martes, septiembre 06, 2005

¿Quiere de verdad CiU el estatuto?

A vista de lo que ha dicho Artur Mas hoy, no. CiU no va admitir que el realismo político y la lógica se interpongan entre sus dirigentes y la capacidad de meter el dedo en el ojo al PSC. Las declaraciones de hoy son, a todos los efectos, un intento de cargarse un proyecto que nunca ha gustado en las filas de Convergència i Unió, no porque no sea bueno para Cataluña (ahora hablo de eso) si no porque les revienta que unos advenedizos les quiten el cartel de defensores de la catalanidad.

Su petición de hoy, que Maragall sólo asuma las recomendaciones del Consultiu tomadas por unanimidad, es la constatación de este hecho. Primero de todo, porque va contra la lógica de una organización como el Consell Consultiu, que toma las decisiones de manera colegiada, y porque ignora alegremente ese bonito principio de toma de decisiones llamado mayoría. Exigir que sólo lo que es unánime es pedir un derecho a veto que Mas, que perdió las elecciones, no tiene, y que su intachable carnet de catalanidad no le da de origen. Una cosa es pedir consenso y la otra derecho a veto, y CiU en el Consell Consultiu no lo tiene.

Más alla de argumentos de toma de decisiones, CiU es perfectamente consciente que el estatuto tiene que ser aprobado en Madrid, y que el PSC no enviará un texto que sea remótamente dudoso ni harto de vino. Si insisten en contradecir las opiniones de un organismo decididamente autonomista com es el Consultiu sobre constitucionalidad, no hay manera humana que el PSC o el PSOE acepten el texto. No es cuestión de "lo mejor" para Cataluña, como insiste en pedir CiU, es "lo posible" para este Estatuto. Saben perfectamente (porque el PSC lo dice bien claro) hasta dónde quiere llegar Zapatero con el Estatuto catalán, y saben que ir más allá equivale a que la reforma se empotre contra un muro. Lo ofrecido es mejor que lo actual, en términos de competencias; lo toman o lo dejan. Ir con tonterías de pedir la luna y llorar que nadie les quiere es negar la realidad, de arriba a abajo.

Oye, no ganaron las elecciones, y no supieron formar una mayoría de gobierno. Más allá de eso, no mandan en Madrid, y el Estatuto, quieran o no, es un pacto entre Cataluña y el centro, donde ambos tienen derecho a veto. CiU sabe que su interlocutor es el PSC y el PSOE, y sabe que no irán más lejos de un cierto punto. Si prefieren cargarse una mejora parcial y quedarse como estaban para ponerse una medalla de defensores de la patria, allá ellos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ten en cuenta que mientras la negociación siga en marcha son normales las posturas maximalistas. Me parece normal intentar que vaya hacia las Cortes un Estatut de máximos, porque en las Cortes habrá una nueva negociación con generoso uso de la tijera. Así que cuanto más lanudo vaya el borrego al esquilador, menos trasquilado quedará. Cuando llegue el desenlace se verá quién es pragmático y quién sólo busca anotarse tantos políticos. La hora de cerrar el balance empieza en la negociación en las Cortes, pero todavía puede dar guerra si tiene que volver al Parlament o ser aprobado en referendum.

Es una partida de poker, y yo por lo menos todavía no he descubierto las cartas de los jugadores.