien escasa; no tienen una manera sencilla de evaluar si quien los gestiona es honesto. Como norma general, como más alto es el retorno prometido más alto es también el riesgo, como en todos los mercados. El problema es que alguien sólamente interesado en montar una pirámide financiera no tiene por qué prometer retornos altos; siempre puede tratar de pasar como razonable ofreciendo beneficios modestos y un producto anodino, sea oro, acciones petroleras o sellos de correos.
Para saber si un fondo es bueno o malo, un inversor tiene varias opciones. Para empezar, puede pedir las cuentas del negocio (si son públicas) y hacer números a ver si la cosa funciona o no. No es algo al alcance de todos, e implica gastar un montón de tiempo; así que no es una buena solución.
Otra medida que el inversor puede tomar es comprar la información. Bien sea pagando un contable para que le haga el trabajo, o informes a una agencia o asesoría especializada, uno puede gastar dinero para que alguien averigüe que se cuece en una sociedad específica. Esta es una opción práctica y útil; reduce el beneficio añadiendo costes a cambio de reducir riesgos, y sin que haga falta tocar nada. Esta opción, sin embargo, no está libre de problemas. En ocasiones, una empresa de auditoría puede estar compinchada con sus clientes para que estos tengan buen aspecto en sus informes a cambio de más dinero; léase Andersen y Enron, entre tantas otras. También es posible que un fondo se dedique a ir sólamente a por clientes que no saben de información imperfecta, cascándole el timo a los más pardillos... que es lo que me temo ha sucedido.
Cuando uno invierte en algo, debe ir siempre con la mentalidad de quien lleva el coche al mecánico. Sí, el coche hace un ruido raro, pero por algún motivo siempre tememos que nos encuentren otras averías ficticias. Si alguien promete hacerte ganar dinero, uno debe tener en mente que es posible que ese dinero sea a tu costa, y que es mejor saber de antemano a qué nos exponemos.
¿Debe el estado vigilar esta clase de fondos? Si, en la medida que el mercado no sea capaz de generar información por si mismo. Debe vigilar a los auditores, para que no hagan literatura vacia, y debe asegurar que las cuentas que se publican son claras y realistas. Cuando un negocio fraudulento se la pega, el estado puede tener parte de la culpa, y por eso asegura parte de las inversiones financieras (no de bienes tangibles; lo siento por los sellos). Eso no excluye, no obstante el hecho que si alguien mete el dinero en un chiringuito financiero, la culpa no deja de ser en parte suya; si pierde parte de sus ahorros es su problema.
A todo esto, la noticia más importante hoy es la firma del pacto sobre el mercado laboral, no esta. Pero como ya he escrito demasiado, lo dejaremos para mañana.
A falta de saber más sobre el caso, es hora que se regulen y vigilen esta clase de fraudes piramidales en bien tangibles, como sugieren incluso en el paraíso no-intervencionista por aquí. El mercado de fondos de inversión sigue casi a rajatabla el modelo de cacharros y coches de segunda mano que describía no hace demasiado.
La información que tienen los consumidores / inversores acerca de cada fondo es, en principio, más bien escasa; no tienen una manera sencilla de evaluar si quien los gestiona es honesto. Como norma general, como más alto es el retorno prometido más alto es también el riesgo, como en todos los mercados. El problema es que alguien sólamente interesado en montar una pirámide financiera no tiene por qué prometer retornos altos; siempre puede tratar de pasar como razonable ofreciendo beneficios modestos y un producto anodino, sea oro, acciones petroleras o sellos de correos.
Para saber si un fondo es bueno o malo, un inversor tiene varias opciones. Para empezar, puede pedir las cuentas del negocio (si son públicas) y hacer números a ver si la cosa funciona o no. No es algo al alcance de todos, e implica gastar un montón de tiempo; así que no es una buena solución.
Otra medida que el inversor puede tomar es comprar la información. Bien sea pagando un contable para que le haga el trabajo, o informes a una agencia o asesoría especializada, uno puede gastar dinero para que alguien averigüe que se cuece en una sociedad específica. Esta es una opción práctica y útil; reduce el beneficio añadiendo costes a cambio de reducir riesgos, y sin que haga falta tocar nada. Esta opción, sin embargo, no está libre de problemas. En ocasiones, una empresa de auditoría puede estar compinchada con sus clientes para que estos tengan buen aspecto en sus informes a cambio de más dinero; léase Andersen y Enron, entre tantas otras. También es posible que un fondo se dedique a ir sólamente a por clientes que no saben de información imperfecta, cascándole el timo a los más pardillos... que es lo que me temo ha sucedido.
Cuando uno invierte en algo, debe ir siempre con la mentalidad de quien lleva el coche al mecánico. Sí, el coche hace un ruido raro, pero por algún motivo siempre tememos que nos encuentren otras averías ficticias. Si alguien promete hacerte ganar dinero, uno debe tener en mente que es posible que ese dinero sea a tu costa, y que es mejor saber de antemano a qué nos exponemos.
¿Debe el estado vigilar esta clase de fondos? Si, en la medida que el mercado no sea capaz de generar información por si mismo. Debe vigilar a los auditores, para que no hagan literatura vacia, y debe asegurar que las cuentas que se publican son claras y realistas. Cuando un negocio fraudulento se la pega, el estado puede tener parte de la culpa, y por eso asegura parte de las inversiones financieras (no de bienes tangibles; lo siento por los sellos). Eso no excluye, no obstante el hecho que si alguien mete el dinero en un chiringuito financiero, la culpa no deja de ser en parte suya; si pierde parte de sus ahorros es su problema.
A todo esto, la noticia más importante hoy es la firma del pacto sobre el mercado laboral, no esta. Pero como ya he escrito demasiado, lo dejaremos para mañana.
lunes, mayo 08, 2006
El dulce petroleo caro
Se escuchan muchas voces estos días sobre los problemas que el alto precio del petroleo puede crear a la economía global. Con el barril rondando los $70 (y a pesar de las rebajas de estos días) el miedo a la recesión o a las presiones inflacionistas se ha oido con fuerza. Aunque parece que los miedos de momento no se han hecho realidad, esta subida de precios tendrá un efecto positivo en otro ámbito: la adopción de nuevas fuentes de energía.
Hasta hace tres o cuatro años, el gran problema de muchas energías alternativas era su precio. Un barril de petroleo puede proporcionar una determinada cantidad de energía, dado un nivel tecnológico. A mediados de los noventa, no había ninguna otra fuente de energía que fuera capaz de dar la misma cantidad de electricidad o movimiento a un menor precio que el de los combustibles fósiles. Uno podía ilusionarse mucho con cacharrería solar o nuclear, que no había manera de mover nada con ellas a un precio razonable comparado con el petroleo. Cualquier adopción de una tecnología alternativa sólo podía vivir a base de subvenciones, y ya sabemos qué sucede con ellas: si se cierra el grifo, se acaba la energía verde. No había manera sostenible de usar muchas otras fuentes, así de sencillo.
Una vez el petroleo pasa de los $50 ó $60, las cosas cambian. Para empezar, usarlo es más caro, así que tratar de emplear motores más eficientes tiene sentido. Su precio más alto también hace su extracción más apetecible, así que las compañías petroleras pueden ir a por reservas más remotas o que requieren más trabajo (como las tar sands en Canadá). Ese coste de extracción, sin embargo, se traduce en un precio más alto igualmente, aún cuando la oferta sea mayor. Y cuando el petroleo es caro, otras alternativas que parecían poco razonables hace diez años por su coste se hacen más asequibles en comparación ahora.
El etanol, por ejemplo, uno de los niños bonitos de la prensa americana estos días. El etanol es un tipo de alcohol vegetal que puede ser utilizado con relativamente pocos problemas como substitutivo de la gasolina. Es menos contaminante, y aunque no da una potencia equivalente, es más que suficiente para casi todo. El precio de mercado del equivalente a un barril de petroleo en este engendro es de $40 para el extraido de la caña de azucar (Brasil lo usa en masa), $60 para el de maíz. Si el petroleo sigue alto, el uso de este carburante puede ser rentable. Lo mismo sucede con otras energías más limpias, como la nuclear o solar, a las que el petroleo les puede dar una oportunidad.
El problema que se debe tener en mente, sin embargo, es que no todo es tan automático. El carbón, para empezar, es más barato (y abundante) que el petroleo, y bastante más contaminante. Sin regulación medioambiental sobre la producción eléctrica, se podría pasar de una energía relativamente sucia a otra mucho peor. ¿Qué tipo de regulación? Una que incluya los costes reales de una central "sucia" en términos de polución, o dicho en jerga de economista, que tenga en cuenta las externalidades producidas. Esto se puede arreglar con leyes o mecanismos de mercado más o menos ordenados. Pero eso, me temo, que es para otro día.
Hasta hace tres o cuatro años, el gran problema de muchas energías alternativas era su precio. Un barril de petroleo puede proporcionar una determinada cantidad de energía, dado un nivel tecnológico. A mediados de los noventa, no había ninguna otra fuente de energía que fuera capaz de dar la misma cantidad de electricidad o movimiento a un menor precio que el de los combustibles fósiles. Uno podía ilusionarse mucho con cacharrería solar o nuclear, que no había manera de mover nada con ellas a un precio razonable comparado con el petroleo. Cualquier adopción de una tecnología alternativa sólo podía vivir a base de subvenciones, y ya sabemos qué sucede con ellas: si se cierra el grifo, se acaba la energía verde. No había manera sostenible de usar muchas otras fuentes, así de sencillo.
Una vez el petroleo pasa de los $50 ó $60, las cosas cambian. Para empezar, usarlo es más caro, así que tratar de emplear motores más eficientes tiene sentido. Su precio más alto también hace su extracción más apetecible, así que las compañías petroleras pueden ir a por reservas más remotas o que requieren más trabajo (como las tar sands en Canadá). Ese coste de extracción, sin embargo, se traduce en un precio más alto igualmente, aún cuando la oferta sea mayor. Y cuando el petroleo es caro, otras alternativas que parecían poco razonables hace diez años por su coste se hacen más asequibles en comparación ahora.
El etanol, por ejemplo, uno de los niños bonitos de la prensa americana estos días. El etanol es un tipo de alcohol vegetal que puede ser utilizado con relativamente pocos problemas como substitutivo de la gasolina. Es menos contaminante, y aunque no da una potencia equivalente, es más que suficiente para casi todo. El precio de mercado del equivalente a un barril de petroleo en este engendro es de $40 para el extraido de la caña de azucar (Brasil lo usa en masa), $60 para el de maíz. Si el petroleo sigue alto, el uso de este carburante puede ser rentable. Lo mismo sucede con otras energías más limpias, como la nuclear o solar, a las que el petroleo les puede dar una oportunidad.
El problema que se debe tener en mente, sin embargo, es que no todo es tan automático. El carbón, para empezar, es más barato (y abundante) que el petroleo, y bastante más contaminante. Sin regulación medioambiental sobre la producción eléctrica, se podría pasar de una energía relativamente sucia a otra mucho peor. ¿Qué tipo de regulación? Una que incluya los costes reales de una central "sucia" en términos de polución, o dicho en jerga de economista, que tenga en cuenta las externalidades producidas. Esto se puede arreglar con leyes o mecanismos de mercado más o menos ordenados. Pero eso, me temo, que es para otro día.
El por qué de todo esto
Lüzbel, que es una persona de una maldad irreprochable, me envía otro de esos malvados memes que tanto me cuesta (no) contestar. Procedo a responder las preguntas enviadas, acerca del por qué uno escribe esta preciosa bitácora.
1. ¿Por qué creaste o ingresaste en tu blog?
Forma parte de mi cruzada para salvar el mundo de la estupidez, y hacerme famoso en el proceso.
Lo cierto es que la bitácora empezó como un un divertimento de Gerard. Tenía en mente hacer una especie de diario absurdo de mi vida en Estados Unidos, pero debido a mi falta de movilidad (no tengo coche) y mi poco disimulado entusiasmo por la vida en este país, me empecé a quedar sin ideas rápido. Así que cambié de tema, claro.
Tras mucho leer periódicos y artículos de opinión en la prensa española tuve una epifanía: la mayor parte de lo que se escribe es una mierda. Muchos columnistas no tienen ni idea de economía o ciencia política, y escriben cosas horrorosas sobre temas en que hay estudios muy serios con conclusiones bastante sólidas. Como mi ambición en esta vida es ser una versión mejorada (más alto, más listo, más sabio, más guapo) de Carlos Carnicero, decidí iniciar mi camino hacia futura estrella mediática en mi bitácora, cargándome en el proceso la idea inicial (perdona, Gerard).
Así que señores del País / Cope / Ser / El Mundo / Quien sea, que lo sepan: estoy abierto a ofertas como corresponsal opinionante desde Estados Unidos. Soy patéticamente barato y me vendo al mejor postor. Tengo una voz de intelectual orgánico estupenda. Que me fichen ya, carajo.
2. ¿Cuántas bitácoras lees al día aparte de la tuya?
Pues no demasiadas. Repaso Red Progresista y Liberal, pero sólo leo cuando alguien trata algo que me interesa, no cosas de vuelo gallinaceo. Soy un pedante, obviamente.
3. ¿Sabes lo que es un lector de rss? Si es afirmativo, ¿cuál usas?
Claro que sí. Uso Bloglines, que es a prueba de idiotas.
4. ¿Has baneado alguna vez a gente de los comentarios?
Trato de sólo borrar la propaganda. La estupidez la combato, no la prohibo. :-)
5. ¿Cuál es el beneficio y cuál el perjuicio que te ocasiona este mundo de los blogs?
Hay mucho de bueno. Primero, hay más de un escribiente muy bueno, mucho mejor que los contertulios de encefalograma plano de muchas radios y periódicos. Segundo, el factor comedia involuntaria de algunos es extraordinario; también hay mucho loco. Tercero, hay veces que los debates incluso valen la pena.
En el sentido más terrícola de beneficio, gracias a los anuncios de Google (que animo a todos a consultar y entrar en ellos con entusiasmo) llevo ganados tres dólares, que invertiré en golosinas y caramelos variados. Aparte de ello, esto me abrirá las puertas a ganar montones de pasta opinando de todo en alguna radio algún día. Espero.
Sobre lo malo, la pérdida de tiempo. Mi capacidad de autocontrol, sin embargo, ha mejorado; nada como apagar el módem...
Paso el muerto de este meme a toda la gente que me lee proviniente de Red Liberal. Ellos saben quienes son. ¡Venganza!
1. ¿Por qué creaste o ingresaste en tu blog?
Forma parte de mi cruzada para salvar el mundo de la estupidez, y hacerme famoso en el proceso.
Lo cierto es que la bitácora empezó como un un divertimento de Gerard. Tenía en mente hacer una especie de diario absurdo de mi vida en Estados Unidos, pero debido a mi falta de movilidad (no tengo coche) y mi poco disimulado entusiasmo por la vida en este país, me empecé a quedar sin ideas rápido. Así que cambié de tema, claro.
Tras mucho leer periódicos y artículos de opinión en la prensa española tuve una epifanía: la mayor parte de lo que se escribe es una mierda. Muchos columnistas no tienen ni idea de economía o ciencia política, y escriben cosas horrorosas sobre temas en que hay estudios muy serios con conclusiones bastante sólidas. Como mi ambición en esta vida es ser una versión mejorada (más alto, más listo, más sabio, más guapo) de Carlos Carnicero, decidí iniciar mi camino hacia futura estrella mediática en mi bitácora, cargándome en el proceso la idea inicial (perdona, Gerard).
Así que señores del País / Cope / Ser / El Mundo / Quien sea, que lo sepan: estoy abierto a ofertas como corresponsal opinionante desde Estados Unidos. Soy patéticamente barato y me vendo al mejor postor. Tengo una voz de intelectual orgánico estupenda. Que me fichen ya, carajo.
2. ¿Cuántas bitácoras lees al día aparte de la tuya?
Pues no demasiadas. Repaso Red Progresista y Liberal, pero sólo leo cuando alguien trata algo que me interesa, no cosas de vuelo gallinaceo. Soy un pedante, obviamente.
3. ¿Sabes lo que es un lector de rss? Si es afirmativo, ¿cuál usas?
Claro que sí. Uso Bloglines, que es a prueba de idiotas.
4. ¿Has baneado alguna vez a gente de los comentarios?
Trato de sólo borrar la propaganda. La estupidez la combato, no la prohibo. :-)
5. ¿Cuál es el beneficio y cuál el perjuicio que te ocasiona este mundo de los blogs?
Hay mucho de bueno. Primero, hay más de un escribiente muy bueno, mucho mejor que los contertulios de encefalograma plano de muchas radios y periódicos. Segundo, el factor comedia involuntaria de algunos es extraordinario; también hay mucho loco. Tercero, hay veces que los debates incluso valen la pena.
En el sentido más terrícola de beneficio, gracias a los anuncios de Google (que animo a todos a consultar y entrar en ellos con entusiasmo) llevo ganados tres dólares, que invertiré en golosinas y caramelos variados. Aparte de ello, esto me abrirá las puertas a ganar montones de pasta opinando de todo en alguna radio algún día. Espero.
Sobre lo malo, la pérdida de tiempo. Mi capacidad de autocontrol, sin embargo, ha mejorado; nada como apagar el módem...
Paso el muerto de este meme a toda la gente que me lee proviniente de Red Liberal. Ellos saben quienes son. ¡Venganza!
domingo, mayo 07, 2006
Jugando con cochecitos.
Hoy os traigo un juego para los que les gustaría ser Flavio Briatore, Jean Todd o Ron Dennis. Se trata de un simulador de Formula 1, pero en este caso no se trata de conducir, sino de controlar todo lo que hay detrás.
Esta claro que el objetivo del juego es ganar carreras, pero para ello deberemos realizar una buena puesta apunto para poder realizar la pole y ser competitivo durante la carrera. Modificar los alerones, el rendimiento del motor, la caja de cambios, seleccionar el tipo de neumático,etc. serán tareas habituales para tratar de sacar unas décimas de segundo al coche. A parte de la parte mecánica, también deberemos controlar la parte de finanzas, esto implica contratar/despedir pilotos y mecánicos, buscar esponsors, etc. ciñéndote a un ajustado presupuesto.
Debido a que el juego sólo está disponible online competiréis con otras personas pudiendo incluso controlar los resultados de vuestros amigos. No os esperéis una aplicación gráficamente impresionante, porque este no es el objetivo de esta. De hecho el juego son un conjunto de pagina web donde se podrán realizar algunas acciones.
Hay una nueva carrera cada Lunes, Miércoles y Viernes a las 20h (GMT +1h), y hasta 1:30h antes de ésta se podrá realizar la clasificación y el Warm-Up. Además a las 20h se podrá seguir la carrera en directo y podréis comprobar en tiempo real como vuestro coche se desenvuelve en carrera.
Para los que os haya entrado la curiosidad podéis encontrar el juego aquí (versión en ingles aquí ). De hecho es bastante divertido competir con algunos amigos vuestros. Una aclaración final para los impacientes: cuando os registréis, debéis de activar vuestro equipo para poder jugar, y debido a que el numero de jugadores es limitado quizás vuestro equipo no estará activado hasta al cabo de un par de días.
Esta claro que el objetivo del juego es ganar carreras, pero para ello deberemos realizar una buena puesta apunto para poder realizar la pole y ser competitivo durante la carrera. Modificar los alerones, el rendimiento del motor, la caja de cambios, seleccionar el tipo de neumático,etc. serán tareas habituales para tratar de sacar unas décimas de segundo al coche. A parte de la parte mecánica, también deberemos controlar la parte de finanzas, esto implica contratar/despedir pilotos y mecánicos, buscar esponsors, etc. ciñéndote a un ajustado presupuesto.
Debido a que el juego sólo está disponible online competiréis con otras personas pudiendo incluso controlar los resultados de vuestros amigos. No os esperéis una aplicación gráficamente impresionante, porque este no es el objetivo de esta. De hecho el juego son un conjunto de pagina web donde se podrán realizar algunas acciones.
Hay una nueva carrera cada Lunes, Miércoles y Viernes a las 20h (GMT +1h), y hasta 1:30h antes de ésta se podrá realizar la clasificación y el Warm-Up. Además a las 20h se podrá seguir la carrera en directo y podréis comprobar en tiempo real como vuestro coche se desenvuelve en carrera.
Para los que os haya entrado la curiosidad podéis encontrar el juego aquí (versión en ingles aquí ). De hecho es bastante divertido competir con algunos amigos vuestros. Una aclaración final para los impacientes: cuando os registréis, debéis de activar vuestro equipo para poder jugar, y debido a que el numero de jugadores es limitado quizás vuestro equipo no estará activado hasta al cabo de un par de días.
viernes, mayo 05, 2006
Esquerra dice "no"
Es oficial. La dirección de Esquerra no ha sido capaz (o no ha querido) convencer a sus bases sobre la conveniencia del voto nulo en el referéndum sobre el Estatuto, y se ha visto forzada a pedir el ¨no".
Lo diré en pocas palabras: bonito suicidio político.
Primero, porque si aún hay algo de sentido común en la cabecita de Maragall, el PSC los debería echar a patadas del gobierno. Si uno se mete en un gobierno de coalición que tiene como proyecto estrella el estatuto, pedir el voto en contra es estar en contra de tu propio gobierno. No hay más que decir. Un gobierno de coalición puede tener desacuerdos y discusiones internas, pero cuando uno de sus miembros se lanza al alegre sabotaje, es hora que haga las maletas.
Si esto es lo que hace Maragall, estamos hablando de elecciones después del referéndum. Mas ya ha hablado de apoyos hasta esa fecha, y lo hace con razón. Si bien una coalición CiU-PSC no sería descabellada con este mismo parlamento, lo lógico sería que tras una puñalada trapera tan evidente por parte de ERC se fuera a las urnas.
Las elecciones, por otro lado, serían realmente interesantes. Desde el punto de vista del friki político, un punto crucial será ver si las bases de ERC la han pifiado cargándose el gobierno a base de su intransigencia. Si se creían que en Madrid les iban a dar todo lo que pedían, teniendo Zapatero tantos posibles socios mucho menos ruidosos que ellos, iban arreglados. La dirección del partido, si acaba fuera de la Generalitat estará pagando con la pérdida de sus poltronas los tremendos errores tácticos cometidos durante los últimos años; errores forzados, muchas veces, por una estructura asamblearia poco dada a la estrategia a largo plazo.
Lo más probable es que con su algarada le den en bandeja a Artur Mas la Generalitat, y se carguen cualquier opción de un gobierno de izquierdas en la siguiente década, ya que el PSC no los va a querer ver ni en pintura. Sospecho que una parte importante del electorado de Esquerra es bastante más práctica que las bases, y el nacionalismo realista de Mas les parecerá mucho más atractivo que el absolutismo republicano.
El PSC también tiene un problema. En las elecciones si alguien tiene algo a ganar de todo esto es CiU, no ellos. El PP y sus muchachos seguirán moribundos, pero ese no es un electorado donde puedan pescar más; su problema en todo caso será la abstención de sus votantes. Les queda elegir entre un glorioso suicidio en las urnas o un patético gobierno en minoría, y todo gracias a unos compañeros de viaje que nunca actuaron como partido de gobierno. Con amigos así, quién quiere enemigos.
A nivel español, por cierto, la cosa seguirá más o menos igual; quizás incluso facilite las cosas al PSOE un poco. Zapatero pasará a hablar con Mas, librándose del pelma de Carod. El PSOE seguirá teniendo un granero sólido en Cataluña en las generales. Como mucho, puede que el PP incremente su ridículo en el principado si Boadella y sus muchachos reducen aún más sus votos, aunque la verdad, no creo que esos chicos vayan a ninguna parte.
Lo diré en pocas palabras: bonito suicidio político.
Primero, porque si aún hay algo de sentido común en la cabecita de Maragall, el PSC los debería echar a patadas del gobierno. Si uno se mete en un gobierno de coalición que tiene como proyecto estrella el estatuto, pedir el voto en contra es estar en contra de tu propio gobierno. No hay más que decir. Un gobierno de coalición puede tener desacuerdos y discusiones internas, pero cuando uno de sus miembros se lanza al alegre sabotaje, es hora que haga las maletas.
Si esto es lo que hace Maragall, estamos hablando de elecciones después del referéndum. Mas ya ha hablado de apoyos hasta esa fecha, y lo hace con razón. Si bien una coalición CiU-PSC no sería descabellada con este mismo parlamento, lo lógico sería que tras una puñalada trapera tan evidente por parte de ERC se fuera a las urnas.
Las elecciones, por otro lado, serían realmente interesantes. Desde el punto de vista del friki político, un punto crucial será ver si las bases de ERC la han pifiado cargándose el gobierno a base de su intransigencia. Si se creían que en Madrid les iban a dar todo lo que pedían, teniendo Zapatero tantos posibles socios mucho menos ruidosos que ellos, iban arreglados. La dirección del partido, si acaba fuera de la Generalitat estará pagando con la pérdida de sus poltronas los tremendos errores tácticos cometidos durante los últimos años; errores forzados, muchas veces, por una estructura asamblearia poco dada a la estrategia a largo plazo.
Lo más probable es que con su algarada le den en bandeja a Artur Mas la Generalitat, y se carguen cualquier opción de un gobierno de izquierdas en la siguiente década, ya que el PSC no los va a querer ver ni en pintura. Sospecho que una parte importante del electorado de Esquerra es bastante más práctica que las bases, y el nacionalismo realista de Mas les parecerá mucho más atractivo que el absolutismo republicano.
El PSC también tiene un problema. En las elecciones si alguien tiene algo a ganar de todo esto es CiU, no ellos. El PP y sus muchachos seguirán moribundos, pero ese no es un electorado donde puedan pescar más; su problema en todo caso será la abstención de sus votantes. Les queda elegir entre un glorioso suicidio en las urnas o un patético gobierno en minoría, y todo gracias a unos compañeros de viaje que nunca actuaron como partido de gobierno. Con amigos así, quién quiere enemigos.
A nivel español, por cierto, la cosa seguirá más o menos igual; quizás incluso facilite las cosas al PSOE un poco. Zapatero pasará a hablar con Mas, librándose del pelma de Carod. El PSOE seguirá teniendo un granero sólido en Cataluña en las generales. Como mucho, puede que el PP incremente su ridículo en el principado si Boadella y sus muchachos reducen aún más sus votos, aunque la verdad, no creo que esos chicos vayan a ninguna parte.
Dos artículos razonables
En un solo día, LD tiene dos artículos razonables en su primera página. Tres. Esto debe ser un signo del fin de los tiempos o la conversión de Jiménez Losantos al Taoismo, pero me parece que vale la pena enlazarlos. Por partes.
Primero, Alberto Recarte escribe un analisis más que decente y bastante ecuánime (dentro de lo que cabe) del por qué de la dulce situación económica española. Reconoce incluso que parte del mérito (gran parte de este, en mi opinión) es de los gobiernos González a partir del 92, algo que me ha tenido releyendo esa frase varias veces sin poder darle crédito. Lo más interesante, sin embargo, es su apreciación que gran parte del éxito se debe a como los gobiernos españoles han abrazado la globalización como una oportunidad, no como un peligro monstruoso. Ignorad la estúpida mención al estatuto, que supongo que es obligatoria en ese periódico, y la triunfalista apreciación de Estados Unidos (con un 3% de déficit público crece cualquiera); el resto del analisis es bastante bueno.
El segundo artículo es una auténtica diatriba contra la universidad pública española de Rubén Osuna. Mi única crítica al artículo es que quizás incluso se queda corto. Me temo que tiene razón cuando dice que el gobierno se ha acobardado ante la reforma de la universidad. El proyecto de ley que parece va camino de morir debido a pactos era un cambio aceptable; no quiero ni pensar en el adefesio que tienen en mente los rectores. Lo cierto es que las leyes de universidades es donde los buenos ministros de educación van a morir, estrellándose uno tras otro contra las rocas de un sistema casi irreformable y totalmente inútil.
Es muy significativo (y triste) que las únicas universidades públicas decentes (ingenierías aparte) en España (y que conste, cuando digo decentes pongo el listón muy bajo) sean dos de las más nuevas, la Pompeu Fabra y la Carlos III. En el resto, aparte de algún islote departamental donde académicos razonables resisten el asedio incesante de la estupidez general, es un páramo.
Si hubiera algo de lógica en política, todos los partidos deberían sentarse en una mesa y pactar una reforma draconiana del sistema, y pasarla en plan apisonadora en el Congreso y Senado. Políticos en guerra abierta contra la universidad. Ejecuciones sumarias y ridículo universal de los incompetentes. Fuego purificador en los rectorados. Extinción de los dinosaurios. A lo mejor, con un poco de suerte, sacaríamos un sistema universitario potable de todo ello. No creo que haya mucho más que hacer.
Primero, Alberto Recarte escribe un analisis más que decente y bastante ecuánime (dentro de lo que cabe) del por qué de la dulce situación económica española. Reconoce incluso que parte del mérito (gran parte de este, en mi opinión) es de los gobiernos González a partir del 92, algo que me ha tenido releyendo esa frase varias veces sin poder darle crédito. Lo más interesante, sin embargo, es su apreciación que gran parte del éxito se debe a como los gobiernos españoles han abrazado la globalización como una oportunidad, no como un peligro monstruoso. Ignorad la estúpida mención al estatuto, que supongo que es obligatoria en ese periódico, y la triunfalista apreciación de Estados Unidos (con un 3% de déficit público crece cualquiera); el resto del analisis es bastante bueno.
El segundo artículo es una auténtica diatriba contra la universidad pública española de Rubén Osuna. Mi única crítica al artículo es que quizás incluso se queda corto. Me temo que tiene razón cuando dice que el gobierno se ha acobardado ante la reforma de la universidad. El proyecto de ley que parece va camino de morir debido a pactos era un cambio aceptable; no quiero ni pensar en el adefesio que tienen en mente los rectores. Lo cierto es que las leyes de universidades es donde los buenos ministros de educación van a morir, estrellándose uno tras otro contra las rocas de un sistema casi irreformable y totalmente inútil.
Es muy significativo (y triste) que las únicas universidades públicas decentes (ingenierías aparte) en España (y que conste, cuando digo decentes pongo el listón muy bajo) sean dos de las más nuevas, la Pompeu Fabra y la Carlos III. En el resto, aparte de algún islote departamental donde académicos razonables resisten el asedio incesante de la estupidez general, es un páramo.
Si hubiera algo de lógica en política, todos los partidos deberían sentarse en una mesa y pactar una reforma draconiana del sistema, y pasarla en plan apisonadora en el Congreso y Senado. Políticos en guerra abierta contra la universidad. Ejecuciones sumarias y ridículo universal de los incompetentes. Fuego purificador en los rectorados. Extinción de los dinosaurios. A lo mejor, con un poco de suerte, sacaríamos un sistema universitario potable de todo ello. No creo que haya mucho más que hacer.
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