La polémica arranca con el mítin de Rimini del pasado 29 de Agosto, un encuentro que reunió a unas 700.000 personas, entre ellas a nuestro estimado expresidente, que al parecer se llevó el cuaderno azul para nutrirse de potenciales burradas que decir en su reciente visita a Argentina. Centrémonos: el senador Pera se sube al estrado, flaqueado por elementos como Gianfranco Fini (que, reconozcámoslo, ha hecho de Alleanza Nazionale un partido menos fascista), y suelta la siguiente burrada:
"es necesario defenderse de la inmigración porque corremos el riesgo de volvernos todos mestizos"
Ahí arranca con un discurso plagado de demagogia, de alabanzas a la superioridad de la civilización "europea", de apología de la raza pura, y de fe cristiana monoteista. El mantra a repetir: que terrorismo e islam son la misma cosa, y que no verás a un árabe sin una escopeta o bomba bajo el brazo. El público, bastante jóven, aplaude a rabiar sus ideas. La jerarquía católica italiana presente, también. Rimini es casi un concilio de partidos conservadores y cristianodemócratas de ala dura, y nuestro expresidente es probable que hubiera firmado la parte menos chirriante del discurso. Pera, en su éxtasis. ¿Os recuerda a algo este lenguaje?
"However, anxieties about racial issues tend to be phrased in coded form as issues relating to immigration." (Wikipedia)
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