Lo mío es de libro. Sólo decir que el PP se equivoca tensando la cuerda, aparece Aznar diciendo que el referéndum es el ragnarok, el fin del mundo, y todo lo demás.
La cuestión, sin embargo, no es tanto si Aznar se equivoca o no tirando de la cuerda, si no el daño que le hace, indirectamente, a Rajoy. Rubalcaba dijo una vez, refiriéndose a González, que los ex-presidentes del gobierno son como un jarrón Ming, preciosos y valiosísimos, pero que nunca sabes donde meterlos. Aznar está en la misma situación. Cada vez que abre la boca, los periodistas de olvidan de Rajoy por un rato. Si le da la razón, se informa de ello como si estuviera dando lecciones; si le critica, se ve como un conflicto interno.
Es triste, porque es relativamente joven, brillante y aún podría hacer muchas cosas, pero si quiere ayudar a su partido, mejor que se quede calladito.
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