Zaplana es sencillamente entrañable, por lo patético que resulta a veces. Hoy hace una muestra espectacular de lo bonito que es confundir la parte con el todo, metiendo a ETA y la aprobación del Estatuto catalán en el mismo saco.
Aún aceptando la premisa que el nuevo estatuto es una conspiración nacionalista para destruir España (ni el PSC ni IC-V son nacionalistas, ni lo parecen para cualquiera que viva en Barcelona), asociarlo con ETA es como decir que todo lo que hagan los skinheads de España es culpa del PP. Oye, los dos dicen ser de derechas. Es evidente que el PP, en la semana del estatuto, quiere reprimir a los inmigrantes usando una doble estrategia. ¿Estupido? Tanto como Zaplana hoy.
Más allá de eso, ¿Qué problema hay con reformar un estatuto siguiendo la ley al pie de la letra?. Si resulta que es tan malo, una vez que salga de Cortes el PP lo puede llevar al Constitucional sin problema, también siguiendo la ley. Si realmente no interesa en Cataluña porque es un desastre de una clase política que vive su mundo, cuando se vote en referéndum saldrá derrotado. No hay absolutamente ningún peligro de colapso del mundo tal como lo conocemos, ni de secesión, ni de ataque zombie. La retórica del apocalipsis es de verdad cargante, aparte de totalmente falsa.
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