sábado, mayo 28, 2005

Estrenando el veto presidencial

Parece que Bush va a estrenar esa arma al alcance de los presidentes americanos, el veto legislativo. Básicamente consiste en decir que no le da la gana de firmar una ley, y que el congreso se lo piense, devolviéndola. Si quieren levantar el veto, necesitan una mayoría de dos tercios, no la habitual mayoría simple, así que es una cosa seria.

Bien, Bush va a vetar su primera ley, una que asigna fondos federales para la investigación de células madre usando embriones sobrantes en los tratamientos de reproducción asistida. Su argumentación es que los embriones fertilizados ya son vida, y que deben protegerse, no utilizándose para otras cosas. Parece que el detalle que estos embriones sobrantes ahora se tiran a la basura se le escapa. Pero bueno, es su fe, qué le haremos. Incluso "comunistas" conocidos como Nancy Reagan quieren que la ley se apruebe, así como todo enfermo de alzheimer del país, pero la "cultura de la vida" sólo cubre a ciertos vegetales (Terry Schiavo), no a todos. La esquizofrenia de la derecha religiosa americana es espantosa, la verdad.

¿Sobrevivirá la ley al veto? A primera vista, parece que no; la ley no saco dos tercios de los votos en su primera votación, así que no es previsible que los consiga en la segunda, pero quien sabe.

Nota al margen: este fin de semana estaré por Nueva York (sí, haciendo el guiri) así que no postearé demasiado. Volveré el domingo.

3 comentarios:

Alberto dijo...

Sin entrar a valorar la custión de fondo, diré que por el tema este de los vetos es por lo que no me gusta el presidencialismo. Considero que es poco democrático que que el poder ejecutivo tenga un poder de veto tan fuerte sobre el legislativo. El poder ejecutivo debería estar para ejecutar las decisiones del parlamento, no para cuestionarlas.

Anónimo dijo...

Yo prefiero un sistema más a la italiana, en que el presidente de la república puede negarse a firmar una ley, pero por cuestiones de inconstitucionalidad (y debidamente argumentadas, claro).

Por otra parte me hace muchísima gracia cosas como lo del matrimonio Reagan, que de ser lo más carca a este lado del Mississipi pasaron a ser los abanderados de la investigación con células madre. El hecho de que la conversión (tan fulminante como la de S. Pablo camino de Damasco o la de Anakin después de la muerte de Windu) se produjera después de que a Ronaldo le diagnosticaran mal de Alzheimer debe ser pura casualidad.

Por último, las incongruencias no se limitan a la derecha religiosa norteamericana. Pero afortunadamente, aquí los buitres ensotanados no tienen el mismo poder ni de lejos. Lo que no quita para que probablemente suscriban las palabras de Bush punto por punto.

Anónimo dijo...

Yo no tengo nada claro el tema de los embriones, pero teniendo en cuenta que se tiran a la basura después de 10 años de congelación no creo que haga daño a nadie dar un buen uso a esos embriones.
En cuanto al veto me parece mal, aunque claro es legal así que poco hay que decir. Pero desde mi punto de vista, el hecho de que las convicciones morales de una sola persona pueda determinar la aprobación de una ley no es lógico en una democracia en la que ya están los parlamentarios representando a los ciudadanos.
Un saludo! :)