domingo, mayo 22, 2005

ETA y sus petarditos

Mientras que PP y PSOE se discuten, ETA sigue al negocio, que es lo suyo. A veces sospecho que la banda, más que un grupo de militantes ultranacionalistas salidos de madre, es ahora básicamente un grupo de delincuentes que se ganan la vida extorsionando a la vieja usanza. Un poco de impuesto revolucionario por aquí, un poco de impuesto por allá, y hala, a vivir como Dios una temporadita, que de eso se trata.

Vale, probablemente no lo hagan sólo para eso, pero es bastante curioso que la capacidad operativa de la banda, escasísima, se dedique a esto. En términos del posible fin de la violencia, es de hecho bastante significativo. Son atentados para mantenerse con vida, no para desafiar a un estado que los ha derrotado totalmente. El PP puede llorar mucho, pero estos petardos (dos kilos de cloratita no es más que eso) no son más que recordatorios que sí, aún pueden hacer daño, pero que sólo lo hacen ya por dinero. Si lo dejan (algo que harán, muy probablemente), tienen que hacerlo dando la sensación que aún estaban vivos, de todos modos, aunque sea para evitar la humillación.

Por cierto, eso que tanto irrita a gente como Arcadi Espada, que EHAK será admitida en el debate autonómico si ETA deja las armas (por cierto, el titular de LD es patético), es algo inevitable. Alguien me debería explicar con qué legitimidad (en el sentido de respaldo legal) un gobierno puede excluir a un partido político de una negociación en ausencia de violencia. Si no hay terrorismo, EHAK es un partido tan legítimo como cualquier otro. Se puede estar de acuerdo o no con sus aspiraciones secesionistas, pero si están aceptando la reglas del juego (y la disolución de ETA implica esto) no se les puede excluir; los votantes han decidido que deben estar allí, y eso debe ser respetado.

Pero vamos, parece que actuar con lógica es "dar concesiones".

4 comentarios:

R. Senserrich dijo...

La cuestión es, ni sentándote encima te mataría. Como bomba, es una cosa minúscula, apenas puede petar una puerta. Si decir que dos kilos de explosivo es poco explosivo ofende a alguna víctima, la verdad, que se lo haga mirar. Esta mierda del respeto a las víctimas se ha salido de madre.

Claro que merecen respeto. Pero joder, se habla de ellas como si por ser víctimas merecen gobernar el país.

Jessica dijo...

Un respeto a las víctimas de los petardos de feria, que también las habrá, que se habrán podido sentir ofendidas con tu comentario. Bueno, ¡ya está bien!

Coincido con Egocrata: parece que el respeto a las víctimas que se exige a una parte se está utilizando para cerrar bocas y censusrar actitudes y éso me parece muy injusto.

Pretenden transmitir la idea de que sólo unos tienen la exclusiva de querer terminar con el terrorismo, cuando es algo compartido por todos.

Dos kilos de explosivo, en una fábrica, de madrugada y un fin de semana. No parece que la idea haya sido dañar a nadie, sino más bien dejar constancia de que siguen existiendo, aunque no la líen gorda. Si hubieran querido llevarse vidas por delante, la hubieran puesto un lunes a las 9 de la mañana, con todos dentro, y hubieran utilizado muchos más kilos de explosivos, ¿no te parece? Un respeto al sentido común, que también se lo merece.

Por cierto: ¿crees acaso que los Tedax trabajan a cara descubierta? Hombre, por favor...

Saludos:
Jéssica.

R. Senserrich dijo...

¿Por qué de tratar de entender qué hacen a justificarlos hay un paso? ¿Qué lógica es esta? ¿Ahora resulta que está prohibido entender al enemigo y todo?

No banalizo el atentado. Señalo que es sólo un intento de extorsión, de los que podría hacer cualquier banda de mafiosos. Eso ya me hace amigo de ETA y enemigo de las víctimas. La lógica es absurda.

Jessica dijo...

¿Me dices quien y dónde ha dicho que el atentado no tenga importancia? ¿Y qué paso me falta dar para justificar el terrorismo?

Lo que me faltaba por oír.

Apoyo totalmente lo que dice Egocrata.