Momento gafoso: concierto en Toad's

Bueno, un pequeño paréntesis de tanta política para un poco de música y costumbres americanas extrañas. Ayer este humilde columnista gafoso se fue a un concierto aquí en New Haven, a Toad's Place. El garito es bastante grande, y por lo que sé tiene cierta fama, siendo un fijo en el circuito de conciertos de la costa este para muchas bandas. Radiohead ha tocado varias veces, por ejemplo.

Ayer tocaban tres grupos. Uno local no identificado (y ligeramente insulso), Regina Spektor, y Dresden Dolls. Para decirlo rápido, Dresden Dolls son de calle el mejor directo que he visto nunca. Buena música, se dejan la piel en el escenario, son divertidos y están totalmente majaras. Incluso se atrevieron con una versión (absolutamente genial) de una canción de Postal Service en los bises. Iba a ver un grupo que me gustaba, y resultó ser aún mejor en directo. Fantástico.

La sorpresa, no obstante, fue Regina Spektor. No tenía puñetera idea quien era, y me dejó realmente alucinado. Es un cruce entre música folk y Björk, a piano; una auténtica maravilla. Me compré el CD a la salida, cosa que dice bastante. Una maravilla, de veras. A seguirla.

Sobre costumbres americanas bizarras, el hecho que el concierto fuera para todas las edades daba para escenas surrealistas. El local estaba dividido en dos por una valla; a un lado los menores 21, que no pueden beber alcohol en Connecticut, y al otro los mayores de 21. En un lado la barra sólo vende cocacolas y ganchitos, en el otro vende de todo. Vamos, que estuve en guetto de los alcoholicos, detrás de una valla, cosa que se hacía realmente raro.

A todo esto, fui al concierto solo. De la gente que he conocido por aquí, nadie comparte mi exquisito gusto por músicas extrañas. No que me aburriera, ya que acabé teniendo una estupenda conversación hasta las tantas con una chica de Nueva York que había venido expresamente para el concierto. Aún así, se echa de menos algo de gafosería por aquí. ¿Quién no quiere oir una banda de cabaret punk brechtiano?