Ha empezado ya la batalla presupuestaria anual en Estados Unidos, y parece que Bush quiere de veras reducir el gasto. Entre los muchos recortes previstos, hay algunos realmente estúpidos (Amtrak, policía local, bomberos, medio ambiente), pero hay uno que me ha encantado: Bush pretende reducir las subvenciones agrícolas.
No se repite nunca lo suficiente, pero son un desastre. Las subvenciones hacen que los países que podrían vivir de exportar productos agrícolas (es decir, los más pobres) no puedan competir de ningún modo, con la combinación de aranceles y ayudas a los productores haciéndoles la vida imposible. Tanto en la UE (con ese engendro llamado política agraria común, PAC) como EUA el precio de los alimentos es más alto por el hecho que compramos a precios protegidos a unos productores locales que tienen unos costes mucho más altos... que encima, subvencionamos. Así que los recortes son una buena noticia.
Claro, Bush no lo hace por amor al arte. Primero, se ve forzado a ello, el déficit es alto y deben o reducir gastos o subir impuestos. Segundo, tiene sentido, políticamente. El voto de los estados rurales es esencialmente republicano, y así son sus representantes; eso hará que probablemente muchos congresistas de estos estados se quejen y voten en contra de esta propuesta. ¿Qué hacen los demócratas? los recortes tienen sentido y no afecta a su electorado urbano. Si votan en contra de los recortes, quedarán como blandos en la reducción del déficit. Si votan a favor, que se olviden de los estados rurales otra vez, ya que no "entienden a los granjeros". Karl Rove es el auténtico genio del mal.
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