Oh, esto es auténtica matería de teoría gafapastil (esto es, de persona que lleva gafas de pasta. Neologismo barcelonés robado a mi hermana) para politólogos. Efectos de las normas institucionales en política. Fascinante.
Veamos. Para escoger gobierno, se necesita el apoyo de 2/3 de la asamblea, un bonita supermayoría. Esto garantiza que la alianza Chií necesita pactar con alguien (sea Allawi o los kurdos) para llegar a la poltrona. Tras esto, cualquiér legislación va por mayoría simple, no por mayoría 2/3, de modo que la alianza va a poder pasar legislación con ganas una vez controlen el gobierno, sin ser molestados demasiado.
¿Es eso bueno? por un lado, ya dije que la alianza no es precisamente el más laico de los partidos (al contrario) así que probablemente los otros van a comer legislación islámica pronto. Por no hablar que quizás caen en la tentación de pasar una constitución estilo rodillo panzer, ignorando a las minorías que no votaron. Por otro lado, el hecho de not tener que estar peleándose con los socios de coalición cada dos por tres hará que el gobierno no se paralice... si la alianza aguanta. No se ha señalado demasiado, pero los partidos iraquíes son auténticas casas de locos, con pequeñas hordas de partidos minúsculos escondidos detrás etiquetas grandes. Si las cosas van mal dadas, y los sectores más exaltados de la alianza quieren ir más allá, puede quedar un gobierno débil, igualmente.
Es curioso, pero el New York Times no se ha leído la legislación, y habla como si toda legislación tuviera que ir por mayoría 2/3. La prensa es igual de mala en todas partes.
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