Lo decía hace unos meses, allá en diciembre.
Sobre la mesa hay dos posibles teorias sobre el 11-M. El PSOE dice que islamistas cabreados pusieron las bombas, y que lo de Iraq (que como todo el mundo sabe, es hasta ahora un éxito rotundo) ayudó a que los Cercanías de Renfe se presentaran voluntarios a recibirlas. El PP dice que islamistas cabreados, con ayuda quizá de los gobiernos de Marruecos o incluso Francia (Jimenez Losantos dixit) y la complicidad de sectores policiales que estuvieron en los GAL y eran aliados de Vera, pactaron con ETA hacer un atentado que pareciera de ETA para despistar al gobierno, pero que en realidad era islámico, aunque ETA colaboró porque se encontraron las caravanas y robaron coches juntos.
Por alguna extraña razón, el Mundo sigue en sus trece, encontrando espeluznantes testimonios de confidentes que andan por el Caribe (¡como Curro!) que dicen cosas que no encajan con nada de lo que se sabe sucedió. Lo de la trama de Asturias es de auténtico chiste. Tienen como cuatro o cinco historias que se contradicen (aquí cada confidente va a su pelota), y las usan para decir que es evidente que las cinco contradicciones demuestran que el juez Del Olmo no se entera de nada. Como buena teoría de la conspiración, ignorad las grandes pruebas, y fijaros en los indicios minúsculos.
Estamos de nuevo en la nueva versión del periodismo de investigación. Decir "el gobierno miente en esto, y esto es lo que sucedió" está pasado de moda. Ahora con decir "¿Oculta el gobierno algo?" basta. La teoría de la conspiración ha llegado a la prensa generalista. Pronto estarán hablando de los gnomos de Zurich y los lásers orbitales de control mental, vamos.
Hay una explicación lógica en un lado, y hay una empanada de siglas y confidentes tratando de salvar el cuello en el otro. Ya me direis que debo creerme.
1 comentario:
Qué bueno el link al diálogo con FJL, hacía tiempo que no me reía tanto leyendo algo colgado en Internet :D
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