lunes, mayo 09, 2005

Líderes y partidos: soltando lastre

Tras las elecciones, la tormenta. Es curioso como los partidos políticos se relacionan con sus líderes, y el caso británico no es una excepción. Los dos líderes de los grandes partidos tienen problemas con sus bases, incluso habiendo dicho que se largan.

Este es el caso de Howard, el lider de los conservadores. Tras el tercer tortazo electoral consecutivo de su partido, el hombre dijo que lo dejaba... pero antes de irse, quería asegurarse que la elección del nuevo líder se hacia de manera razonable, así que cambiará la reglas. El sistema actual, famoso y conocido por seleccionar inútiles (Ian Duncan Smith, vamos) consiste en que los diputados votan durante varias rondas a aquellos pobres inocentes que se presenten al cargo, hasta que queden dos. Los militantes del partido escogen entre los dos supervivientes. El sistema es fabuloso para hacer que los diputados tengan como jefe a alguien que no tragan, ya que los militantes tienen la manía de votar al tipo más ultra. En vista del exito, tras linchar a Duncan Smith, los diputados se aseguraron de no repetir el error haciendo que sólo hubiera un candidato, Howard... que es el que ahora lo deja.

Ahora algunos miembros del partido le acusan de querer reformar el sistema para evitar que una de las estrellas emergentes del partido, David Davis, salga elegido. Hombre, esa es la idea. El señor Davis cae bien a los militantes, pero es ligeramente impresentable para el electorado en general... A ver como salen de esta.

En el otro lado, Blair tiene también a su partido asilvestrado. Entre los diputados que han perdido su sillón y le echan la culpa por ello, y el ala izquierda de su partido, lo tienen frito. Especialmente ahora que con una mayoría más reducida no hacen falta muchos diputados votando en contra del gobierno (algo que pasa a menudo en Westminster) para hacerle quedar mal. Como Blair ha dicho que se va (probablemente el 2008), tampoco es que haya muchas ganas de hacerle caso (para lo que va a durar), así que no creo que pase un buen rato apelando al orden, y más contando que el sucesor, Gordon Brown, cae muy bien al ala izquierda de los laboristas.

Los partidos políticos son, realmente, maquinarias complejas, poco entendidas pero centrales en una democracia. Escogen el líder que va a las urnas, mientras que nosotros sólo votamos por uno de los partidos; en otras palabras, hacen la mitad (o más) de la elección. Se estudia mucho más el comportamiento electoral que el funcionamiento de los partidos, sin embargo...
(Adivinen de qué va mi tesis...)

1 comentario:

Anónimo dijo...

Mirándolo así está claro que lo que los ciudadanos tenemos opción de elegir es poca cosa, la mayor criba se hace ya dentro de las fuerzas políticas, y encima en sistemas con listas cerradas ni si quiera podemos elegir entre los posible diputados aquel que más nos guste, sino que otorgamos nuestro voto a personas que no conocemos.
Saludos!!!